El proceso de desertizaci¨®n de Espa?a es grave
En el a?o 2000 la cantidad de tierra que actualmente no llega a alimentar a una persona tendr¨¢ que dar de comer a dos. Unos ochenta millones de personas est¨¢n. amenazadas por un descenso inmediato en la productividad de Las tierras de las que dependen, a causa de la desertificaci¨®n. De ellos, diez millones habitan en la cuenca mediterr¨¢nea, diecis¨¦is millones en Africa, veinticuatro millones en Am¨¦rica y veintinueve millones en Asia y Australia. Informa Benigno Varillas.
En el mapa mundial de desertizaci¨®n, publicado recientemente por las Naciones Unidas, m¨¢s de la mitad del territorio espa?ol -caso ¨²nico en Europa- aparece corro¨ªdo por un proceso erosivo que afecta gravemente a m¨¢s del 25 % de la superficie del territorio nacional, y de forma alarmante a otro 27 %.Almer¨ªa y, Granada se sit¨²an a la cabeza de las provincias m¨¢s afectadas, con un 50 % de superficie gravemente erosionada. Les sigue Murcia, con un 48 %, y otras provincias del sureste espa?ol, como M¨¢laga, Albacete y Alicante.
?Como consecuencia del descarnamiento de nuestro suelo -manifiesta un documento de trabajo sobre pol¨ªtica forestal elaborado recientemente por el Colegio de Ingenieros de Montes-, a?o tras a?o se producen unos arrastres de tierras del orden de los mil millones de toneladas, cifra que puede ser calificada de pavorosa, si considerarnos que estas tierras, unif¨®rmehiente repartidas, equivalen a una capa de un mil¨ªmetro extendida a lo largo de todo el territorio nacional, cuya reconstrucci¨®n por la Naturaleza es cuesti¨®n de siglos. Si seguimos perdiendo suelo, al llegar al a?o 2000, cada uno de los 44 millones de espa?oles que vivan en esas fechas no dispondr¨¢ ni siquiera de inedia hect¨¢rea de terrenos aptos para producir su sustento, y esta cifra est¨¢ por debajo del m¨ªnimo necesario aceptado internacionalmente?.
Consecuencia y or¨ªgenes de la erosi¨®n
La p¨¦rdida de tierras, agua y elementos fertilizantes, la indefensi¨®n ante- las inundaciones y riadas y el aterramiento de pantanos, r¨ªos y cuencas, son los principales problemas causados por la erosi¨®n.
La p¨¦rdida del horizonte superior de los terrenos los inhabilita total o parcialmente para el cultivo y les priva de la capa de elementos fertilizantes, depauper¨¢ndolos.
La erosi¨®n del suelo y la escasez de vegetaci¨®n facilitan el acrecentamiento de las aguas fluentes y su transformaci¨®n en aluviones y riadas. Las inundaciones del sureste espa?ol en octubre de 1973 (doscientos muertos, 9.000 millones de p¨¦rdidas) demostraron que en aquellas comarcas donde se hab¨ªan realizado obras contra la erosi¨®n no se produjeron esas catastr¨®ficas consecuencias.
Por ¨²ltimo, el aterramiento de los embalses, fen¨®meno que est¨¢ acortando el per¨ªodo de vida de estas costosas obras y con ello su rentabilidad, hasta el punto de llegar a inutilizarlas.
En Espa?a, dos factores fundamentales que propiciaron el fen¨®meno de desertizaci¨®n fueron la Mesta, con su pol¨ªtica centrada en la ganader¨ªa en detrimento de la agricultura y el suelo, y la desamortizaci¨®n de Mendiz¨¢bal, que acaba definitivamente con el necesario equilibrio agricultura- ganader¨ªa, adem¨¢s de alterar el r¨¦gimen de propiedad de la tierra. Una actuaci¨®n decisiva en todo este proceso erosionante, acelerado en los ¨²ltimos a?os, fueron las grandes roturaciones de la posguerra, destinadas a habilitar nuevos espacios de cultivos agr¨ªcolas: sin demasiados resultados.
En opini¨®n del bolet¨ªn Documentos,editado por el Banco de Bilbao, ?el aspecto decisivo para configurar las causas de la erosi¨®n del suelo en el tiempo presente es la estructura de la propiedad del suelo mismo. A partir de 1939, gran cantidad de terrenos son adquiridos por particulares, a bajo precio y con facilidades, para fomentar la repoblaci¨®n. En consecuencia, una parte importante de monte p¨²blico pasa a manos privadas, convirti¨¦ndose Espa?a en el pa¨ªs europeo con menos propiedad estatal de sus montes (menos del 10 %). En muchos casos, la especulaci¨®n se sit¨²a por delante de la repoblaci¨®n. Dos caracter¨ªsticas de esta estructura van a ser definitivas de cara a la erosi¨®n: la descapitalizaci¨®n de las propiedades y su atomizaci¨®n, factores que imposibilitan una pol¨ªtica realista contra el grave problema de la erosi¨®n del suelo?.
Medidas urgentes
La repoblaci¨®n forestal es una de las medidas m¨¢s importantes para detener la desertizaci¨®n. Los bosques, adem¨¢s de cumplir una misi¨®n protectora, tienen una faceta productora y de ocio que los hace doblemente ¨²tiles y rentables. Sin embargo, el 55 % de la superficie forestal nacional se halla desarbolada y sometida a una erosi¨®n creciente. Por otro lado, es imprescindible que se adopten t¨¦cnicas de cultivo correctoras, tipo a los cultivos en terraza, que impidan los arrastres de tierra por las aguas o el viento.
La amenaza de que parte de la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica podr¨ªa convertirse en una superficie lunar antes de un siglo es tan real como que en un aguacero fuerte, en las ¨¢reas agr¨ªcolas de secano, la p¨¦rdida es de hasta quinientas toneladas de tierra por hect¨¢rea, cuando la cifra. considerada normal supone unas doce toneladas.
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