El Gobierno franc¨¦s, dispuesto a promover la venta de aviones espa?oles
El Gobierno franc¨¦s est¨¢ dispuesto a promover la venta de productos aeron¨¢uticos espa?oles en Africa y Am¨¦rica Latina, como contrapartida suplementaria a la compra por Espa?a de 48 aviones de combate tipo Mirage F-1 de las industrias francesas Dassault. Por otra parte, los constructores del ¨²ltimo modelo del Mirage ofrecer¨¢n a Construcciones Aeron¨¢uticas, SA (CASA) una participaci¨®n de cerca de un 20% en la construcci¨®n de los nuevos aviones de combate, as¨ª como facilidades crediticias importantes para la adquisici¨®n de los aparatos.
Estas pueden ser las claves del nuevo contrato militar hispano-franc¨¦s, que el Gobierno de Madrid desea que est¨¦ tambi¨¦n compensado en el plano pol¨ªtico con contrapartidas tales como el apoyo de Francia al ingreso de Espa?a en la CEE y soluciones inmediatas para el problema de la pesca y de la comercializaci¨®n de otros productos como los sider¨²rgicos, textiles y agr¨ªcolas.La llegada a Madrid de la ministra de Sanidad de Francia, Simone Weil, parece ser el momento esperado por Par¨ªs para que en la capital espa?ola se sancione definitivamente el tema de los aviones, que supondr¨¢ para las arcas francesas un negocio pr¨®ximo a los 64.000 millones de pesetas. Un negocio en el que se ha registrado el tradicional enfrentamiento entre Francia y Estados Unidos, en sus niveles gubernamentales y empresariales, aunque, al parecer, sin la agresividad que marc¨® la captura del llamado ?mercado del siglo?, que concedi¨® a la empresa norteamericana General Dynamics, constructora del F- 16, un pedido de 380 aparatos.
En la puja, sobre el mercado espa?ol, Dassault y General Dynamics parecen haber librado una batalla silenciosa y bien discreta, en la que el Gobierno espa?ol se ha inclinado por la opci¨®n francesa, por el coste menor de sus aviones, en raz¨®n de su operatividad en el ¨¢rea mediterr¨¢nea y, sobre todo, por las condiciones pol¨ªticas y econ¨®micas que ofrece Francia. Unas condiciones que, en lo pol¨ªtico, depender¨¢n del resultado de las elecciones francesas, y que llevar¨¢n, como novedad, un intercambio de cartas entre uno y otro Estado, por el que Par¨ªs se comprometer¨¢ a la promoci¨®n y venta de un n¨²mero determinado de productos aeron¨¢uticos hispanos de la f¨¢brica CASA, que bien podr¨ªan ser una cincuentena de aviones del tipo C-212 (Aviocar). Asimismo, Dassault garantizar¨ªa la construcci¨®n por CASA de parte de los aparatos, puede que algo m¨¢s de un 20%, y conceder¨ªa facilidades crediticias al Gobierno. Sobre los temas CEE, pesca (aqu¨ª el ministro Marcelino Oreja parece haber hecho un gran forcing sobre la pesca de angulas), textiles y siderurgia, todo queda pendiente del que ser¨¢ nuevo Gobierno franc¨¦s despu¨¦s de las elecciones.
Sobre la oferta americana de? F-16 se conocen pocos detalles. La General Dynamics no parece haber forzado mucho sus propuestas por dos razones: porque la compra de los Mirage F-1 no impide que en el pr¨®ximo decenio se hagan otros pedidos a Estados Unidos, de acuerdo con la doble l¨ªnea de compra de armamento europeo y americano, tradicional en las adquisiciones del Ej¨¦rcito espa?ol, y porque el F-16, avi¨®n m¨¢s sofisticado y moderno que el Mirage F-1, tiene a¨²n por delante muchos a?os de operacional y, por ello, posibilidades de entrar en la fuerza a¨¦rea espa?ola, independientemente de todo acercamiento de Espa?a a la OTAN, donde el F-16 aparece como mayoritario.
Tampoco Estados Unidos, como Estado, parece que ha intentado presionar mucho contra la compra de los Mirage F-1. Estados Unidos, que ostenta la supremac¨ªa de ventas de armas a Espa?a en la Marina, parece m¨¢s interesado, en el plano del Ej¨¦rcito del Aire, en vender a Espa?a helic¨®pteros, cohetes del tipo Haw (competidores del tierra-aire franc¨¦s Crotale) y el costoso sistema de radar aerotransportado conocido por las siglas de AWACS, y en v¨ªsperas de adquisici¨®n por los pa¨ªses de la Alianza Atl¨¢ntica. De esta manera, Estados Unidos espera ocupar el espacio de los misiles y de los AWACS con los que Espa?a completar¨ªa su conexi¨®n al sistema aliado de radar.
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