D¨ªas hist¨®ricos para el socialismo
?El pasado fin de semana tendr¨¢ sin duda, para el socialismo espa?ol, un car¨¢cter hist¨®rico. La inhumaci¨®n en suelo espa?ol de uno de sus m¨¢s decisivos dirigentes, Francisco Largo Caballero, y la decisi¨®n del Partido Socialista Popular de fusionarse con el Partido Socialista Obrero Espa?ol representan dos instantes complementarios, de reencuentro con un importante pasado y de consolidaci¨®n.El regreso de los restos de Largo Caballero a su Madrid, 32 a?os despu¨¦s de su muerte en el exilio, debe aportar, ante todo, un factor de reconciliaci¨®n nacional, que esperamos contin¨²e con el regreso de los cuerpos de todos los dem¨¢s espa?oles ilustres fallecidos lejos de su tierra. Cada uno de esos retornos debe entra?ar un recordatorio de que los grandes personajes hist¨®ricos son, m¨¢s all¨¢ de los debates y los enfrentamientos de un momento determinado, patrimonio de toda Espa?a, de toda su historia, y merecen, al menos, el respeto de todos en la muerte.
En Torremolinos han ca¨ªdo -no sin amarguras y oposici¨®n- las ¨²ltimas barreras serias a la unidad socialista, al aceptar el PSP lo que equivale a su absorci¨®n por el PSOE.
La coincidencia de estos dos actos da un particular relieve a la personalidad de Largo Caballero, que -como distinguidos socialistas han recordado estos d¨ªas- era un moderado en sus actos, aunque su dial¨¦ctica y las circunstancias pol¨ªticas de los ¨²ltimos a?os de la Rep¨²blica le confirieran err¨®neamente esa definici¨®n de ?Lenin espa?ol? que ¨¦l repudiaba.
10 abril
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