Joris Ivens: "Mi trabajo ha sido hacer un film de la verdad"
Autor de "Tierra de Espa?a", pel¨ªcula rodada en los frentes de la guerra civil espa?ola
Pregunta. Se le acaba de rendir un homenaje en Benalm¨¢dena; la pel¨ªcula ha tenido un rotundo ¨¦xito. ?Qu¨¦ significado tiene para usted todo esto?Respuesta. Significa para m¨ª que ten¨ªa raz¨®n al demostrar confianza en el pueblo espa?ol; una satisfacci¨®n que he visto compartida por los 2.000 espectadores -la mayor¨ªa entre los dieciocho y los veinte a?os- que asistieron a esta primera proyecci¨®n despu¨¦s de cuarenta a?os. Mi trabajo ha sido hacer un filme de la verdad. Durante la proyecci¨®n me he dado cuent¨¢ que la pel¨ªcula ha tocado el coraz¨®n de los j¨®venes. Me parece muy interesante porque es la historia de sus padres y de sus abuelos. Este puente me parece, precisamente, muy interesante. Y mi satisfacci¨®n es tanto desde el punto de vista pol¨ªtico como art¨ªstico, porque he intentado reflejar la verdad, para m¨ª el aspecto principal. Porque Espa?a en la segunda mitad de los a?os treinta fue el motor de desarrollo de los movimientos antifascistas del mundo entero.
P. H¨¢blenos de la pel¨ªcula, su financiaci¨®n, sus problemas, su desarrollo.
R. La pel¨ªcula no surgi¨® solamente por el hecho de la guerra de Espa?a. Yo pertenec¨ªa a un movimiento antifascista y al sobrevenir la contienda me vine. Hay que tener en cuenta que esto ocurre antes de la expansi¨®n hitleriana.
Todos los dem¨®cratas entendieron que este pueblo hab¨ªa acudido a unas elecciones democr¨¢ticas. La llegada de Franco con apoyo de Alemania e Italia movi¨® a los antifascistas de todo el mundo. Se vio en aquel momento c¨®mo el pueblo espa?ol tomaba las armas en defensa de la democracia y eso me hizo venir a Espa?a y demostrar lo que pasaba.
En Nueva York se cre¨® una sociedad para realizar la pel¨ªcula, la Contemporary Historians Inc. Hemingway, Dos Passos, Frederic March, Archibald McLeish y algunos otros firmaron un contrato para financiar el presupuesto (c¨¢mara, pel¨ªcula, viajes, etc¨¦tera). Se pretend¨ªa hacer un filme con gente real, no con actores. No lo ve¨ªamos como un montaje para obtener un lucro.
Despu¨¦s de lograr la aceptaci¨®n de John Ferno como operador, nos trasladamos a Par¨ªs, donde tuvimos dificultades diplom¨¢ticas para encontrar pasajes para Espa?a. Gracias a Luis Bu?uel, que era una especie de relaciones p¨²blicas y art¨ªsticas y comod¨ªn de la embajada, pudimos arreglar las cosas y volar hasta Valencia. Una vez all¨ª nos dimos cuenta que el ¨²nico modo de reflejar la verdad era ir al frente. En Nueva York hab¨ªa hecho un gui¨®n, pero al llegar a Espa?a vi que la gente luchaba por su vida, que no era un acontecimiento rom¨¢ntico y decid¨ª romperlo. En el viaje hacia el frente, al o¨ªr los disparos, me di cuenta de que por primera vez llegaba a una guerra.
Pr¨¢cticamente rodamos todos los planos en Madrid y los alrededores del Jarama, principalmente en Fuentidue?as. Pod¨ªamos haber rodado en Barcelona, pero en aquel momento estimamos que Madrid era el punto clave. Aqu¨ª establecimos contacto con el Ej¨¦rcito republicano, con las Brigadas Internacionales, con el Partido Comunista, etc¨¦tera.
En cuanto a la financiaci¨®n, nuestro presupuesto era muy peque?o. Hab¨ªamos conseguide; en una primera entrega, 2.000 d¨®lares de aquellos tiempos, para c¨¢mara, pel¨ªcula, viajes, etc¨¦tera. Luego conseguir¨ªamos cifras superiores. Al final sobr¨® dinero, pero el productor, que era un buen administrador, intent¨® devolverlo y los donantes no lo aceptaron. Entonces el sobrante pas¨® a incrementar la recaudaci¨®n para las ambulancias, que era el objetivo ¨²ltimo de la pel¨ªcula: mostrar la verdad, para contrarrestar la propaganda fascista y recaudar fondos para enviar material sanitario a los combatientes, su m¨¢xima necesidad.
En Fuentidue?as, un pueblo agr¨ªcola de la retaguardia, en el camino de Valencia a Madrid, desde donde se abastec¨ªa a los frentes cercanos y a Madrid, me extra?aron cosas como que el cura cobraba todos los oficios en una especie de uni¨®n entre la religi¨®n y las finanzas; vi que terrenos f¨¦rtiles s¨®lo eran utilizados por los ricos para cazar. En el frente conoc¨ª la escasez de armas y la falta de apoyo internacional. Me impresion¨® la militancia del pueblo de Madrid. Todas estas cosas, para un cineasta, le sirven para hacer un filme po¨¦tico.
P. Hemingway y los intelectuales americanos que contribuyeron a la realizaci¨®n de la pel¨ªcula son figuras contradictorias y pol¨¦micas por sus actuaciones posteriores...
R. Hemingway no vino a Espa?a como antifascista. Vino por su sentimiento burgu¨¦s por la justicia. Y como corresponsal ven¨ªa a ?contar la verdad?. Despu¨¦s de dos semanas cerca del frente se dio cuenta de la militancia del pueblo y fue cambiando el sentido de sus art¨ªculos y apoyaba la raz¨®n de ese pueblo. El ardor demostrado por el Batall¨®n Lincoln y la militancia voluntaria del doctor alem¨¢n Hulbron, contribuyeron mucho en ese cambio de impresi¨®n. En aquellos momentos hab¨ªa empezado a escribir su novela Tener o no tener y me dijo que no segu¨ªa porque lo que estaba viendo le imped¨ªa continuar.
Hemingway, como periodista, habl¨® m¨¢s con las gentes que yo. Y sus reportajes ayudaron mucho al Ej¨¦rcito republicano. M¨¢s tarde, aport¨® su comentario a la pel¨ªcula, la present¨® en Nortearn¨¦rica...
En 1938 yo me fui a China, donde se libraba la lucha del pueblo chino contra la invasi¨®n imperialista japonesa. El volvi¨® a Espa?a y no s¨¦ las experiencias que tuvo en esa segunda etapa aqu¨ª. M¨¢s tarde se fue tambi¨¦n a China, aunque estuvo en diferentes frentes que yo. Luego la guerra mundial puede que le haya hecho cambiar de idea, porque aqu¨ª en Espa?a estaba convencido. Yo no lo critico. Si volvi¨® a la Espa?a de Franco es que tendr¨ªa otros intereses, para m¨ª muy respetables, como pudieran ser los toros. Fue muy valiente y estaba muy contento al ir a los frentes. En la versi¨®n espa?ola de la pel¨ªcula espero que lo puedan ver todos en sus comentarios.
P. Sin embargo, usted no ha vuelto durante la era franquista. El, s¨ª.
R. No ven¨ªa a Espa?a porque sab¨ªa que Franco lo capitalizar¨ªa como hizo con ¨¦l. Pero he seguido luchando contra la dictadura en estos a?os, sobre todo cuando los fusilamientos. Y la pel¨ªcula no ha estado dormida. Fue proyectada muchas veces en Europa y Am¨¦rica ha servido de testimonio.
P. Despu¨¦s de la guerra civil espa?ola usted ha estado en muchos campos de batalla. ?Cu¨¢l ha sido el momento m¨¢s interesante a lo largo de su trabajo en la lucha. por la libertad?
R. Cada vez que cojo mi equipo y mi c¨¢mara doy el ciento por ciento de mi capacidad. No hay momentos importantes en esta lucha (Vietnam, Cuba, Mal¨ª, Indonesia, etc¨¦tera). La intensidad de la lucha del pueblo por la libertad es siempre la misma y cuando trabajo pongo toda mi capacidad art¨ªstica e intelectual para hacerlo lo mejor posible. La responsabilidad art¨ªstica y militante es la misma para un pueblo grande -China, por ejemplo- que para un peque?o barrio. Naturalmente, me he jugado la vida en Espa?a, en la China del 38, en Vietnam, pero no es mi vida lo importante, sino la vida del pueblo que arriesga su existencia y eso es muy grande. La responsabilidad como artista en casos como el de aqu¨ª o Vietnam es mayor porque el testimonio de las im¨¢genes alcanza m¨¢s relieve. Y cuando se act¨²a como jefe de un grupo se tiene tambi¨¦n gran responsabilidad por la vida de los companeros, como me ocurri¨® en el frente del Jarama.
P. Usted ha visitado la Rep¨²blica Popular China en numerosas ocasiones. Ha recorrido el pa¨ªs y convivido con sus habitantes largo tiempo. Con su inseparable compa?era Marceline Loridan ha filmado la vida cotidiana china en un grupo de documentales que, unidos, duran doce horas.
R. Hace largo tiempo que mantengo lazos con los revolucionarios chinos. He estado all¨ª en varias ocasiones desde la guerra contra la invasi¨®n fascista japonesa y he vuelto despu¨¦s de la Revoluci¨®n Cultural. Creo que no se puede hablar con triunfalismo, de haber logrado ya un objetivo. Es una lucha dura y larga que lleva un buen camino.
P. Ha estado tambi¨¦n en Cuba. ?Puede compararnos las situaciones de China y de Cuba?
R. La revoluci¨®n cubana es totalmente diferente. No se pueden comparar. Ahora bien, s¨ª puede se?alar que en Cuba he visto un entusiasmo activo revolucionario como no he encontrado en ninguna otra parte. Y he visto muchas luchas revolucionarias y soy un comunista convencido. Claro est¨¢, todo, despu¨¦s de la revoluci¨®n rusa, que aunque era yo muy Joven en ese tiempo, p¨¢ra m¨ª sigue siendo la m¨¢xima revoluci¨®n. Pero a la cubana hay que admirarla porque por su cercan¨ªa a Norteam¨¦rica era muy dif¨ªcil.
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