Pacto entre socialistas y democristianos portugueses
Un mes despu¨¦s de su inicio, la crisis gubernamental portuguesa parece llegar a su fin. El lunes Mario Soares comunicar¨¢ al presidente Ramalho Eanes las conclusiones de una semana de negociaciones en vista a la formaci¨®n del nuevo Gobierno. El contenido de dichas negociaciones permanece envuelto en el mayor secreto, pero despu¨¦s del encuentro del viernes con el presidente de los democratacristianos (CDS), calificado de ?semifinal?, Soares se ha declarado optimista en relaci¨®n a la posibilidad de presentar ya el martes un acuerdo de Gobierno.
Los estados mayores pol¨ªticos de tres de las principales formaciones se re¨²nen este fin de semana: las comisiones nacionales del PS y del Centro Democr¨¢tico y Social (CDS),en Lisboa, el Consejo Nacional del Partido Social Dem¨®crata, en Faro (Algarve).En el caso de los dos primeros, los ¨®rganos supremos partidarios tendr¨¢n que dar su ratificaci¨®n al pacto que ya parece existir en sus grandes l¨ªneas entre los dos partidos. Para preservar las sensibilidades de algunos sectores de su electorado, los dirigentes del CDS han multiplicado estos d¨ªas las declaraciones p¨²blicas seg¨²n las cuales no es l¨ªcito todav¨ªa considerar el acuerdo como concluido. Pero estos desmentidos son poco convincentes frente a declaraciones como las de Freitas Do Amaral a Le Monde, seg¨²n las cuales no existen ?contradicciones entre los programas de los dos partidos hasta 1980?.
Del lado socialista, el paso m¨¢s ?doloroso? ha sido dado la semana pasada, con la aceptaci¨®n, por el secretariado nacional del partido, de la entrada en el Gobierno de personalidades pertenecientes a otros partidos.
El consejo nacional del Partido Social Dem¨®crata, en Faro es el acontecimiento que suscita la mayor curiosidad. El PSD, segundo partido portugu¨¦s, que prepara su congreso extraordinario para el 29 de este mes, est¨¢ tratando de superar la crisis abierta con la dimisi¨®n de su presidente, Francisco de Sa Carneiro. El dirigente en ejercicio, Sousa Franco, reconoce que las negociaciones internas para tratar de conseguir un equilibrio estable entre las dos l¨ªneas que dividen al partido han influenciado todo el comportamiento de los socialdem¨®cratas y su capacidad negociadora en relaci¨®n a las otras formaciones.
Sousa Franco, cuya autoridad en el partido ha crecido ¨²ltimamente, va a empe?arse a fondo en favor de una soluci¨®n de compromiso. Para ¨¦l, las dos componentes del PSD, la ?rural?, encabezada por Sa Carneiro, y la ?urbana?, que encabeza Sousa Franco, no pueden excluirse sin destruir al partido. ?No se trata -precisa Sousa Franco-, de preconizar un partido bic¨¦falo?, sino de estructurar una direcci¨®n ¨²nica que pueda tener dos caras: la de Sa Carneiro, restablecido en la presidencia del partido como l¨ªder carism¨¢tico del electorado cuantitativamente m¨¢s numeroso y m¨¢s conservador del norte y centro del pa¨ªs, y la de Sousa Franco, presidente de la comisi¨®n pol¨ªtica al frente del sector de cuadros ideol¨®gicos y tecnocr¨¢ticos del partido.
Sin embargo, la semana que se acaba ha sido se?alada con la nueva crisis en el seno de la direcci¨®n del PSD: la comisi¨®n pol¨ªtica ha vetado la publicaci¨®n en el ¨®rgano del partido del art¨ªculo semanal que firma Sa Carneiro. Las severas cr¨ªticas en ¨¦l formuladas contra el presidente de la Rep¨²blica han sido consideradas como inoportunas. Este simple hecho encubre la divergencia m¨¢s importante y que tendr¨¢ que ser resuelta este domingo: Sa Carneiro sigue empujando al partido hacia una actitud de oposici¨®n sistem¨¢tica al Partido Socialista, lo mismo que al presidente Eanes. Sousa Franco y sus partidarios declaran compartir la preocupaci¨®n de Sa Carneiro de impedir una falsa soluci¨®n para la crisis de Gobierno, a trav¨¦s de acuerdos sin principios, pero son sensibles al peligro de un aislamiento del PSD.
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