Hoy, hace diez a?os, comenz¨® el mayo franc¨¦s
?Diez a?os despu¨¦s a¨²n contin¨²o siendo el s¨ªmbolo del miedo del poder franc¨¦s o, en caso contrario, no se explica que a¨²n no consienta mi retorno?, declar¨® ayer a la prensa gala Cohn Bendit, o Dany el rojo, para inaugurar la celebraci¨®n (literaria, parece ser, porque no se anuncia ninguna manifestaci¨®n por ahora) del d¨¦cimo aniversario de la creaci¨®n del movimiento del 22 de marzo, la cerilla que encendi¨® el fuego de las barricadas de mayo del 68 que conmovieron la Rep¨²blica centenaria, que alertaron a todo Occidente y que, virtualmente, pusieron punto final al reinado del general Charles de Gaulle a partir del momento en que la patronal francesa comprendi¨® que el general era atacado por el desvar¨ªo, cuando hizo su interpretaci¨®n del cisco que hab¨ªan organizado los 150 de la Universidad de Nanterre: ?Esto es el fin de Francia, esto es el fin del Papa, esto es el fin de todo?, le confes¨® al San Juan Bautista del gaullismo, Michel Debre.Cohn Bendit ha anunciado que atravesar¨¢ la frontera el mes de abril inmediato y que, de antemano, anunciar¨¢ el acontecimiento para que las autoridades, una de dos: o que lo dejan tranquilo suprimiendo la prohibici¨®n de residencia en Francia que los sectores progresistas franceses consideran ?absurda?, o que lo procesen por incumplimiento de la orden de expulsi¨®n que tambi¨¦n cumple diez a?os de edad.
Cohn Bendit, con motivo de los festejos literarios que ya han empezado a manifestarse para analizar los resultados de mayo del 68, reconoce que actualmente es acechado constantemente por el virus de la nostalgia y que hace todo lo que puede para no convertirse en un antiguo combatiente de las barricadas. Estima que el soplo de mayo del 68 ha desaparecido de Nanterre, la rabiosa, pero que la evoluci¨®n de las costumbres, el ecologismo, el feminismo, son consecuencia de aquella revoluci¨®n de quince d¨ªas que los franceses liquidaron llevando a la Asamblea Nacional la mayor¨ªa de derechas m¨¢s amplia de toda la historia de Francia. Dany el rojo, desde Francfort, en donde vive actualmente, estima que mayo del 68 ya no puede repetirse, pero que ser¨ªa posible ?expresar las mismas necesidades de entonces: se podr¨ªa hacer un congreso de la pereza o un inmenso carnaval pol¨ªtico-alternativo?.
?Qu¨¦ queda de aquella Universidad de Nanterre en donde naci¨® el movimiento del 22 de marzo, que le dio la palabra a las paredes con un primer eslogan: ?El aburrimiento es antirrevolucionario??
Muy poco, o nada. Los estudiantes de 1978 ni tan siquiera hab¨ªan empezado el bachillerato hace diez a?os. Ayer interrogamos a una estudiante en sociolog¨ªa y ni sab¨ªa que se cumpl¨ªa el d¨¦cimo aniversario, pero la leyenda de mayo del 68 se hizo r¨¢pidamente nostalgia de algo de lo que s¨ª ha o¨ªdo hablar mucho: ?Qu¨¦ l¨¢stima que no haya manifestaciones. Debi¨® ser formidable aquello. ? Algunos profesores de entonces a¨²n cultivan el recuerdo, pero como historia irrepetible.
Los muros, s¨ª: los muros con tin¨²an cubiertos por carteles que se refieren a la Liga Comunista Revolucionaria, a los anarquistas, a los movimientos de mujeres, a los ?espontane¨ªstas?, etc¨¦tera. Y tambi¨¦n sobre los muros sobreviven algunos esl¨®ganes, pero de ¨¦pocas posteriores a ?Nanterre, la locura?. Uno de ellos recuerda el parche que invent¨® entonces el gaullismo: ?Abajo la participaci¨®n. Nosotros no seremos nuestros propios patronos.? Otro deja entrever el escepticismo nacido con los a?os 70: ?Vayamos de fracaso en fracaso hasta la victoria final. ?
La noche del 22 al 23 de marzo de 1968 fue te¨®ricamente una noche trivial. Ciento cincuenta estudiantes ocuparon el aula del consejo de la facultad de Letras de Nanterre, universidad ubicada en la periferi¨¢ parisiense. Desde hac¨ªa algunos meses el malestar estudiantil se hab¨ªa manifestado ya en otros centros por razones en apariencia corporativistas: protesta contra la reforma Fotichet de la ense?anza, mejora de condiciones de trabajo. Pero tras las apariencias lat¨ªan otras reivindicaciones, difusas, pero ciertas. Pocas semanas antes del c¨¦lebre 22 de marzo, Cohn Bendit se hab¨ªa plantado en el podio de la.contestaci¨®n, con motivo de la inauguraci¨®n de una piscina por el ministro de Deportes, se?or Missoffe. Le interpel¨® para reprocharle la omisi¨®n del problema de la sexualidad en su ?Libro blanco de la juventud? (se asegur¨® que Dany el Rojo coqueteaba con la hija del ministro). Despu¨¦s, d¨ªa a d¨ªa, tras el primer traspi¨¦s del Gobierno al autorizar la entrada de la polic¨ªa en el campus universitario, el clima se recalent¨® y la ocupaci¨®n de la noche del 22 de marzo fue el primer aldabonazo de lo que iba a ser el mayo del 68 generado por el movimiento del 22 de marzo, constituido por la espontaneidad, rechazo de toda organizaci¨®n y ?necesidad de introducir la discusi¨®n y la acci¨®n pol¨ªtica en la Universidad, y de establecer un lazo con las luchas obreras?, seg¨²n el comunicado, oficial de aquella noche que termin¨® con un guateque a primeras horas de la madrugada: el tel¨®n de mayo del 68 se hab¨ªa levantado.
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