Israel viol¨® su propio alto el fuego

El cese del fuego decidido unilateralmente por Israel para facilitar las conversaciones de Begin con Carter no era ayer m¨¢s que te¨®rico. Yasser Arafat reiter¨® que los palestinos proseguir¨¢n la lucha, y la aviaci¨®n israel¨ª continu¨® bombardeando Tiro hasta la madrugada. Al este del r¨ªo Litani los phantoms israel¨ªes y los ca?ones del 175 que las fuerzas israel¨ªes han emplazado al sur de Tiro han continuado barriendo la zona. El puente de Kasmiya, sobre el Litani, se?ala ahora el l¨ªmite extremo de la penetraci¨®n israel¨ª. Pero los carros de combate del general Gour se encuentran a unos quinientos metros de la carretera, Tiro-Beirut, y controlan sin dificultades el acceso al puerto, hoy ya totalmente destruido.

La artiller¨ªa pesada israel¨ª -del 175 y 155- bombarde¨® durante varias horas las localidades de Adloun y El-Assouad, a pocos kil¨®metros al norte de Tiro. Al mismo tiempo, la ruta de Tiro a Saida (Sid¨®n) ha sido cortada, primero por los bombardeos y despu¨¦s por unidades de paracaidistas llegados desde el Oeste. Dos puestos de katiouschas palestinas se constituyeron all¨ª, anteanoche, en el objetivo principal de los 175 israel¨ªes.Un comando de paracaidistas se aproxim¨® a cien metros de la entrada de Adloun, abandonado por la poblaci¨®n libanesa pero a¨²n defendido por tres compa?¨ªas de ametralladoras de Al Fatah. Cinco minutos antes de ser alcanzado por un proyectil de los ca?ones enemigos, un oficial palestino declar¨® que su unidad no se retirar¨ªa, pese a las ¨®rdenes que hab¨ªa recibido del comando central de El Sabra, en Beirut. El propio Yasser Arafat, jefe supremo de la OLP, hab¨ªa visitado ese puesto anteanoche.

El general Siilasvuo, coordinador de las fuerzas de urgencia de las Naciones Unidas, regres¨® ayer a Jerusal¨¦n, tras una breve estancia en Beirut. Antes, de partir sugiri¨® que las fuerzas internacionales no llegar¨¢n a este pa¨ªs antes de tres d¨ªas, porque los preparativos para su intervenci¨®n -explic¨®- ?exigen laboriosas negociaciones con todas las partes implicadas, y tambi¨¦n con los Gobiernos que quieran enviar sus contingentes?.

Pero se teme aqu¨ª que la presencia de la ONU no ser¨¢, por el momento, m¨¢s que simb¨®lica. Un grupo de especialistas de la oficina pol¨ªtica dependiente de Siilasvuci es todo lo que ha llegado a Beirut hasta ahora.

Tres ej¨¦rcitos

Los detalles del entendimiento entre Siria, L¨ªbano e Israel han sido ya pr¨¢cticamente concluidos. Los cascos azules s¨®lo podr¨¢n establecerse, en el mejor de los casos, en una zona tamp¨®n, de no m¨¢s de diez kil¨®metros de profundidad, entre el sur de Saida y el Litani. La regi¨®n al sur del r¨ªo, hasta la frontera israel¨ª, ser¨¢ seguramente declarada libre, bajo el control, naturalmente, del ej¨¦rcito israel¨ª, que en este instante tiene all¨ª m¨¢s de 30.000 hombres. Alrededor de 15.000 guerrilleros palestinos se han replegado hacia Saida, e incluso Beirut.

En L¨ªbano, con una extensi¨®n territorial de no m¨¢s de 10.000 kil¨®metros cuadrados, hay ahora tres ej¨¦rcitos de ocupaci¨®n: el sirio, el palestino y el israel¨ª. No hay que olvidar, adem¨¢s, al propio ej¨¦rcito de L¨ªbano, de unos 15.000 hombres, ni a las milicias cristianas y musulmanas, ni a los prometidos cascos azules. Entre las organizaciones paramilitares derechistas destacan, por su capacidad de fuego, las de los falangistas, la del Partido Nacional Liberal (PNL), de Camile Chamoun, y la de los llamados guardianes del cedro, de extrema derecha, que hoy celebran la victoria israel¨ª. A ese bloque conviene a?adir los grupos armados del comando nacional de Ram¨®n Edde. Entre los musulmanes o izquierdistas, brillan con luz propia la OLP-Al Fatah, el Frente para la Liberaci¨®n de Palestina (FPLP), del doctor Habash, el Partido Socialista Progresista de Jumblatt, los saikas (palestinos prosirios) y los muravistas (nasseristas).

Se estima que existen uno s 500.000 activistas perfectamente armados, con artiller¨ªa moderna y dep¨®sitos de municiones en todo el pa¨ªs, especialmente Beirut. Aqu¨ª pueden verse, a pesar del control sirio, hasta ni?os y por si fuera poco, en cada esquina de la ciudad hay nidos de ametralladoras de los respectivos ej¨¦rcitos y fuerzas de seguridad. Si a todo ello se agregan los 200.000 refugiados que acaban de llegar a Beirut, resulta f¨¢cil prever que la posibilidad de un enfrentamiento interno y generalizado, y hasta de una nueva guerra civil, no es en absoluto descartable.

Pero la clave en la nueva situaci¨®n contin¨²an siendo los palestinos y sus organizaciones armadas de lucha. Tras descartar el anuncio israel¨ª de un alto el fuego, la ma?ana de ayer se pas¨® con una calma general en el frente de la ciudad central de Nabatiyeh. Pero por la tarde, los combates se reanudaron en el frente de Tiro y hacia el Este.

La actitud de la OLP, sin embargo, parece ser de mera respuesta a los bombardeos continuos israel¨ªes. Previamente, guerrilleros palestinos respondieron al alto pol¨ªtico de las hostilidades con un ataque con cohetes desde el campamento de refugiados de Rashiyeh.

Los guerrilleros tambi¨¦n dispararon salvas de cohetes contra lo que se calific¨® de ?concentraci¨®n de tanques enemigos? situados cerca de la localidad fronteriza israel¨ª de Hanita, en el Suroeste. La OLP declar¨® que los cohetes ?alcanzaron sus objetivos?.