Charlot y Gran Breta?a

Comentando la muerte de Charlie Chaplin (tambi¨¦n se le conoci¨® ?mundialmente? de esa manera) su reci¨¦n llegado corresponsal de Londres se precipit¨® un poco al informar que ?Gran Breta?a no perdona su exilio?, se?alando como prueba de ello la supuesta frialdad con que su muerte fue recibida por los medios informativos. La extensa selecci¨®n de recortes que adjunto demuestra que, una vez reanudada su labor despu¨¦s de Navidades, la prensa brit¨¢nica le dedic¨® a Chaplin obituarios y reportajes largu¨ªsimos, y clamorosos tributos, alcanzando niveles de cobertura poco usuales en el periodismo brit¨¢nico. No es de extra?ar ya que el ?exilio? de artistas brit¨¢nicos es cosa com¨²n y corriente que no suscita comentarios (por lo menos nativos) y, adem¨¢s, los brit¨¢nicos siempre le han tenido y le siguen teniendo mucho cari?o a Charlie Chaplin, como demostraron a su salida de Buckingham Palace en 1975, despu¨¦s de la investidura de su ?Knighthood?.Lo que quiz¨¢ podr¨ªa sorprender a un extranjero es que los brit¨¢nicos no se apresuraran en reclamar a Chaplin como compatriota, actitud que se explica sencillamente como un reconocimiento instintivo y objetivo de la universalidad de su arte. Sin embargo, el embajador brit¨¢nico en Suiza estuvo presente en el entierro.

Cambiando de tema, ?de d¨®nde han sacado ustedes que Zero Mostel fue ?uno de los representantes t¨ªpicos del humor anglosaj¨®n?? (EL PA?S, 28 de diciembre). Menudo despiste, si con s¨®lo fijarse en el nombre se comprueba que se trata de otro genial exponente de la gran tradici¨®n humor¨ªstica jud¨ªa.