El inter¨¦s de todos los trabajadores
Secretario general segundo del Sinfficato Unitario (SU)Las elecciones sindicales, que se van a celebrar reguladas por el decreto del pasado 13 de diciembre, tendr¨¢n en buena medida un car¨¢cter distinto que las celebradas bajo el franquismo. Al no existir el sindicato vertical y estar legalizados los sindicatos de trabajadores, los obreros tenemos mayores posibilidades de ejercer nuestra libertad sindical.
Sin embargo, el decreto-ley del Gobierno impone graves limitaciones a la libertad sindical y es muy perjudicial para los trabajadores. Dichas limitaciones, que favorecen a los grandes capitalistas y a su principal representante, el Gobierno de UCD, han sido denunciadas por el SU en numerosas ocasiones.
L¨®gicamente, se puede pensar que si el conjunto de los sindicatos hubieran hecho un frente com¨²n, el.Gobierno no hubiera podido imponer un decreto a su antojo, tan lesivo para los intereses de los trabajadores. Esto no ha sido posible, y justo es pensar que este decreto se negoci¨® a puerta cerrada con UGT y CCOO, como una de las ?mejoras? del pacto social de la Moncloa. As¨ª las cosas, en las elecciones sindicales van a existir tres modos diferentes de enfocarlas, que responden a los intereses que se representan: En primer lugar, el Gobierno y la patronal. Sus prop¨®sitos son que las elecciones sirvan para que surjan ?negociadores c¨®modos? y ?comprensivos? con los intereses capitalistas. Con este objeto buscan crear las condiciones m¨¢s favorables para dividir al m¨¢ximo a los traba adores y abrir, al mismo tiempo, las puertas al reagrupamiento de los verticalistas y a la aparici¨®n de los sindicatos amarillos. En este sentido podernos entender las ¨²ltimas declaraciones de la CEOE.
Los refomistas se plantean las elecciones sindicales corno una batalla por conseguir el mayor control posible en el movimiento obrero, sin buscar la unidad frente a las maniobras del Gobierno y convirtiendo las elecciones en una lucha entre sindicatos. Esta posici¨®n est¨¢ representada por la CS de CCOO y UGT, que compiten entre s¨ª, pero que, al mismo tiempo, tienen el prop¨®sito conjunto de imponer la hegemon¨ªa de ambos sindicatos y de aniquilar en la batalla electoral, si fuera posible, al sindicalismo de clase representado por el SU. El objetivo electoral de la direcci¨®n de estos sindicatos es hacer ver que controlan una parte del movimiento obrero para utilizarlo como arma de regateo en sus pactos con la patronal y el Gobierno.
El SU es la tercera opci¨®n, y enfoca las elecciones sindicales come corresponde a los intereses de todos los trabajadores. Nuestra posici¨®n se puede resumir en lo siguiente: convertir las elecciones en un arma para la unidad, la organizaci¨®n y la lucha de los trabajadores por el pan, el trabajo y la libertad, frente a la ofensiva antidemocr¨¢tica del Gobierno de UCD y la posici¨®n intransigente de la patronal, que se apoya en el pacto social de la Moncloa y no detiene su ofensiva en sus l¨ªmites. Las ofertas salariales de los patronos de la construcci¨®n de Madrid son buena prueba de ello.
De acuerdo con el planteamiento de nuestro sindicato, en las elecciones ¨²nicamente deber¨ªa haber dos frentes: el de los trabajadores., representado en la unidad electoral de sus sindicatos, y el de la patronal y el Gobierno.
Sin embargo, el Gobierno y los reformistas van a imponer en buena medida que las elecciones sean una batalla en m¨²ltiples frentes, desconcertando, debilitando y desuniendo las filas de los trabajadores. Al parecer, a la direcci¨®n de CCOO y UGT lo ¨²nico que les importa es imponer su hegemon¨ªa, aunque esto sea a costa de debilita? a los trabajadores y favorecer el reagrupamiento de los viejos verticalistas. Hoy los resucitadores de la CNS, junto a nuevos agentes amarillistas, se esfuerzan en construir los llamados sindicatos independientes.
Pero la clase obrera est¨¢ mostrando tambi¨¦n una gran conciencia del momento pol¨ªtico y econ¨®mico que atraviesa el pa¨ªs y sabe que la unidad es la clave para impedir que se descargue sobre los trabajadores las duras consecuencias de la crisis econ¨®mica y hacer frente a la ofensiva antidemocr¨¢tica del Gobierno. La huelga general contra los expedientes de crisis, el 2 de diciembre en Vizcaya y la amplitud que est¨¢ tomando el apoyo de los trabajadores a la marcha de los parados son una prueba de c¨®mo los trabajadores sabemos imponer organismos de unidad y desde ellos promover la solidaridad y el apoyo de todo el pueblo.
Este esp¨ªritu unitario de la clase obrera espa?ola y los 500.000 afiliados con los que cuenta el SU, entre los cuales est¨¢n miles de hombres y mujeres destacados luchadores, que contribuyen a levantar el gran movimiento unitario que se forj¨® bajo las condiciones de fascismo, son la base para que el SU gane el apoyo de millones de trabajadores en las elecciones sindicales. La clase obrera, que se esfuerza en conseguir la unidad para conquistar el pan, el trabajo y la libertad, tiene en el SU el instrumento para forjarla.
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