Gaullista y giscardianos luchan por la presidencia de la nueva Asamblea nacional
La remodelaci¨®n del Gabinete Barre no se efectuar¨¢ antes del pr¨®ximo 3 de abril, d¨ªa que entrar¨¢ en funciones la nueva Asamblea Nacional, salida del escrutinio del domingo pasado. Los resultados de este voto, favorables a la mayor¨ªa gubernamental saliente en una medida mucho m¨¢s amplia de lo previsto, contin¨²an provocando consecuencias espectaculares, tanto en la coalici¨®n ganadora, como en la oposici¨®n de izquierdas y en el mundo sindical. La apertura pol¨ªtica del giscardismo hacia la izquierda no comunista, se revela como la noci¨®n clave de esta segunda era giscardiana, que ya muchos observadores profetizan va a prolongarse hasta 1978, fecha te¨®rica del t¨¦rmino del segundo eventual septenato de Giscard d'Estaing.
El primer ministro, Raymond Barre, cumpliendo los requisitos constitucionales, present¨® la dimisi¨®n de su Gabinete al presidente de la Rep¨²blica, Valery Giscard d'Estaing, en el Consejo de Ministros semanal, celebrado ayer, mi¨¦rcoles. El presidente tom¨® nota ?y llegado el momento decidir¨¦?, respondi¨®. El portavoz del palacio del El¨ªseo precis¨® que el Gobierno Barre continuar¨¢ ejerciendo sus funciones hasta, por lo menos, el 3 de abril inmediato, fecha de toma de posesi¨®n de la Asamblea Nacional por los 491 diputados elegidos en los recientes comicios.Como ya se hab¨ªa dejado entender, generalmente se estima que el se?or Barre continuar¨ªa como primer ministro en un primer tiempo, en tanto que palad¨ªn del enderezamiento econ¨®mico por ¨¦l iniciado con su pol¨ªtica de austeridad.
M¨¢s all¨¢ de esta primera etapa, un nuevo jefe de Gobierno, deshipotecado en la medida de lo posible de los condicionamientos econ¨®micos impuestos por la crisis, se supone iniciar¨ªa la pol¨ªtica de generosidad social que ha reclamado la media Francia que vot¨® por la izquierda y la apertura pol¨ªtica hacia los socialistas, que desear¨ªa el presidente para reforzar el giscardismo contra el peso que continuar¨¢ ejerciendo el gaullismo, ?el primer partido de Francia y el m¨¢s numeroso en la Asamblea Nacional", record¨® por en¨¦sima vez, ayer, el presidente del RPR (Uni¨®n por la Rep¨²blica), Jacques Chirac.
Supremac¨ªa gaullista
Como consecuencia de esta ?supremac¨ªa? gaullista, refrendada por las legislativas (pero con dos docenas menos de diputados que en la Asamblea anterior), ya se produjo el primer encontronazo de esta segunda etapa del giscardismo cara a las elecciones presidenciales de 1981 entre los dos hermanos enemigos, se?ores Chirac y Giscard.
El estallido de esta guerrilla se produjo por medio de personas interpuestas y a causa de la presidencia del nuevo Parlamento. El RPR present¨® oficialmente su candidato, Edgar Faure, el presidente saliente, mientras el alcalde de Burdeos, diputado y primer ministro en tiempos del fallecido presidente, Georges Pompidou, uno de los llamados ?barones? del gaullismo, Jacques Chaban Delmas, se anunci¨® tambi¨¦n como pretendiente del. sill¨®n preminente de la Asamblea. El se?or Chaban Delmas es uno de los gaullistas ?comprensivos?, despechado contra el se?or Chirac, porque este ¨²ltimo jug¨® la carta giscardiana en las elecciones presidenciales de 1974 cuando el alcalde de Burdeos fue nombrado candidato oficial del gaullismo. Es decir, finalmente el presidente jugar¨¢ su primera baza contra su antiguo primer ministro.
El voto ser¨¢ disputado entre los diputados gaullistas y giscardianos. Ya se especula con el papel que pudiesen jugar alguno de los diez diputados del Movimiento de los Radicales de Izquierdas (MRG), partido desesperado de la oposici¨®n. Ser¨ªa el primer envite de la pol¨ªtica de apertura que aseguran van a realizar los giscardianos.
Actitud sindical
El voto hist¨®rico a¨²n no ha hecho m¨¢s que manifestar las primeras consecuencias en, el campo de la oposici¨®n de izquierdas. Las semanas y los meses inmediatos conducir¨¢n a una reclasificaci¨®n de las ideas y de las estrategias-, como lo est¨¢n probando ya la evoluci¨®n de las formaciones de la antigua Uni¨®n de la Izquierda y los comentarios abundantes sobre el ?buen uso del fracaso?, seg¨²n rezaba ayer un revelador comentario del vespertino independiente Le Monde.
De igual manera, la actitud relativamente conciliadora de los sindicatos de izquierda demostrar¨ªa que el ?golpe? propinado a la oposici¨®n el pasado 19 de este mes de marzo, conducir¨¢ a las fuerzas pol¨ªticas de izquierdas a remodelar su personalidad y su comportamiento.
De otro lado, el presidente de los Radicales de Izquierdas, que ya durante la noche del domingo, desde las pantallas de TV, apel¨® a la ?sensatez y comprensi¨®n? del presidente de la Rep¨²blica, dimiti¨® de su puesto consecuente consigo mismo.
En el plano sindical, el elemento m¨¢s espectacular tras las elecciones, se produjo ayer con la petici¨®n de audiencia, al presidente de la Rep¨²blica, de la CFDT (Central Francesa Democr¨¢tica del Trabajo), la segunda sindical francesa, socialista y autogestionaria, presidida por Edmond Maire.
Anteayer, la otra central de izquierda, la CGT (Confederaci¨®n General del Trabajo), de tendencia comunista, por boca de su secretario general, Georges Seguy, ya hab¨ªa explicitado su deseo de entablar negociaciones con el Gobierno y con la patronal pala intentar obtener las promesas urgentes que hab¨ªa anticipado la izquierda si hubiese llegado al poder. La primera de ellas, seg¨²n el l¨ªder de la CGT, ser¨ªa el salario m¨ªnimo a 2.400 francos, pero aplicada ?en plazos razonables?.
Los comunistas y socialistas, cada uno por su lado, contin¨²an meditando sobre el fracaso de su ?uni¨®n?.
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