Numerosos ¨¦xitos en la reimplantaci¨®n de miembros amputados
Un investigador japon¨¦s, S. Tamai, presente en Espa?a para asistir a las III Jornadas M¨¦dicas sobre Accidentes Laborales organizadas por el F¨¦nix Mutuo, ha logrado numerosos ¨¦xitos en la reimplantaci¨®n de ¨®rganos amputados: brazos, dedos, piernas. Si la reinserci¨®n se realiza dentro de las seis horas siguientes a la amputaci¨®n, el ¨¦xito es m¨¢s que probable. Ello es posible gracias al desarrollo de modern¨ªsimas t¨¦cnicas de microcirug¨ªa que permiten, con ayuda de instrumental ¨®ptico de alta calidad, conectar vasos sangu¨ªneos de un mil¨ªmetro de di¨¢metro.
GARC?A P?REZLa microcirug¨ªa se basa en el empleo de un instrumental adecuado y medios ¨®pticos de amplificaci¨®n suficiente para poder intervenir en estructuras finas, peque?as y delicadas. ?Si se cambia un tejido y no tiene vascularizaci¨®n, no puede sobrevivir?, explica el doctor Susumi Tamai. Un ri?¨®n implantado en un organismo es relativamente f¨¢cil de acoplar en sus conexiones arteriales pero no sucede lo mismo con un dedo, un brazo o una pierna. En ese caso es necesario conectar toda la red vascular. ?Si un individuo se corta un dedo -prosigue sus explicaciones el doctor S. Tamai- las arterias colaterales que es necesario conectar tienen un di¨¢metro de un mil¨ªmetro, a nivel de su salida de la palma de la mano. El instrumental adecuado y la amplificaci¨®n ¨®ptica es lo que permite la intervenci¨®n.?Sorprende de las experiencias de Tamai, el dominio de casos de intervenciones practicadas en las extremidades superiores (brazos y dedos) sobre las inferiores (piernas y pies). El lo explica as¨ª: ?Los miembros superiores son m¨¢s f¨¢cilmente lesionables que los inferiores. Se presentan m¨¢s casos. Cuando se accidentan los miembros inferiores suele tratarse de accidentes de tr¨¢fico, no de accidentes laborales. En ese caso, en el de los accidentes, el destrozo de los miembros es mayor mientras en el de los accidentes laborales los cortes suelen ser m¨¢s f¨¢ciles de reparar. La secci¨®n del corte debe ser muy limpia.?
Tambi¨¦n se da la circunstancia de que dado el perfeccionamiento de las pr¨®tesis existentes, a veces se hace m¨¢s aconsejable, ante accidentes en los miembros inferiores, recurrir a la pr¨®tesis. ?En adultos es mejor recurrir a la pr¨®tesis -explica el especialista- pero en ni?os no. En ni?os e mejor la reimplantaci¨®n del miembro separado.?
Curiosamente, este tipo de cirug¨ªa microsc¨®pica se ha hecho sobre todo en el Extremo Oriente (China y Jap¨®n). ?Por qu¨¦? Quiz¨¢s la minuciosidad y delicadeza que requiere este tipo de intervenci¨®n se adapte mejor a las caracter¨ªsticas psicol¨®gicas del hombre oriental. El doctor S. Tamai empez¨® a interesarse en este m campo en el a?o 1959. ?Lo que me interesaba entonces -cuenta- era reimplantar miembros en perros. Vimos que hab¨ªa que conectar vasos de 1,5 mil¨ªmetros de di¨¢metro. Todav¨ªa no se contaba con microscopio electr¨®nico. Pero tuvimos ¨¦xito en el 80% de los casos. El instrumental que empleamos fue el de la cirug¨ªa y oftalmolog¨ªa. Se empez¨® a emplear el microscopio quir¨²rgico Zeiss usado por un neurocirujano, Yasargil; trabajamos a partir de los trabajos de Jacobson.?
Despu¨¦s vinieron grandes ¨¦xitos en las experiencias con seres humanos. El futuro se presenta muy esperanzador en este campo. ?Creo que lograremos -contin¨²a la explicaci¨®n el cient¨ªfico japon¨¦s- implantar miembros amputados en accidentes, injertando tejidos compuestos.?
El doctor Tamai se est¨¢ refiriendo a los problemas quir¨²rgicos de la reimplantaci¨®n de ¨®rganos porque por medio existe otro problema hoy por hoy insoluble, el rechazo que experimenta el organismo ante entidades ajenas a ¨¦l, problema que no se presenta en reimplantaci¨®n de partes de ese mismo organismo. ?Si queremos llevar un m¨²sculo -prosigue el cirujano- necesitamos suturar las arterias correspondientes. Lo mismo sucede cuando se injertan trozos de piel con tejido graso. El trasplante de miembros, sin embargo, no es posible hasta lograr dominar el problema del rechazo. Se resuelve t¨¦cnicamente a un nivel quir¨²rgico, pero no a nivel bioqu¨ªmico.?
La investigaci¨®n futura en este campo se dirige a nuevos campos: ?En estos momentos intentamos -contin¨²a el investigador japon¨¦s- tratar zonas de hueso que est¨¦n muertos, necrosadas, mediante la implantaci¨®n de vasos de la misma persona. De todos modos, las t¨¦cnicas de reimplantaci¨®n, para ser llevadas a cabo, requieren varias condiciones: primero, un tipo de lesi¨®n de corte limpio, tipo guillotina, en el que no se haya producido aplastamientos. Segundo, la existencia de un tiempo cr¨ªtico dentro del que se puede realizar la intervenci¨®n. Ese tiempo es de seis horas, desde el corte hasta la operaci¨®n quir¨²rgica. Eso en el caso, de que el miembro amputado est¨¦ a la temperatura atmosf¨¦rica. Si se conservase el miembro entre cero y cuatro grados cent¨ªgrados con hielo, el ¨®rgano se podr¨ªa reimplantar hasta veinticuatro horas despu¨¦s del accidente.?
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