El Madrid arroll¨® en el torneo de Navidad

Lleno a rebosar en el Pabell¨®n y una gran faena para los puntuales, ya que el partido se adelant¨® en quince: minutos por exigencias de televisi¨®n y buena parte de cuantos pasaron por taquilla se quedaron sin ver los diez primeros minutos de juego. Habr¨ªa que preguntar por la opini¨®n de los afectados, a los que no har¨ªa mucha gracia encontrarse el partido comenzado despu¨¦s de haber tenido que esperar en la primera jornada veinte minutos tambi¨¦n por exigencias de la peque?a pantalla. Pero el torneo termin¨® y, como se viene haciendo tradicional, con ¨¦xito para el Madrid.Lo bueno del caso es que al final nadie qued¨® contento. Los perdedores, naturalmente, afectados por la derrota, y los campeones porque les habr¨ªa gustado triunfar ante un rival de m¨¢s enjundia. Los blancos se han sentido enga?ados una vez m¨¢s porque los universitarios que les mandan de Estados Unidos no son de la calidad por ellos deseada. Si a todo esto unimos la mala direcci¨®n t¨¦cnica que desde el banquillo tuvieron los chicos de Bradley, el resultado no puede ser otro que esos 51 puntos de diferencia que reflej¨® el marcador al t¨¦rmino del encuentro.

Stowell fall¨® al poner a su cinco incial en zona; hacerle eso al Madrid en el Pabell¨®n es poco menos que suicidarse, e insisti¨® en su idea hasta el minuto nueve, y para ese entonces la m¨¢quina blanca ya estaba en plena carburaci¨®n (31-13), y Sus piezas no se resintieron ni con la defensa de asignaci¨®n, sino al contrario aprovecharon un tanto el desconcierto de sus j¨®venes rivales ante el cambio de t¨¢ctica para marcharse hasta un 45-15 hacia el minuto doce, que hac¨ªa levantar los primeros bostezos en las gradas, no porque el juego no fuera brillante, que s¨ª lo era, pero s¨®lo a medias, y todo por parte madridista. El descanso se alcanz¨® con 72-41, no sin que antes Lolo Sainz hubiera dado ya su oportunidad a todos los hombres del banco, excepci¨®n hecha de Vicente Ramos.

En la segunda parte, Lolo S¨¢inz, como enrabietado por demostrar que necesita otros equipos de m¨¢s calidad, pone en juego a su cinco titular con el solo cambio de Crist¨®bal en el sitio de Coughran. Los yanquis prueban una y otra f¨®rmula para tratar de frenar la avalancha, pero s¨®lo Humbles, el ¨²nico hombre que ha demostrado una calidad considerable, mantiene el tipo. Al final, diferencia de esc¨¢ndalo y consumaci¨®n de un torneo que ha pasado con m¨¢s pena que gloria, Es de esperar que para el a?o pr¨®ximo el Madrid tenga rivales m¨¢s acordes con su categor¨ªa.

Sporting, 87;

Los uruguayos salvaron el honor con su triunfo ante los australianos. Factor decisivo del papel del Sporting ha sido la labor de sus tres hombres de color contratados para este torneo y que en la jornada final rubricaron su gran calidad.La clasificaci¨®n final ha quedado as¨ª: Real Madrid, Selecci¨®n de Australia, Sporting Club y Universidad de Bradley.

Australia, 78;