Pedro Ruiz: humor incisivo y c¨¢ustico de un ¨¢crata esc¨¦ptico
Presenta en Madrid un espect¨¢culo "pornopol¨ªtico"
?Es un buf¨®n de la high society, un showman corrosivo y suicida al estilo de Lenny o simplemente el c¨®mico de moda en los escenarios madrile?os? Las se?oras con abrigos de piel que esperan en la cola para verlo actuar en su espect¨¢culo ?pornopol¨ªtico? se preguntan: ??Qui¨¦n es este Pedro Ruiz y qu¨¦ va a contarnos?? Ignoran que corren el riesgo de sentirse ofendidas por su humor incisivo y c¨¢ustico que los biempensantes consideran grosero.
El masoquismo colectivo funciona, pero, sobre todo, es la calidad del espect¨¢culo el motivo de su ¨¦xito. Porque Pedro Ruiz es algo m¨¢s que el c¨®mico del momento. Camilo J. Cela descubri¨® en ¨¦l hace ya varios a?os, la continuidad de una larga tradici¨®n de humor sarc¨¢stico que se remonta al Arcipreste de Hita y pasa por Quevedo.?Soy un aguij¨®n en el culo del mundo?, se autodefine. ?Un ¨¢crata esc¨¦ptico y agn¨®stico. Un provocador contra la hipocres¨ªa y a favor de una nueva sociedad. ?
El desmitificador comienza por desmitificar su propia imagen. Reconoce las concesiones que hace para llegar al p¨²blico -?decir a la gente lo que viene a o¨ªr?- y la demagogia a la que recurre en ocasiones, aunque, ?a diferencia de los pol¨ªticos, no pretendo con ello conquistar el poder?.
Tambi¨¦n asume honestamente la contradicci¨®n que supone ofrecer su mensaje revulsivo a un p¨²blico privilegiado que lo puede neutralizar'. ?Soy lo suficientemente cobarde como para pactar con la sociedad?, confiesa. ?As¨ª compro mi libertad con dinero y tengo posibilidad de evoluci¨®n r hacia otros campos de creaci¨®n que me satisfagan m¨¢s que ¨¦ste. Cine, poes¨ªa, m¨²sica..., cualquier forma de expresi¨®n que me permita concienciar a la gente de lo absurda que es la vida que llevamos.?
Para Pedro Ruiz, el trabajo que realiza actualmente - seis a?os lleva en ¨¦l- es s¨®lo un medio para acceder a esas formas de comunicaci¨®n m¨¢s plena con el hombre, desnudo de t¨ªtulos sociales que para ¨¦l no son m¨¢s que ?la garant¨ªa de los mediocres?. Pero tambi¨¦n es consciente de las limitaciones que se imponen a toda tarea de creaci¨®n.
?La pureza de la creaci¨®n se termina en el folio. Es muy pesado negociar en este mundo. Para m¨ª, la ¨²nica gente realmente importante es la que se ha aislado, la que ha roto con este rollo y nos contempla como peque?os eunucos preocupados por aparcar el utilitario o pagar las letras.?
Pero no es la vida retirada y contemplativa para un alguien tan activo y polifac¨¦tico como Pedro Ruiz. Adem¨¢s de renovar constantemente el contenido de su espect¨¢culo, graba discos - el segundo volumen de Historia de Espa?a est¨¢ a punto de salir -, escribe canciones, poes¨ªa y ahora trabaja, en un gui¨®n de cine sobre un d¨ªa en la vida de un presidente de Gobierno. ?De cualquier presidente -aclara- Se trata de presentarlo en su intimidad y en plan desmitificador.?
El conflicto se plantea entre el deseo l¨®gico de dar a conocer el resultado de un esfuerzo de a?os y el temor de convertirse en un producto de consumo para los mass-media y perder la identidad. Vencer la tentaci¨®n de la popularidad, en una palabra.
Hasta ahora, Pedro Ruiz lo ha conseguido. Se niega a aparecer en televisi¨®n -?tal y como est¨¢ TVE es un prestigio no aparecer en ella?, bromea- y mantiene su vida privada a salvo de las intrusiones que padecen los famosos del d¨ªa.
Pol¨ªtica y pol¨ªticos
Los pol¨ªticos son las v¨ªctimas preferidas de las s¨¢tiras de Pedro Ruiz, y la imitaci¨®n caricaturesca, su t¨¦cnica de trabajo. Aunque, para ¨¦l, ?la imitaci¨®n es s¨®lo un pretexto para decir un texto?, y la pol¨ªtica, ?una desgraciada consecuencia de nuestra forma de organizaci¨®n social?. Tampoco cree en la existencia de un tipo de pol¨ªtico puro, capaz de negarse a pactar cuando se trata de seguir o no en el poder.?Si hablo de pol¨ªtica es porque es la fiebre del momento; una concesi¨®n m¨¢s con el p¨²blico. Personalmente, la pol¨ªtica ni la entiendo, ni me atrae, ni me interesa. Creo que ras ideolog¨ªas pol¨ªticas ofrecen una verdad demasiado raqu¨ªtica que no ayuda nada a ser feliz. Y esto, ser feliz, es para m¨ª lo m¨¢s importante: aprender a gozar cada instante las cosas con una conformidad que no tiene nada que ver con el conformismo.?
Entre el mesianismo ut¨®pico y el anarquismo profundo y visceral, Pedro Ruiz formula su propuesta: ?La madeja est¨¢ tan liada que hay que romperlo todo.? M¨¢s all¨¢ de las siglas y de los calificativos de ? derechas/ izquierdas?, se declara partidario de ?un partido humanista que todav¨ªa est¨¢ por nacer?.
El cuarto poder
Algunas de las imitaciones m¨¢s geniales de Pedro Ruiz son las de los hombres de los medios de comunicaci¨®n: Jes¨²s Hermida, Pedro Mac¨ªa, Amestoy. El mismo ha trabajado como periodista en la radio y en la televisi¨®n, y conoce a fondo las grandezas y servidumbres del oficio. Por ello puede opinar con conocimiento de causa. Y opina: ?Creo que hay mucha demagogia en la prensa espa?ola. Las empresas period¨ªsticas s¨®lo buscan vender m¨¢s ejemplares y est¨¢n supeditadas a las exigencias del capital. Por su parte, el periodista carece muchas veces de comprensi¨®n de la realidad del pa¨ªs y, sobre todo, quiere trepar, alcanzar la popularidad, aunque sea a costa de otros.?
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.