E. Tierno Galv¨¢n: no hay diferencias ideol¨®gicas profundas

?-?Qu¨¦ es lo que ha impedido hasta ahora la unidad socialista?-Los factores son varios, y en ocasiones dif¨ªciles de definir, pero algunos est¨¢n claros, como por ejemplo la historia de los dos partidos, pues la m¨¢s inmediata es distinto, aunque ambas provienen del socialismo; pero es evidente que en este sentido la historia ha pesado. Desde una perspectiva hist¨®rica m¨¢s lejana, vemos que las diferencias son menores, que tienen menos importacia. En segundo lugar, no hay duda de que han surgido hostilidades, incomprensiones, porque es l¨®gico que haya este tipo de tensiones entre partidos que ocupan un espacio pol¨ªtico, y aunque en el pasado proceso electoral todos tuvimos cuidado, no dejaron de producirse ciertas tensiones que, por fortuna, vamos superando. Por otro lado, las elecciones fueron expl¨ªcitas, y esto es incuestionable. Uno de los partidos socialistas, por las razones que sean, ha tenido un n¨²mero muy considerable de diputados, lo cual, inevitablemente, conduce a que la diferencia de poder entre ambos partidos provoque diferencias. Estos tres factores han sido los que m¨¢s han influido, porque si miramos a los programas de cada partido, eran realmente muy parecidos, y s¨®lo se diferenciaban en los matices, y algo m¨¢s, en las aplicaciones pr¨¢cticas, sin tener divergencias ideol¨®gicas profundas.

-?Qu¨¦ contenido ha tenido el acuerdo entre Felipe Gonz¨¢lez y usted?

-En principio no ha habido acuerdo ninguno; simplemente hemos comenzado una serie de negociaciones y conversaciones que conviene remarcar en plural, es decir, la unidad no se resuelve con una conversaci¨®n, sino con una serie de conversaciones.

?Le parece ya m¨¢s atractiva la de su alcald¨ªa posible en Madrid?

-Este es un problema que est¨¢ cre¨¢ndome alguna preocupaci¨®n, y menos mal que la fecha de las elecciones est¨¢ a¨²n lejos y permite pensarlo despacio. Por un lado, hay un sector de -madrile?os, no s¨¦ si grande o peque?o, que me escribe cartas dici¨¦ndome que estar¨ªan a favor de que yo ocupara ese puesto. Por otro lado est¨¢ mi propio temor a que yo no tenga condiciones para ello, y tambi¨¦n hay quien defiende que al frente de un ayuntamiento debe situarse alguien que no est¨¦ muy atra¨ªdo por los bienes materiales