"Es necesario implantar una ¨¦tica ecol¨®gica de respeto a nuestros semejantes"
El libro Ecolog¨ªa y Desarrollo es una versi¨®n corregida, reordenada y considerablemente ampliada de la pol¨¦mica sobre los l¨ªmites al crecimiento, ambos editados por Alianza Editorial y escritos por el catedr¨¢tico de Econom¨ªa y miembro del Comit¨¦ Ejecutivo del Partido Comunista espa?ol, Ram¨®n Tamames.Los estragos en el equilibrio ecol¨®gico, el deterioro de la calidad de la vida en las grandes ciudades, la poluci¨®n del aire y de las aguas, la acumulaci¨®n de desechos industriales, las perspectivas de agotamiento de algunas materias primas b¨¢sicas, la crisis generalizada de la energ¨ªa, el retraso de la producci¨®n agr¨ªcola respecto al crecimiento demogr¨¢fico, son, problemas que preocupan cada vez m¨¢s a las sociedades industrializadas, y de los que Ram¨®n Tamames, miembro fundador, all¨¢ por 1970, de AEORMA, uno de los primeros grupos ecologistas, habla en este libro, que en su ¨²ltima p¨¢gina finaliza reclamando para, la humanidad una nueva ¨¦tica ecol¨®gica.
EL PA?S: ?Qu¨¦ entiende usted bajo este concepto?
Ram¨®n Tamames: Una ¨¦tica ecol¨®gica es algo m¨¢s que unos principios de conservaci¨®n del medio ambiente. Supone implantar unos principios morales, de asociaci¨®n con la naturaleza, de respeto a nuestros semejantes. Una conducta privada que haga posible legar a las generaciones futuras un mundo en equilibrio, que permita la eficacia de las medidas que se tomen para solucionar todos estos problemas que planteo en este libro.
EL PA?S: ?C¨®mo se podr¨ªa implantar esta ¨¦tica en nuestra actual sociedad, que antepone el desarrollo a todo equilibrio ecol¨®gico?
R. T.: Estamos un poco, desde el punto de vista macroecon¨®mico con una especie de extra?a nostalgia de las tasas de crecimiento de los a?os sesenta. El modelo de crecimiento todav¨ªa no ha cambiado, sin embargo, la senda de pol¨ªtica econ¨®mica que se plantea ahora incorpora una serie de correcciones a la trayectoria actual. Se pretende democratizar diversas instituciones como la Seguridad Social, el INI y otras empresas p¨²blicas, modernizar la agricultura, sobre todo dando protagonismo a los agricultores. Tambi¨¦n se intentan reformas en el aspecto urban¨ªstico. Todo eso est¨¢ en marcha, pero eso no significa que el problema est¨¦ resuelto. A¨²n no existe la conciencia de que lo m¨¢s importante en los pr¨®ximos a?os va a ser redistribuir m¨¢s que aumentar y democratizar m¨¢s que crear instituciones nuevas.
Una cosa son las libertades p¨²blicas y otra la democracia. El poder est¨¢ en manos de la derecha, y a la derecha no le interesa hacer cambios, prefiere que las cosas sigan como est¨¢n. Si han aceptado el pacto de la Moncloa ha sido como un apoyo que ellos necesitan, pero no por voluntad de cambio. Solamente la izquierda en el poder podr¨ªa llevar a cabo esos cambios que permitir¨ªan un enfoque m¨¢s ecol¨®gico de nuestro desarrollo.
"La pol¨¦mica nuclear ser¨¢ inacabable"
EL PA?S: Hay decisiones que se tienen que tomar ahora y que pueden ser irreversibles para ese equilibrio ecol¨®gico. Concretamente, la energ¨ªa nuclear. ?No cree que la Oposici¨®n deber¨ªa plantearse con seriedad estas cuestiones?R. T.: Todav¨ªa no hay una conciencia de que el crecimiento del consumo energ¨¦tico no es un indicador de desarrollo y de que puede ser el encubrimiento de grandes derroches de todo tipo. Viene impuesto por toda una serie de inercias, como el crecimiento de las grandes ciudades, la difusi¨®n ?limitada del autom¨®vil como veh¨ªculo privado, por falta de organizaci¨®n de los transportes p¨²blicos; el consumismo, los art¨ªculos de r¨¢pido deterioro, etc¨¦tera.
La pol¨¦mica de la energ¨ªa nuclear ser¨¢ inacabable. El problema est¨¢ en el modelo de crecimiento. Si vamos a seguir creciendo al ritmo actual, llegar¨ªamos a una crisis energ¨¦tica sin esas centrales.
EL PA?S: El factor m¨¢s pol¨¦mico de la energ¨ªa nuclear son sus residuos altamente radiactivos y t¨¦cnicamente indestructibles. La decisi¨®n de que se produzcan y almacenen esos residuos es una medida que afectar¨¢ a las pr¨®ximas generaciones durante 24.000 a?os. De alguna manera ello incidir¨¢ en todos los sistemas pol¨ªticos futuros.
R. T.: Personalmente, yo considero que el problema de las centrales nucleares es capital. Todo lo que se refiera a este asunto deber¨ªa estar centrado en un sector p¨²blico abierto a la participaci¨®n de todas las fuerzas pol¨ªticas y sociales, teniendo en cuenta que es una actividad que va mucho m¨¢s all¨¢ de cualquier gesti¨®n de gobierno.
Es lamentable que no haya una autoridad internacional en la que se haya debatido este tema a fondo. La verdad es que la izquierda todav¨ªa no se ha pronunciado, a pesar de que se hayan manifestado posiciones personales. Yo no tengo todav¨ªa una posici¨®n definida, pero en el interior algo me dice que ¨¦se es el m¨¢s grave peligro de la humanidad en el futuro y que habr¨ªa que establecer un criterio despu¨¦s de una discusi¨®n urgente.
La conservaci¨®n del planeta exigir¨ªa en el tratamiento de la energ¨ªa at¨®mica de una prudencia que hoy no existe, nos hemos lanzado a una carrera desenfrenada absolutamente loca. Hemos entrado en un camino que no sabemos a d¨®nde nos va a llevar.
EL PA?S: En toda esta pol¨¦mica est¨¢ surgiendo con fuerza la voz de un nuevo movimiento ciudadano. ?Qu¨¦ opina del papel de los ecologistas?
R. T.: Tengo una especie de sentimiento de culpabilidad de no haber estado el 17 de septiembre pasado en el congreso ecologista de Cercedilla. Pensaba haber asistido a aquella reuni¨®n porque creo que hay que impulsar este movimiento.
EL PA?S: ?C¨®mo explica que las reivindicaciones de los ecologistas no hayan sido ya reivindicadas por los partidos de izquierda?
R. T.: Los partidos pol¨ªticos, los partidos de izquierda, han estado absorbidos durante la ¨¦poca franquista en la lucha por la democracia, por cuestiones inmediatas, esta es la principal causa por la que los temas ecol¨®gicos van con retraso en su tratamiento. El esfuerzo ecologista es muy importante, y yo creo que a partir de ahora los partidos pol¨ªticos de izquierda le van a dedicar m¨¢s atenci¨®n.
EL PA?S: ?Puede dar el marxismo una respuesta a todas estas cuestiones?
R. T.: Ese es tambi¨¦n el intento del libro Ecolog¨ªa y Desarrollo, no es todav¨ªa un libro de respuestas concretas. A m¨ª me parece que cuando el lector termina de leerlo tendr¨¢ la idea de que estoy por el movimiento ecologista, que hay unos l¨ªmites al crecimiento en el planeta, que se necesitan unos controles internacionales con capacidad de imposici¨®n en toda una serie de cuestiones que afectan a todo el planeta y, finalmente, para que todo eso no implique una dictadura ecologista tiene que haber una ¨¦tica ecol¨®gica que se manifieste cotidianamente en todas nuestras acciones, desde no tirar papeles a la calle hasta no derrochar energ¨ªa.
La idea de rehacer Espa?a se podr¨ªa llevar a cabo en una generaci¨®n y con inversiones de un, monto que comparado con las que se est¨¢n haciendo en otras cosas ser¨ªa asonibrosamente bajo. Con un esfuerzo de repoblaci¨®n forestal racional se habr¨ªan solucionado muchos problemas, y as¨ª en las dem¨¢s esferas. Antes ser¨¢ necesario que el poder y la sociedad lleguen a disponer de esa conciencia o ¨¦tica ecol¨®gica a la que hac¨ªa referencia.
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