Votar -y dar sangre- a los dieciocho a?os

Como un motivo m¨¢s de la discriminaci¨®n que sufrimos los mayores de dieciocho a?os y menores de veinti¨²n a?os, sirva como muestra la ¨²ltima e insospechada sorpresa que hemos recibido, al querer donar sangre en la campa?a que actualmente realiza la Hermandad de Donantes de Sangre de la Seguridad Social.No hemos sido admitidos como donantes por ser menores de edad, a¨²n despu¨¦s de haber sido repartido en nuestra empresa un bolet¨ªn editado por la mencionada entidad, donde especificaba claramente, que podr¨ªan ser miembros de la Hermandad toda persona con edades comprendidas entre los dieciocho y los sesenta a?os, lo cual utilizamos como recurso para poder llevar a buen fin nuestra intenci¨®n, su respuesta fue concisa. Tomar este impreso y que os lo firme vuestro padre o tutor, sin m¨¢s explicaciones.

Por todo ello, estimamos descriminatoria en un deber humanitario y que todo ciudadano consciente ha de colaborar, y es por todo esto, porque creemos ser ciudadanos conscientes, por lo que reclamamos nuestros derechos. Los deberes nos los imponen, el derecho al voto, en primer lugar, y como medio para conseguir llenar ese vac¨ªo donde a¨²n se nos considera como promesas de personas.

Es por tanto que exigimos ?ya? del Gobierno, o de todos los partidos pol¨ªticos, una inmediata respuesta a esta necesidad, que creemos urgente.