Los m¨¦todos del eurocomunismo

Dimitri Panin, escritor ruso exiliado en Francia, ha manifestado recientemente su asombro ante el muro de indiferencia que ha generado cuando ha querido hablar en las universidades francesas o mantener debates con l¨ªderes pol¨ªticos, especialmente marxistas. Tambi¨¦n le han llenado de extra?eza las dificultades que ha tenido que salvar para publicar sus libros en Europa occidental. Si a esto a?adimos que, por criticar al marxismo, ha sido tachado de fascista y reaccionario, podemos comprender su respuesta al denunciar que ?Europa, madre de la libertad, es tambi¨¦n el cementerio de las ideas?. Pero sobre todo es interesante la conclusi¨®n que saca de todo esto: ?Como -intelectual -dice- s¨®lo me queda pensar que los m¨¦todos marxistas se aplican ya en Occidente con ¨¦xito.?.En efecto, la actitud de los l¨ªderes del eurocomunismo no responde simplemente a un deseo de lavar su imagen de las salpicaduras de barro que pudieran caerles por los m¨¦todos de sus partidos hom¨®nimos del otro lado del tel¨®n de acero, sino que est¨¢ de acuerdo con toda. su filosof¨ªa pol¨ªtica. Seg¨²n ¨¦sta, la t¨¢ctica a seguir en los pa¨ªses de Europa occidental, donde ser¨ªa imposible una revoluci¨®n al estilo chino-sovi¨¦tico, consiste esencialmente en una ?revoluci¨®n cultural?. Su primer objetivo, hacerse con los medios de comunicaci¨®n social., con las c¨¢tedras de Universidad y los dem¨¢s puestos docentes, con el arte (al que consideran como expresi¨®n de ideolog¨ªa) desde la literatura ala m¨²sica, en de"tiva, con todos los centros de influencia en la opini¨®n y en las ideas de un pa¨ªs.

Una vez que la mayoria piense de acuerdo con la ideolog¨ªa marxista, el acceso al poder est¨¢ asegurado.

Esto, que podr¨ªa sonar a pol¨ªtica-ficci¨®n hace unos a?os, es ahora, cada vez m¨¢s, una realidad. El pa¨ªs donde m¨¢s avanzado est¨¢ este proceso es Italia, donde la ideolog¨ªa marxista es difundida a diario por gran parte de los profesores de las escuelas y de la Universidad, de los profesionales de los medios de infonnaci¨®n, por la televisi¨®n y las casas editoriales. En Espa?a, el PCE tardar¨¢ a¨²n bastantes a?os en alcanzar la influencia que tienen el PCI y el PCF en sus respectivos pa¨ªses, pero cuenta ya con importantes medios para ello. El proceso es lento, trabajoso, pero eficaz. Los partidos comunistas, especialmente el espa?ol, saben que s¨®lo obtendr¨¢n resultados a largo plazo..