La Polic¨ªa Municipal trabaj¨® ayer con normalidad
La Polic¨ªa Municipal de Madrid desarroll¨®, durante el d¨ªa de ayer, su actividad con toda normalidad, si bien, en algunos casos, se produjeron embotellamientos de tr¨¢fico como consecuencia de que los agentes no cumpl¨ªan su cometido con La diligencia de otros d¨ªas, al ser la primera jornada de militarizaci¨®n de este cuerpo y que ha tenido una mala acogida entre sus miembros.
La normalidad en el servicio de la Polic¨ªa Municipal durante el d¨ªa de ayer, despu¨¦s de que el Bolet¨ªn Oficial del Estado publicara el real decreto por el que se proced¨ªa a la militarizaci¨®n del cuerpo, fue la t¨®nica dominante. Sin embargo, en algunas partes de Madrid se produjeron algunos embotellamientos de tr¨¢fico como consecuencia de la inoperancia de los polic¨ªas que, a pesar de haber acudido a sus puestos de trabajo no desarrollaron su actividad normalmente.
En algunos acuartelamientos de la Polic¨ªa Municipal se produjeron intentos para parar durante las dos horas que se hab¨ªa previsto por la ma?ana —a las que hab¨ªa que a?adir otras dos horas por la tarde—. Pero, ante la posibilidad de que a los huelguistas les fuera aplicado el C¨®digo de Justicia Militar en todo su rigor, la mayor¨ªa decidieron salir hacia sus respectivos destinos. Sin embargo, algunos polic¨ªas municipales, a pesar de haberse integrado a sus puestos, no desarrollaron la actividad que les es propia con toda la eficacia de otros d¨ªas, lo que produjo una serie de embotellamientos de escasa consideraci¨®n, sobre todo a las horas de la ma?ana en las que estaba previsto el paro, es decir, de siete a nueve de la ma?ana.
Patrullas de vigilancia
Precisamente a esas horas de la ma?ana, en las que estaba previsto realizar las dos primeras horas de paro, patrullas especiales de la propia Polic¨ªa Municipal, mandadas por suboficiales, recorrieron los principales puntos de la ciudad, para vigilar que el decreto de militarizaci¨®n surtiera los efectos previstos, esto es, que no se observara anormalidad en el servicio.
La medida tomada con el cuerpo de Polic¨ªa Municipal de Madrid —3.470 hombres y mujeres— ha sentado mal, en l¨ªneas generales, entre los funcionarios del mismo. ? Hay que tener en cuenta —declaraba a EL PAIS uno de ellos— que con esta militarizaci¨®n se siente uno m¨¢s reprimido en el ejercicio de su labor. Adem¨¢s, tenemos sobre la cabeza, como una espada de Damocles, el que si a uno le salen mal las cosas, como puede pasar cualquier d¨ªa, no van a pensar que es s¨®lo eso, sino que se van a creer que lo est¨¢ haciendo a prop¨®sito y entonces, te castigan con mayor dureza.?
Con respecto a que la Polic¨ªa Municipal, en situaciones normales, sin militarizaci¨®n, est¨¢n considerados como cuerpo armado, han asegurado a EL PAIS que ?nosotros no tenemos por qu¨¦ llevar una pistola. Esa es, precisamente, una de las razones, el que nos la quiten de encima, por la que queremos obtener una sindicaci¨®n similar a la que pueden tener otros funcionarios, que es lo que a fin de cuentas somos.? Sobre esto mismo, otros polic¨ªas han declarado que ? nosotros somos unos trabajadores, se nos llame como se nos llame, al servicio de una empresa aut¨®noma que es el Ayuntamiento de Madrid. Es como si fu¨¦ramos una especie de guardas jurados. Pero en ning¨²n momento hemos estado equiparados, ni en sueldo ni en condiciones laborales, con los miembros de las fuerzas armadas?.
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