Promesas democratizadoras de los militares brasile?os

El discurso pronunciado por el presidente brasile?o, Ernesto Geisel, anteayer considerado de manera un¨¢nime como el m¨¢s firme compromiso hecho hasta ahora por el Gobierno de Brasil para acelerar el proceso de democratizaci¨®n del pa¨ªs. Las fuerzas de la oposici¨®n, que reconocen este punto, critican, sin embargo, que el general Geisel ha hecho planteamientos excesivamente abstractos de los pasos a seguir en tal sentido, y no ha se?alado ninguna fecha o calendario para la vuelta a la democracia.

Sin duda, el anuncio m¨¢s relevante del discurso de Geisel es la promesa formal de que el ?acta constitucional n¨²mero cinco?, que otorga poderes absolutos a los militares brasile?os para el gobierno del pa¨ªs, ser¨¢ sustituida por ?otros instrumentos de salvaguardia de la Rep¨²blica?, en palabras del propio Geisel. El presidente brasile?o pidi¨® tambi¨¦n a todas las fuerzas pol¨ªticas y sectores sociales del pa¨ªs apoyo a las gestiones del senador Petronio Portela, encargado por el Gobierno militar de establecer di¨¢logo con dirigentes pol¨ªticos, partidos de la oposici¨®n y sectores econ¨®micos para la b¨²squeda de un ?consenso nacional?.Geisel ha tenido que eliminar muy serios obst¨¢culos en el seno de las fuerzas armadas brasile?as para poder hacer estas t¨ªmidas promesas de redemocratizaci¨®n. Amplios sectores derechistas del ej¨¦rcito se han mostrado permanentemente opuestos a cualquier medida pol¨ªtica que pueda alejarles del control de la naci¨®n. La figura m¨¢s representativa de este sector, el general Silvio Frota, fue destituido de su cargo de ministro del Ej¨¦rcito por el presidente Geisel. El general Frota hab¨ªa manifestado su decisi¨®n de presentarse como candidato a las elecciones del pr¨®ximo a?o, apoyado por grupos integristas dentro del ej¨¦rcito, y por algunos sectores econ¨®micos brasile?os. Dos semanas despu¨¦s de su destituci¨®n, producida hace un mes, se supo que Frota se hab¨ªa negado a acatar las ¨®rdenes de Geisel y que incluso hab¨ªa cursado ¨®rdenes a distintas guarniciones militares del pa¨ªs y al regimiento de la guardia presidencial para iniciar un movimiento contra Geisel.

Eliminado el ?obst¨¢culo Frota?, todo parece indicar que el pr¨®ximo presidente del Brasil ser¨¢ el general de tres estrellas Joao Baptista Figuereido, jefe del servicio secreto brasile?o. Figuereido tiene las preferencias del general Geisel, y se sabe que comparte las ideas de ¨¦ste sobre la formulaci¨®n de una ?democracia limitada? en el Brasil. Sin embargo, el hecho de que el favorito de Geisel no haya alcanzado las cuatro estrellas del generalato (la equivalencia de teniente general en Espa?a) ha producido reticencias entre sus compa?eros de armas, celosos guardianes del escalaf¨®n.