China condena a un cineasta por un documental sobre las protestas contra la pol¨ªtica de covid cero
Chen Pinlin ha sido sentenciado a tres a?os y medio de c¨¢rcel por ¡°provocar disputas y problemas¡±, una f¨®rmula habitual para castigar a disidentes y activistas
Un nuevo golpe a la libertad de prensa en China. El cineasta chino Chen Pinlin fue sentenciado el lunes por un tribunal de Shangh¨¢i a tres a?os y medio de prisi¨®n por realizar un documental sobre las protestas de los folios en blanco que sacudieron el pa¨ªs a finales de 2022 para reclamar el fin de las f¨¦rreas pol¨ªticas contra la pandemia de covid. El chispazo de furia ciudadana, que tuvo su epicentro en la megal¨®polis financiera de China, donde miles de personas salieron a la calle al grito de ¡°?Queremos libertad!¡± y ¡°?Abajo Xi Jinping!¡±, se reprodujo de inmediato en diferentes ciudades, de Pek¨ªn a Guangzhou. Fue una de las mayores expresiones de disidencia en China en d¨¦cadas. Y aunque fue aplacada con contundencia por las autoridades, con numerosas detenciones y despliegues policiales, contribuy¨® de forma definitiva a que Pek¨ªn decidiera dejar caer tan solo unos d¨ªas despu¨¦s la dur¨ªsima pol¨ªtica de covid cero que hab¨ªa regido la vida de sus 1.400 millones de habitantes.
Chen, de 33 a?os, tambi¨¦n conocido como Plato (Plat¨®n en ingl¨¦s), ha sido declarado culpable de ¡°buscar pelea y crear problemas¡±, seg¨²n ha confirmado a la agencia Reuters su antiguo abogado, Daniel Fang, que llev¨® su defensa antes de abandonar China el a?o pasado. Fang, citando a su vez a fuentes cercanas al caso, ha asegurado que Chen, quien se declar¨® culpable, tiene previsto recurrir la sentencia.
El delito de ¡°buscar pelea y crear problemas¡± se usa de forma habitual como caj¨®n de sastre por parte de la judicatura china para condenar cualquier tipo de disidencia de activistas, abogados y periodistas. El cineasta fue detenido en noviembre de 2023, despu¨¦s de haber colgado en Internet su documental justo un a?o despu¨¦s de las manifestaciones.
Organismos como Amnist¨ªa Internacional y Reporteros Sin Fronteros (RSF) llevaban meses reclamando su libertad: ¡°El documentalista Chen Pinlin solo ha servido al inter¨¦s p¨²blico informando sobre protestas hist¨®ricas contra los abusos del r¨¦gimen y nunca deber¨ªa haber sido detenido¡±, aseguraba en marzo de este a?o C¨¦dric Alviani, director de la Oficina Asia-Pac¨ªfico de RSF, en un comunicado.
La pel¨ªcula, de 76 minutos, se titula en ingl¨¦s Not the foreign force (No es la fuerza extranjera), en referencia a uno de los argumentos que suele emplear la propaganda oficial para conectar cualquier manifestaci¨®n de descontento en el pa¨ªs con la injerencia de Gobiernos extranjeros.
La pel¨ªcula est¨¢ a¨²n disponible en l¨ªnea. Arranca con un viaje al epicentro de la pol¨ªtica de covid cero, mostrando c¨®mo las medidas draconianas hab¨ªan llevado a la poblaci¨®n al l¨ªmite despu¨¦s de tres a?os de hipercontrol digital mediante aplicaciones sanitarias, constantes cierres de f¨¢bricas, macroconfinamientos ciudadanos, y el uso masivo de las pruebas PCR como medida de control.
Se detiene en el origen de todo: un incendio en Urumqi, capital de la regi¨®n aut¨®noma de Xinjiang, en el oeste de China, que provoc¨® la muerte de diez personas. Muchos culparon a las restricciones antipand¨¦micas de la tragedia, ya que el edificio manten¨ªa condiciones de semiconfinamiento que dificultaron las tareas de rescate (una afirmaci¨®n rebatida por las autoridades locales). Enseguida estallaron protestas en esa ciudad, a pesar de las g¨¦lidas temperaturas. Y poco despu¨¦s, una multitud se congreg¨® en la calle de Urumqi de Shangh¨¢i, como homenaje a las v¨ªctimas del incendio, y para reclamar el fin de la pol¨ªtica de covid cero que manten¨ªa a China bajo una cris¨¢lida mientras el resto del mundo hab¨ªa dejado ya atr¨¢s las restricciones.
La reuni¨®n espont¨¢nea tom¨® velocidad. Se propag¨® a otras ciudades. Eran en su mayor¨ªa j¨®venes hastiados y descontentos. Coreaban consignas como: ¡°?No queremos PCR, queremos libertad!¡±; algunos comenzaron a pedir tambi¨¦n la ca¨ªda del Partido Comunista chino e insultaban al presidente, Xi Jinping, dos de las gruesas l¨ªneas rojas que marcan las autoridades pa¨ªs.
Portaban folios en blanco, meras hojas vac¨ªas sin nada escrito: una referencia evidente a la dura censura del pa¨ªs, que suele actuar de inmediato para eliminar cualquier mensaje de desobediencia, y tambi¨¦n una forma ir¨®nica de hacer notar la ausencia de libertad de expresi¨®n. Fue una de las mayores pruebas de desaf¨ªo pol¨ªtico al Gobierno del actual presidente, que acababa entonces de ser reelegido para un tercer mandato, sin precedentes entre sus predecesores inmediatos. Para la mayor¨ªa de los que acudieron supuso la primera vez que se reun¨ªan en la calle para exponer reivindicaciones pol¨ªticas.
Las im¨¢genes de las manifestaciones grabadas y difundidas en redes sociales fueron r¨¢pidamente eliminadas de internet. Muchos de estos v¨ªdeos, adem¨¢s de los grabados por el director, son los que dan forma al documental.
La respuesta policial fue inmediata. No hubo choques multitudinarios. S¨ª se produjeron numerosas detenciones, aunque no existe una cifra oficial. La pel¨ªcula concluye con un mensaje: ¡°Algunos se preguntan ?qu¨¦ sentido tuvo protestar en las calles? [...] Nos ha faltado experiencia y hemos sido cobardes y vacilantes, pero hoy tenemos el valor de levantarnos y hablar claro. Lo que nos ha faltado esta vez, podemos hacerlo mejor la pr¨®xima. Si hubiera que hacerlo de nuevo, seguir¨ªa eligiendo estar all¨ª. Porque un Gobierno que teme incluso los folios en blanco no puede derrotar a la justicia en el coraz¨®n del pueblo¡±.
China ocupa el puesto 172 de 180 en el ¨ªndice de libertad de prensa que elabora Reporteros Sin Fronteras anualmente. Las autoridades del pa¨ªs utilizan la vigilancia, la coacci¨®n, la intimidaci¨®n y el acoso para impedir que los periodistas independientes informen sobre asuntos que consideran ¡°delicados¡±, seg¨²n el citado informe. ¡°China es el mayor carcelero de periodistas del mundo, con m¨¢s de 100 detenidos en la actualidad¡±, asevera.
Entre los ¨²ltimos casos notorios se encuentran el de la exabogada y periodista ciudadana Zhang Zhan, puesta en libertad en mayo tras cumplir cuatro a?os de condena por documentar los primeros d¨ªas de la pandemia de la covid-19 desde Wuhan; y el de Huang Xueqin, periodista y activista del movimiento Me Too en China, arrestada en 2021 y condenada en junio a cinco a?os de prisi¨®n por incitar a la subversi¨®n contra el poder del Estado.
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