Ofensiva clerical
?A pesar de la ofensiva clerical reiente, aqu¨ª hay que llegar a un acuerdo con la Iglesia como sea. Como los cat¨®licos son una considerable proporci¨®n de los habitantes de estas tierras, tienen derecho a que se les reconozca su importancia, pero no pueden exigir posici¨®n ninguna de privilegio. Y la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica espa?ola, que tantas veces ha arremetido contra los intentos de normalizaci¨®n institucional en el ¨²ltimo siglo y medio de historia de Espa?a, debe abstenerse esta vez de volverse de nuevo piedra de esc¨¢ndalo.El primer conflicto entre la Iglesia delsiempre y el Estado nuevo ha saltado con motivo del proyecto constitucional que pretende declarar aconfesional el Estado espa?ol. En el ¨²ltimo cuarto de siglo veinte es evidente que ¨¦ste no puede ser confesional. Pero quiz¨¢ sea convenienle no decirlo. Uno de los mayores defectos del borrador constitucional recientemente elaborado es su espeluznante prolijidad. All¨ª se prev¨¦ todo y se dice todo, all¨ª sobra casi todo. Cuanto m¨¢s corta sea la Constituci¨®n y m¨¢s claros y generales sus principios, m¨¢s f¨¢cil ser¨¢ que dure y plantear¨¢ muchos menos problemas. Probablemente no hace falta decir que el Estado espa?ol ser¨¢ aconfesional, basta con que lo sea. Como tampoco parece muy necesario proclamar prohibida la tortura. Se sobreentiende y no hay que decirlo. Como tambi¨¦n se sobreentiende que no hay que pisotear a los ancianos y escupir a las madres de familia. Cuantos menos datos concretos se den, mejor.
Pero si el problema naci¨® en la declaraci¨®n de aconfesionalidad en el borrador constitucional, el verdadero conflicto entre la Iglesia y el Estado no va por ah¨ª. El confl¨ªcto se plantea ante la pretensi¨®n eclesi¨¢stica de seguir controlando el derecho de familia, ante las subvenciones estatales para el mantenimiento del clero secular y ante la pretensi¨®n de grupos cat¨®licos integristas de que el Estado siga financiando con decenas de miles de millones al a?o a los colegios religiosos. (...)
(...) Por el momento no queda otro remedio que seguir financiando los colegios privados, mientras el Estado pone en marcha una red suficiente de institutos, y. escuelas p¨²blicas que garanticen la ense?anza gratuita y de calidad a todos los espa?oles que quieran acudir a ella. Pero llegara; un momento en que los presupuestos del Estado deber¨¢n dedicarse exclusivamente a financiar esta ensenanza estatal, sin impedir por ello que colegios privados, mantenidos por fundaciones o por los padres de los alumnos operen tambi¨¦n en el pa¨ªs. Se podr¨¢ llegar incluso a garantizar ense?anza religiosa en las instituciones del Estado si as¨ª lo desearan los padres de los alumnos. Lo que no se puede pretender es que un Estado moderno abjudique de su obligaci¨®n de proporcionar ensenanza gratuita y de calidad a tolos ciudadanos que lo deseen.
19-25 diciembre
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.