El avance tecnol¨®gico es causa permanente de desempleo

?La tecnolog¨ªa elimina m¨¢s puestos de trabajo que los que puede crear?, afirma el profesor Vassily Leontief (premio Nobel de Econom¨ªa en 1973) en un art¨ªculo publicado por la revista Informaci¨®n, de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo. El premio Nobel sostiene que ?si se pudiera individualizar una fuerza que haya contribuido m¨¢s que otra cualquiera al fant¨¢stico crecimiento econ¨®mico de los dos ¨²ltimos siglos, tendr¨ªa que mencionarse prioritariamente el progreso t¨¦cnico?. Sin embargo -agrega-, tambi¨¦n hay que recordar que hace unos 160 a?os la invenci¨®n del telar mec¨¢nico priv¨® de su empleo a miles de obreros ingleses.El autor del art¨ªculo recuerda que muchos economistas se apresuraron al se?alar que el avance de la tecnolog¨ªa no significaba que la demanda total de mano de obra debiera necesariamente disminuir. Esos economistas afirmaban que la construcci¨®n de maquinaria y sus industrias subsidiarias crear¨ªan un n¨²mero igual o incluso mayor de puestos nuevos de trabajo.

No ha ocurrido as¨ª, seg¨²n Leontief, y de acuerdo a estad¨ªsticas que existen sobre la materia, elaboradas por expertos de la OIT. Es m¨¢s, se ha comprobado que, cualquiera que sea el costo de la mano de obra, las nuevas tecnolog¨ªas introducidas en el campo de la producci¨®n abaratan los costos, lo que tambi¨¦n constituye un elemento que se suma al factor del llamado ?desempleo tecnol¨®gico?.

Analog¨ªa hombre-caballo

El premio Nobel, en un an¨¢lisis descarnado que ¨¦l califica de ?analog¨ªa grosera y hasta chocante?, sostiene que ?las nuevas m¨¢quinas pueden reducir la demanda total de trabajo del hombre por la misma raz¨®n y a trav¨¦s del mismo proceso que, a principios de siglo, llev¨® a reemplazar los caballos de tiro por veh¨ªculos motorizados (camiones y tractores)?. ?Alegar -dice Leontief- que los trabajadores desplazados por las m¨¢quinas encontrar¨¢n necesariamente empleo en la construcci¨®n de dichas m¨¢quinas no es mucho m¨¢s sensato que considerar que los caballos desplazados por los veh¨ªculos mec¨¢nicos pueden ser empleados directa o indirectamente en distintos sectores de la industria automotriz.?Para Leontief, este an¨¢lisis ?grosero y chocante? reviste particular importancia en el contexto de la actual discusi¨®n llevada al plano econ¨®mico, social y sindical, partiendo de la base de que la transici¨®n ?de una econom¨ªa de tracci¨®n animal a una econom¨ªa motorizada se cumpli¨® sin mayores tropiezos, a pesar de que la demanda de cebada, arneses y nuevas caballerizas se redujo dr¨¢sticamente. Declin¨® -sostiene- la producci¨®n de bienes y servicios requeridos para el mantenimiento de los caballos y otros animales, al tiempo que aument¨® la producci¨®n de acero y gasolina (para no hablar de los veh¨ªculos motorizados). Pero si los caballos -dice Leontief- hubieran podido organizarse y fueran capaces de votar, la historia habr¨ªa sido muy distinta?.

Una forma de hacer frente a la amenaza del desempleo tecnol¨®gico consiste en la creaci¨®n de nuevos puestos y en la mantenci¨®n de los antiguos a trav¨¦s de mayores inversiones, es decir, mediante el crecimiento econ¨®mico. Pero esta posibilidad -afirma el profesor americano- tiene l¨ªmites, y se pregunta con qu¨¦ rapidez deber¨ªa crecer la econom¨ªa y, con ella, el volumen de inversiones.