Tercer empate consecutivo del Rayo en su feudo
El Burgos empat¨® a cero el domingo en el campo de Vallecas, y el Rayo confirm¨® as¨ª su mal momento, al ser con ¨¦ste el sexto partido consecutivo en el que no logr¨® vencer. No obstante, en la segunda parte tuvo ocasiones para ello, por lo que Navarro II pudo justificar la llamada de Kubala. El Burgos jug¨® un aceptable partido, con estrechos marcajes, y fuerza, pero sin excesiva t¨¦cnica en los contraataques.En los ¨²ltimos partidos disputados en Vallecas, Salamanca y Espa?ol lograron salir imbatidos. El Burgos tambi¨¦n lo logr¨¦, aunque en esta ocasi¨®n el Rayo mejorase algo su juego, especialmente en la segunda parte, pero Navarro II, con tres formidables actuaciones en trece minutos, y el larguero, impidieron la victoria, rayista. El hecho de que por primera vez el equipo madrile?o se quedase sin marcar en su feudo es un dato que acent¨²a el bache del equipo.
El Burgos plante¨® un encuentro sin excesivas ambiciones. Esto le convirti¨® en un equipo inc¨®modo, al tener como primera meta la de mantener su puerta imbatida. En la primera parte este prop¨®sito no le result¨® dif¨ªcil. Domin¨® ampliamente el Rayo, pero sin efectividad alguna, con numerosos fallos en las entregas e incapacidad a la hora de buscar el bal¨®n por alto en el ¨¢rea, ya que Navarro II demostr¨® ser toda una autoridad en su parcela. El primer tiempo result¨® aburrido en grado superlativo sin ninguna jugada de peligro que rese?ar.
La fuerte salida del Rayo en la segunda parte, con los laterales en funciones de extremos, proporcion¨® mayor rapidez al hasta entonces soso partido. Todos los ataques locales tuvieron que partir desde atr¨¢s por el mal momento de Alva rito y el individualismo de Gonz¨¢lez, muchas veces obligado al no verse apoyado en lasjugadas. A los veinte minutos de poner serio cerco el Rayo a su rival, llegaron las ocasiones de convertir en positivo el dominio ejercido, pero el portero burgal¨¦s demostr¨® con gran natu,ralidad ser un portero para Argentina. Detuvo con los pies, con las manos o con lo que fuera preciso, remates de gol protagonizados por Guzm¨¢n, cabezazo a bocajarro; Francisco, chutazo cruzado, y Land¨¢buru, disparo esquinado desde lejos. Lo que no pudo detener en esta fase de asedio fue un remate de Francisco, que sali¨® fuera por poco; otro de Gonz¨¢lez, que lo rechaz¨® el larguero a los 79 minutos, y un ¨²ltimo de Alvarito, a los 89, que se fue alto.
Ocasiones tuvieron, pues, los madrile?os para romper la mala racha de resultados, pese a sujuego no excesivamente brillante, pero s¨ª en su l¨ªnea de fuerza en la segunda parte. Los burgaleses, por contra no plantearon ninguna ocasi¨®n clara de gol, aunque la defensa del Rayo fuera una de las m¨¢s d¨¦biles en su propio campo de toda la Primera Divisi¨®n. Vaya una cosa por otra, porque el Burgos tambi¨¦n se enfrent¨® a la delantera m¨¢s goleadora de todas las de su categor¨ªa en su feudo y logr¨¦ mantener a cero su puerta.
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