Libertad de ense?anza

Es incre¨ªble que quienes durante cuarenta a?os no han dicho ni p¨ªo sobre la libertad de ense?anza, porque la ense?anza que se hac¨ªa en exclusiva era la suya, ahora clamen por esa libertad de ense?anza. ?Invocando los derechos humanos! ?Y luego dicen que la democracia no hace milagros!Bien. Libertad para todos. Nadie -pienso- de los que sufrieron sus m¨¦todos quiere pagarles en la misma moneda. Esa es la gran diferencia entre unos y otros. Pero al lado de la libertad que pregonan pongamos nosotros la igualdad que callan y ocultan. Igualdad para que cualquier hijo de bracero del campo, o pe¨®n de la ciudad, pueda llevar sus hijos a esos colegios privados de la Iglesia donde se pagan 10.000, 15.000, 20.000 pesetas mensuales. Claro est¨¢, no por la educaci¨®n en s¨ª, sino por los infinitos medios materiales con que cuentan, ?y que tambi¨¦n ellos est¨¢n pagando!, mientras en la escuela de todos se carece de todo.

Pero se sabe -sabemos- que por ah¨ª hoy no es posible la igualdad. ?Ojal¨¢! S¨®lo queremos que para todos los espa?oles hubiese, al menos, esa escuela llena de carencias. Para eso es preciso tan s¨®lo elevar la escuela de todos, detrayendo los privilegios de los pocos hacia las necesidades de los m¨¢s.

?Que los m¨¢s ricos y poderosos desprecian la escuela de todos -a la que tambi¨¦n tienen derecho- y quieren otros centros elitistas? Muy bien, pero que se los paguen ellos solos, en nombre de su libertad.

Y finalmente opino que en la escuela no deber¨ªa impartirse ning¨²n tipo de ense?anza religiosa. Esta deber¨ªa llevarse a cabo por las catequesis de cada confesi¨®n religiosa. De esta manera la escuela se ver¨ªa libre de toda pol¨¦mica de tipo religioso