Afirmaci¨®n del sindicalismo aut¨®nomo
De la Comisi¨®n Ejecutiva de USOEn estos d¨ªas, los trabajadores estamos protagonizando un hecho vital para el futuro de nuestra situaci¨®n en la empresa: las elecciones sindicales. Unas elecciones que, por las coordenadas hist¨®ricas -posiblemente irrepetibles- en que est¨¢n situadas, adquieren especial importancia. En ellas, estamos configurando ¨®rganos unitarios y estables, formados por aquellos compa?eros que mejor representan y defienden nuestros intereses ante el empresario. Estamos diciendo con nombres y apellidos, cu¨¢les son los compa?eros que gozan de nuestra confianza a la Lora de la reivindicaci¨®n o la negociaci¨®n; y adem¨¢s, estamos dando el primer paso serio hacia la conquista de la libertad sindical, cuyo principio ser¨¢ la acci¨®n sindical en la empresa, llevada en forma unitaria y aut¨®noma, con el apoyo y la confianza de todos los trabajadores.
Pero en estas elecciones sindicales nos estamos jugando una cuesti¨®n fundamental, de la que nadie quiere hablar. Nos estamos jugando el tipo de sindicalismo que se va hacer en este pa¨ªs en el futuro. Cuando se nos propone votar listas centrales sindicales en funci¨®n un pasado hist¨®rico, que la mayor parte de nosotros no conoci¨® m¨¢s que por los libros; cuando nos propone votar a unas siglas sindicales en funci¨®n del aparato industrialmente montado de que disponen, en lugar de unos hombres concretos de carne y hueso que n luchado, luchan y luchar¨¢n a nuestro lado y al ritmo que nosotros marquemos, en realidad, nos est¨¢ pidiendo que consolidemos un sindicalismo burocr¨¢tico, de despachos oficiales, donde ios cuantos ?inteligentes? piensen y decidan qu¨¦ es lo que les conene mejor a los ?pobres trabajadores?. Cuando se nos pide el voto ira una determinada central sindical, en raz¨®n de que el partido pol¨ªtico de quien depende es un partido obrero y tiene representaci¨®n parlamentaria, se nos est¨¢ pidiendo que nos convirtamos en strumento pol¨ªtico utilizable en inci¨®n de la lucha por el poder que el partido se plantea, y que no empre coincide con los intereses ? los trabajadores (l¨¦ase pacto de Moncloa).
La USO es consciente de que en las elecciones sindicales se va a intentar -y en muchos casos se va a conseguir- vender la idea de que y un sindicalismo socialista, otro comunista, otro amarillo o cristiano, etc¨¦tera. Esta ser¨¢ la gran estafa que se pretender¨¢ realizar a los trabajadores. Porque no existen sindicalismos ideol¨®gicamente enfrentados.El sindicalismo, o es de clase o no es sindicalismo. Y si es de clase, debe serlo de toda la clase y no s¨®lo de una parcela ideol¨®gica, hist¨®ricamente enemistada e irreconciliable con otras.
El sindicalismo es el instrumento democr¨¢tico por excelencia de todos los trabajadores, que nos sirve ira la defensa y el ataque al eneIgo com¨²n: la explotaci¨®n de todo tipo a que nos somete el sistema capitalista. Ante este enemigo com¨²n, los trabajadores socialistas, comunistas o anarquistas, cristianos o ateos, j¨®venes o viejos, con acuerdos hist¨®ricos o esperanzas de futuro, debemos construir juntos nuestro sindicato de clase, aut¨®nomo de intereses ajenos a los nuestros propios; no partidista, capaz de dar respuesta pol¨ªtica y social a toda la clase y no s¨®lo a una parcela ideol¨®gica. La USO no cree de la clase trabajadora se subdirector da en subclases ideol¨®gicas a nivel sindical.
Los candidatos de la USO comparecen a estas elecciones con el prop¨®sito decidido de apoyar y colaborar en la configuraci¨®n de ¨®rganos unitarios, representativos y aut¨®nomos en cada empresa; convencida de que la unidad de acci¨®n que de ellos ha de surgir¨¢ el primer paso que nos acerque a la unidad sindical org¨¢nica. Una unidad que no pueden hacer las siglas, pero s¨ª los hombres. Una unidad que no pueden construir los sindicatos, pero s¨ª imponer los trabajadores.
La USO quiere configurar a partir de estas elecciones, un sindicailismo dirigido por los propios trabajadores, sin directrices externas al sindicato; un sindicalismo pol¨ªtico, pero aut¨®nomo de intereses partidarios. Capaz de laborar y poner en pr¨¢ctica la pol¨ªtica de los trabajadores, coincida o no con los intereses parlamntaristas o t¨¢cticos de los distintos partidos. Un sindicalismo en definitiva que haga del trabajador protagonista ¨²nico de su historia, las reivindicaciones y sus logros, luchando contra todo intento de burocratizaci¨®n, de paternalismo sindical o de dirigismo vanguadista desde los partidos.
La USO pretende, finalmente, configurar y consolidar la aut¨¦ntica unidad sindical desde la base; bajo la bandera de la autonom¨ªa sindical que sostenemos desde nuestro nacimiento -pasando por nuestra reciente historia-, caben todos los trabajadores, sean cuales fueren sus ideales pol¨ªticos; filos¨®ficos o morales; pues, para la USO, s¨®lo existe una suprema obediencia: los intereses comunes todos los trabajadores. Por encima de nuestras diferencias de cualquier tipo, la USO pretende quee todos los trabajadores camine os al mismo paso para transformar positivamente la relaci¨®n de fuerzas sociales, y construyamos e ntos una sociedad donde sea un hecho la igualdad y, en consecuencia, sea real la libertad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.