El Rayo hizo su peor partido ante el colista

El H¨¦rcules tampoco fue capaz de romper la racha victoriosa del Rayo, en Vallecas. El equipo alicantino jug¨® mejor que su rival, incluso disfrut¨® de m¨¢s y mejores ocasiones de marcar y no fue inferior en resistencia f¨ªsica, pero se encontr¨® con un Rayo en vena que, a¨²n jugando mal, es capaz de goles en los momentos m¨¢s inesperados y de forma un tanto sorprendente.En ning¨²n momento emple¨® eI H¨¦rcules una t¨¢ctica superdefensiva. Plante¨® la batalla en el centro del campo con cuatro hombres muy m¨®viles y sacrificados en la doble tarea de destruir y crear con la ayuda de los puntas, que tambi¨¦n incordiaron lo suyo cuando jugaron el bal¨®n los defensas madrile?os. El Rayo, mientras tanto, jugaba muy tranquilo y con una confianza que hizo perder balones mortales en el contraataque. A la media hora de juego el balance de jugadas peligrosas era muy favorable al H¨¦rcules. Barrios y Rivera hab¨ªan desperdiciado oportunidades que generalmente desembocan en gol, y un linier no dio como v¨¢lido un bal¨®n que traspas¨® la l¨ªnea de meta, al no blocar

Alc¨¢zar una cesi¨®n desesperada de Tanco y que el portero rayista devolvi¨® de un manotazo al terreno de juego. En esta fase, la ¨²nica r¨¦plica del equipo madrile?o la protagoniz¨® Guzm¨¢n en un remate en plancha que se encontr¨® Deusto desde el suelo.

La maestr¨ªa de Land¨¢buru en el lanzamiento de los c¨®rners hizo il¨®gico el resultado, y m¨¢s a¨²n despu¨¦s del tranquilo remate de Alvarito, que puso t¨¦rmino a una aislada jugada de su equipo, llevada por Rial. La ventaja rayista no arregl¨® el partido en la segunda parte. Los pases fallidos al hueco se acentuaron a¨²n m¨¢s y el mejor juego lo sigui¨® llevando el H¨¦rcules, que sin crear tan claras ocasiones de gol tambi¨¦n pudo marcar en un bombeo de Lattuada en el que Alc¨¢zar demostr¨® su categor¨ªa de gran portero y en un saque directo de falta lanzado por el mismo jugador herculano en el que el bal¨®n fue rechazado por el larguero. El gol, ya en los ¨²ltimos minutos, fue el premio al buen hacer del H¨¦rcules y proporcion¨® gran emoci¨®n en el tiempo que restaba.

El Rayo persisti¨® en su mal juego en esta segunda parte, con s¨®lo una oportunidad de marcar en un disparo de Gonz¨¢lez, muy desasistido en todo el encuentro, y posterior desv¨ªo de Deusto. La suerte la tuvo, esta vez, de cara el equipo vallecano. Jug¨® lo m¨ªnimo y se encontr¨® con dos puntos. Esta vez no prevaleci¨® su fuerza f¨ªsica sobre el campo. Lo que vali¨® fue, una vez m¨¢s, su acierto rematador ante un equipo que se mostr¨® con m¨¢s orden, rapidez y desmarque, pero que adoleci¨® de lo que al Rayo le sobra en su campo, los goles. El embrujo de Vallecas pesa lo suyo, incluso ante equipos que jueguen mejor al f¨²tbol.