La autonom¨ªa sindical
Secretario General de UgtLa autonom¨ªa sindical es uno de los pilares fundamentales del sindicalismo democr¨¢tico. Continuamente est¨¢ sometida a prueba y no siempre el sindicato resiste las presiones que desde todo tipo de organizaciones se le dirigen. Por esto se hace necesario clarificar el concepto de la autonom¨ªa sindical.
La capacidad de definir sus propias caracter¨ªsticas, elaborar sus estatutos, elegir a los cuadros directivos, fijar los objetivos inmediatos y los de m¨¢s largo plazo, decidir las medidas a emplear y ejecutarlas sin ninguna interferencia de otra organizaci¨®n, son algunas de las manifestaciones de la autonom¨ªa. A esta perspectiva org¨¢nica y de acci¨®n tenemos que a?adirle la independencia econ¨®mica del sindicato, requisito indispensable para que los anteriores aspectos sean efectivos.
En su vida diaria el sindicato que responde a los intereses de clase se ve bombardeado por el Gobierno, por las empresas, por los partidos. Es un hecho, que por desgracia se repite, el af¨¢n intervencionista de muchos Gobiernos que, so pretexto de la gravedad de la situaci¨®n econ¨®mica, reduce la capacidad de negociaci¨®n del sindicato, lesiona su autonom¨ªa.
El inter¨¦s gubernamental va a veces mucho m¨¢s all¨¢ protegiendo descaradamente a alguna organizaci¨®n con el fin de obtener su apoyo incondicional en circunstancias dif¨ªciles.
Lo mismo podr¨ªa decirse del comportamiento de las empresas que promocionan la creaci¨®n o el fortalecimiento de determinados sindicatos, parad¨®jicamente calificados de independientes, cuya autonom¨ªa es s¨®lo propaganda. Por su escasa relevancia hoy no nos paramos a considerar los posibles ataques a la autonom¨ªa por parte de las iglesias.
Sin embargo, el aspecto m¨¢s atractivo para los que observan desde fuera la larga historia del movimiento obrero es, sin duda, la relaci¨®n que se establece entre sindicato y partidos. La clase trabajadora, casi desde sus comienzos como tal clase organizada, opt¨® por el sindicalismo ideol¨®go.
Estim¨® que el darse una organizaci¨®n propia ten¨ªa que enriquecerse con el instrumento de an¨¢lisis de la realidad que es la ideolog¨ªa, ya que as¨ª pod¨ªa conocer las causas de su situaci¨®n y las alternativas a la misma.
En la actualidad son muchos los sindicatos que mantienen una ideolog¨ªa frente a otras concepciones sindicales puramente reivindicativas y econ¨®micas. Como este ¨²ltimo modelo sindical resulta m¨¢s c¨®modo, menos agresivo, los sectores empresariales y pol¨ªticos m¨¢s conservadores suelen desatar peri¨®dicas campa?as contra el sindicato ideol¨®gico y, con una falta absoluta la de originalidad, repiten la cr¨ªtica de la falta de autonom¨ªa del sindicato respecto a los partidos que encarnan su misma ideolog¨ªa.
Tras tantos a?os de lucha, en muy variadas circunstancias, el sindicalismo que se inspira en la ideolog¨ªa socialista, y que por eso quiere transformar el actual sistema de organizaci¨®n econ¨®mico, ha dado constantes ejemplos de autonom¨ªa respecto a los partidos socialistas. Lo mismo aqu¨ª que en otros pa¨ªses de la Europa democr¨¢tica. Para los que no comparten la concepci¨®n socialista resulta dif¨ªcil comprender que la clase trabajadora se organiza en un doble frente, como partido y como sindicato. Los an¨¢lisis y las acciones en luna y otra organizaci¨®n coinciden con frecuencia, pero no hay que descartar la posibilidad de que difieran en sus conclusiones,
Lo decisivo es que en esos momentos ninguna organizaci¨®n intente de imponerse sobre la otra, si queremos que se mantenga la autonom¨ªa del sindicato. Algunos han simplificado el tema de la autonom¨ªa reduci¨¦ndolo a la cuesti¨®n de declarar la incompatibilidad en los cargos de direcci¨®n de sindicato y partido.
Pensamos que las mejores garant¨ªas para la autonom¨ªa se encuentran en la defensa a ultranza de los principios democr¨¢ticos, dentro del sindicato, porque es la forma m¨¢s eficaz de control por los afiliados de la gesti¨®n de sus dirigentes. Hay una relaci¨®n directa entre grado de democracia interna y autonom¨ªa en el sindicato. As¨ª lo hemos visto en el proceso orientado a la unificaci¨®n de las dos centrales sindicales que en nuestro pa¨ªs se reclaman del socialismo. Porque estamos convencidos de que es nuestra democracia interna la que sirve de apoyo en esa capacidad de an¨¢lisis, de cr¨ªtica y decisi¨®n, sin interferencia alguna, en que consiste el principio de autonom¨ªa.
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