Delicada situaci¨®n preelectoral de Giscard d'Estaign

M¨¢s de 35 millones de electores franceses han iniciado el sprint final hacia las urnas: el pr¨®ximo d¨ªa 12 se celebrar¨¢ la primera ronda de los comicios legislativos. La batalla final de los 4.301 candidatos a ocupar los 491 esca?os de la nueva Asamblea Nacional se est¨¢ librando en una atm¨®sfera de probable victoria de la oposici¨®n de izquierdas. Esta incertidumbre podr¨ªa forzar una nueva intervenci¨®n del presidente de la Rep¨²blica, Valery Giscard d'Estaing, cuya situaci¨®n se revela sumamente delicada. El Movimiento de los Radicales de Izquierdas (MRG), por su parte, ha resurgido para complicar m¨¢s a¨²n los problemas que agravan las discordias en la oposici¨®n.

Las posibilidades de victoria de la izquierda, a una semana del escrutinio de la primera vuelta, se consideran importantes en los medios de la mayor¨ªa gubernamental. De hecho, el tema protagonista de la ¨²ltima etapa de la campa?a no es m¨¢s que este eventual cambio hist¨®rico de gobierno.Debido a este clima de inquietud que reina en las filas de la mayor¨ªa gubernamental, se multiplican las especulaciones sobre una tercera intervenci¨®n del presidente de la Rep¨²blica, se?or Giscard d'Estaing, ante sus conciudadanos, para insistir en lo que debiera ser el voto bueno (el que mantendr¨ªa en funciones a la actual mayor¨ªa de derechas).

Algunos sectores del electorado giscardiano entienden que ?la ¨²ltima carta que le queda a la derecha es Giscard?, es decir, una dramatizaci¨®n total de las elecciones ?a lo De Gaulle?, para reconquistar el 3 o el 4% de los sufragios que necesitar¨ªa para asegurar una victoria

La situaci¨®n del presidente es delicada: batirse por la mayor¨ªa saliente, que puede perder, ser¨ªa poner en juego su funci¨®n presidencial que, acto seguido, desacreditada, tendr¨ªa que ejercer con un Gobierno de izquierdas. Por otra parte, una de las cartas de su estrategia consistir¨ªa precisamente en mantenerse a salvo de las querellas partidistas con el fin de conservar la posibilidad de concretar una coalici¨®n de centro-izquierda el d¨ªa, no imposible, que los comunistas y socialistas se hayan destrozado, en la gesti¨®n del pa¨ªs.

Entonces, el presidente aspirarla a concretar su sue?o: formar una alianza con los partidos centristas llamados giscardianos y con una parte del electorado socialista.

Quiz¨¢ el presidente se limite a defender los atributos de su funci¨®n suprema para preservar el porvenir y, en tal caso, se callar¨¢.

Pero el interrogante queda en el aire, ya que tambi¨¦n pudiese decidir que tal intervenci¨®n se produjese durante la semana pr¨®xima, a la vista de los resultados de la primera vuelta.

En el coto de la izquierda, nada parece que pueda cambiar sustancialmente entre las dos fuerzas protagonistas, el PCF y el PS.

Es el Movimiento de los Radicales de Izquierda (MRG), de Robert Fabre, el que tras algunos meses de reserva vuelve a protagonizar la actualidad para advertir a los dos grandes de la oposici¨®n que ?no admitiremos ni una nueva nacionalizaci¨®n?, rechazando de antemano el compromiso que la semana pasada propuso la central sindical Confederaci¨®n Francesa Democr¨¢tica del Trabajo (CFDT), que fue considerado positivo por socialistas y comunistas como eventual plataforma de discusi¨®n para el d¨ªa que se reanudase la elaboraci¨®n del programa.