"La neutralidad de Espa?a modificar¨ªa el equilibrio europeo"

Marcelino Oreja (ministro de Asuntos Exteriores). Se ha criticado recientemente desde el ¨®rgano del PSOE ?el conservadurismo, la falta de imaginaci¨®n y, sobre, el continuismo de nuestra diplomacia?. ? S¨®lo una posici¨®n autocr¨ªtica -se ha dicho- y un cambio de 180 grados en nuestra pol¨ªtica exterior, en los medios y en los fines, podr¨ªan rehacer lo deshecho.?Imaginaci¨®n y cambio de 180 grados. Es verdad que para cambiar la pol¨ªtica exterior de Espa?a 180 grados hace falta una imaginaci¨®n desbordante y probablemente cambiar de pa¨ªs.

Los resultados y perspectivas de la pol¨ªtica exterior afectan, en primer lugar, a la normalizaci¨®n de relaciones diplom¨¢ticas.

En un a?o se han normalizado las relaciones con todos Ios pa¨ªses del Este, incluida la Uni¨®n Sovi¨¦tica;. con M¨¦xico, Angola, Mozambique, varios pa¨ªses del sureste asi¨¢tico y pa¨ªses nuevos del continente africano. El Gobierno est¨¢ dispuesto tambi¨¦n a normalizar relaciones con Israel. Espa?a est¨¢ pendiente de negociar esta normalidad a resultas de que se registre un inicio de soluci¨®n en el conflicto de Oriente Pr¨®ximo.

Relaciones con la CEE

En cuanto a nuestras relaciones con la CEE hay que se?alar que Espa?a solicit¨® la apertura de negociaciones el d¨ªa 28 de julio de 1977. Algunos invocaron entonces precipitaci¨®n. Cont¨¢bamos con todo el respaldo de las fuerzas pol¨ªticas que hab¨ªan incluido en su programa la adhesi¨®n de Espa?a a la Comunidad.

La negociaci¨®n con la CEE es dif¨ªcil y compleja. Necesita tiempo, Espa?a ha reclamado al respecto:

- Una pol¨ªtica agraria que salve las distancias entre el Norte y el Sur.

- Una pol¨ªtica de pesca que junto al aprovechamiento racional de los caladeros dentro de la zona econ¨®mica permita la utilizaci¨®n adecuada de los recursos.

- Una pol¨ªtica comercial que sepa resistir el proteccionismo.

- Una uni¨®n econ¨®mica y monetaria.

- Una pol¨ªtica energ¨¦tica.

- Una pol¨ªtica propia en materia cient¨ªfica, de investigaci¨®n y tecnol¨®gia.

- Una pol¨ªtica regional que cumpla la exigencia social de promover el desarrollo de las zonas menos favorecidas.

- Una pol¨ªtica de emigraci¨®n.

- Y un proceso de integraci¨®n sin preadhesiones ni incorporaci¨®n por fases.

Neutralismo y OTAN

Espa?a en este momento tiene compromisos contra¨ªdos con el sistema global de la defensa occidental, y su paso a una posici¨®n neutralista implicar¨ªa una modificaci¨®n muy profunda del actual equilibrio europeo. Esta afirmaci¨®n no prejuzga- las formas futuras que pueda adoptar la inclusi¨®n de Espa?a en la defensa occidental. Pero es preciso tener en cuenta que esa inclusi¨®n ya es un hecho,y que Ia retirada de Espa?a de ese esquema podr¨ªan suponer un grave factor de desestabilizaci¨®n en todo el continente.

Cuando se aborde el tema de las relaciones Espa?a-Alianza AtI¨¢ntica en profundidad ser¨¢ indispensable, en primer lugar, precisar bien los conceptos.

As¨ª por ejemplo, se habla indistintamente de NATO, Pacto Atl¨¢ntico y Organizaci¨®n Militar Integrada.

Los pros de la integraci¨®n de Espa?a en la OTAN son:

1. La participaci¨®n en una entidad pol¨ªtica y no s¨®lo estrat¨¦gica de primera magnitud.

2. El acceso en igualdad de condiciones con los restantes miembros al foro diplom¨¢tico que la Alianza ofrece al servicio de la pol¨ªtica exterior de cada uno.

3. El acceso a las importantes informaciones de tipo pol¨ªtico y estrat¨¦gico que la ?lianza suministra a sus miembros.

4. Nuestra participaci¨®n reforzar¨ªa la seguridad nacional.

5. Participar¨ªamos en el gran sistema estrat¨¦gico a escala regional y a escala mundial.

6. Nos aportar¨ªa importantes incentivos y oportunidades para mejorar la defensa nacional en general y nuestras Fuerzas Armadas en particular.

7. Si Espa?a se viese envuelta en un gran conflicto generalizado en el ¨¢rea atl¨¢ntica se defender¨ªa mejor siendo miembro de la Alianza que quedando, sola.

8. Si Espa?a se viese envuelta en un conflicto bilateral dentro de los supuestos que prevee el pacto, siempre estar¨ªa m¨¢s amparada y contar¨ªa con m¨¢s ayuda siendo miembro de la Alianza.

9. Si Espa?a se viese envuelta en un conflicto bilateral que por su naturaleza no encajase dentro de las previsiones del pacto, siempre contar¨ªa con una disposici¨®n m¨¢s favorable de los miembros de la Alianza si perteneciese a la misma.

Son factores contrarios los sisuientes:

1. La Alianza Atl¨¢ntica impone servidumbres y limitaciones, como toda alianza.

2. Se contrae una obligaci¨®n de solidaridad hacia los dem¨¢s miembros.

3. Se abre la posibilidad a la presencia de fuerzas extranjeras.

4. Se adquiere la obligaci¨®n especifica de ayuda al miembro que sea objeto de ataque armado.

La posici¨®n sobre el Mediterr¨¢neo

a) Que las fuerzas en presencia en el Mediterr¨¢neo no aumenten, sino que se reduzcan.

b) Que se logre la creaci¨®n de un sistema complementario por los ribere?os que permita la gradual disminuci¨®n de fuerzas extramediterr¨¢neas.

c) Y que es inter¨¦s de toda la comunidad internacional que los principios de la estrategia global no se apliquen autom¨¢ticamente a esta zona tan delicada y tan compleja.

En la soluci¨®n del problema de Gibraltar caben f¨®rmulas concretas que incluyan un estatuto de autonom¨ªa para Gibraltar, reconociendo a los gibraltare?os un r¨¦gimen espec¨ªfico y con cabida en la Constituci¨®n espa?ola. Sobre las negociaciones concordatarias con la Santa Sede hay que se?alar que es preciso proceder a algo que podr¨ªamos llamar una desconfesionalizaci¨®n, en virtud tanto de las actuales orientaciones de la propia lglesia cat¨®lica como de las del Estado.

Los temas pendientes de la negociaci¨®n son:

a) Determinaci¨®n de los niveles de educaci¨®n en los que la ense?anza religiosa formar¨ªa parte de los programas oficiales.

b) F¨®rmulas, pr¨¢cticas para hacer compatible la ense?anza religiosa con la plena libertad religiosa de los ciudadanos.

c) Alcance de la libertad de la Iglesia para crear centros de ense?anza superior.

d) Reconocimiento de efectos civiles al matrimonio can¨®nico.

e) Aspectos jurisdiccionales de las causas matrimoniales relativas a los matrimonios can¨®nicos.

Ataque a la OUA

En el desorden administrativo de una burocracia poco responsable, como la de la OUA, con la profusi¨®n de comit¨¦s, subcomit¨¦s y organismos de toda especie, se producen circunstancias junto a tensiones internas; polarizaci¨®n ideol¨®gica en bloques y reacciones de un nacionalismo de ruptura y de un tercermundismo revolucionario.

Sin embargo, el hecho de que la OUA carezca de prestigio ante los pa¨ªses europeos y ante los propios Gobiernos africanos -ah¨ª est¨¢ el caso verdaderamente sangrante de -que la Organizaci¨®n sea incapaz de ¨ªtunir a los jefes de Estado para cumplimentar las resoluciones sobre el S¨¢hara- no debe ser motivo de descalificaci¨®n ni de falta de previsi¨®n.