Sobre la autonom¨ªa canaria

Conviene aclarar conceptos y actitudes sobre la preautonom¨ªa que por estos lares se discute al tratarse de olvidar, por los ego¨ªsmos de dos islas, que para las cinco restantes del archipi¨¦lago, descentralizaci¨®n y autonom¨ªa significa desprovinciar de Gran Canaria y Tenerife.En Canarias, las entidades territoriales personificadas son sus siete islas, por lo que se oponen denodadamente a que el bosque de la autonom¨ªa oculte los ¨¢rboles de todas y cada una de esas islas. Partiendo de lo anterior, debe observarse que en Canarias subsiste un r¨¦gimen biprovincial centralista, que se superpone al auton¨®mico a nivel insular de sus peculiares cabildos, al que se aferran las dos islas capitalinas en detrimento de las menores, pese a demandar para ellas su descentralizaci¨®n de Madrid.

Y en la constituci¨®n del ente regional, que vendr¨ªa a protagonizar la autonom¨ªa canaria, se encaminan los proyectos del texto preauton¨®mico que los parlamentarios hacen con el poco acierto de mirar m¨¢s al tendido electoral de los mayoritarios votos de Tenerife y Gran Canaria que a la realidad geopol¨ªtica y socio-econ¨®mica que el territorio auton¨®mico de la regi¨®n canaria acredita.

As¨ª, sobre materiales propios para derribo del r¨¦gimen provincial periclitado, con representaciones del mismo emanadas, pues s¨®lo cuatro senadores representan a cinco islas frente a diecinueve parlamentarios de las otras dos, se pretende construir el superior organismo rector de la preautonom¨ªa regional, cuando todas las islas constituyen intereses y econom¨ªas concurrentes, precisadas de un equilibrio de representaciones y poderes que eviten se pueda seguir ejerciendo en la regi¨®n naciente ninguna clase de tiran¨ªas olig¨¢rquicas ni caciquiles.