Otra vez Tarradellas

Tengo el gusto de comunicarle, y creo expresar en ello un sentimiento bastante generalizado, la indignaci¨®n que me ha producido las declaraciones del se?or Tarradellas sobre la proliferaci¨®n de las autonom¨ªas.Entiendo que uno de los frutos de la democracia es la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, con igualdad de derechos y deberes; entiendo asimismo,que la autonom¨ªa conlleva una serie de ventajas que la hace siempre deseable, m¨¢xime considerando el v¨¢riopinto mosaico que constituye Espa?a.

Por tanto, en exquisito respeto a la democracia, hemos de reconocer que la autonom¨ªa exigida por cualquier regi¨®n ha de ser rigurosamente equitativa en el reparto de las ventajas que de tal situaci¨®n se deriven. Extremadura, Galicia o Arag¨®n tienen el mismo derecho a ella que Catalu?a o el Pa¨ªs Vasco, o quiz¨¢ m¨¢s, dada la postraci¨®n econ¨®mica en que cualquier regi¨®n espa?ola se encuentra en comparaci¨®n con los dos casos precitados que se hallan a la cabeza en renta per c¨¢pita. Harto sospechoso resulta, aunque nada extra?o en el medio capitalista en que nos movemos,que se promulgue la autonom¨ªa en primer lugar, y seg¨²n vemos hasta con intentos de exclusividad, a los dos pa¨ªses m¨¢s ricos de Espa?a.

Respecto a la frase del se?or Tarradellas de que los catalanes en cuarenta a?os no han tenido ning¨²n ministro.... le aconsejar¨ªa se diera una vuelta por Galicia y se entere de las ventajas que esos cuarenta a?os le proporcionaron por tener a un gallego no ya ministro sino como vitalicio jefe de Estado.

Para terminar: La Mancha, as¨ª como cualquier pa¨ªs, pueblo o regi¨®n de la tan manida piel de toro, exige ser tratada exactamente al mismo nivel que Catalu?a.