Babcock Wilcox, al borde de la quiebra con 26.000 millones de pasivo
A 26.000 millones de pesetas asciende el pasivo de la empresa Babcock Wilcox frente a un activo de la misma cuant¨ªa, seg¨²n el balance definitivo elaborado por los interventores judiciales designados tras la suspensi¨®n de pagos presentada el pasado mes de febrero ante el juzgado de guardia de Bilbao.
Este equilibrio entre el activo y el pasivo hace temer que la suspensi¨®n de pagos pueda convertirse en quiebra, lo que en cierto modo contradice unas recientes declaraciones a La Actualidad Econ¨®mica del vicepresidente ejecutivo, se?or Mill¨¢n Barbany, quien dijo abrigar esperanzas de que la suspensi¨®n de pagos pudiera ser levantada gracias a la moratorias concedidas por lo acreedores y la colaboraci¨®n de varias entidades financieras.El informe de los interventores judiciales determina que la empresa tiene en la actualidad deudas vencidas por un importe de 12.000 millones de pesetas, a lo que se vendr¨¢n a sumar a corto plazo otros 4.500 millones. El ejercicio del pasado a?o se cerr¨® por otra parte, con un d¨¦ficit que se aproxima a los 3.000 millones de pesetas, frente a los 365 del a?o, anterior.
A este panorama cabe a?adir el hecho de que abrir las puertas de sus dos factor¨ªas le cuesta a Babcock Wilcox quince millones de pesetas al d¨ªa, seg¨²n manifestaciones recientes del consejero se?or Herrando. Las esperanzadoras declaraciones del se?or Mill¨¢n Barbany parecen compaginarse dif¨ªcilmente con las cifras apuntadas.
Los trabajadores han puesto el acento, por otro lado, en la escasa respuesta dada por la banca, cuyas promesas no se han concretado todav¨ªa en apoyos financieros concretos. Tampoco las gestiones ministeriales realizadas con la banca extranjera han dado hasta ahora resultados positivos, lo que impide a la empresa incluso la adquisici¨®n de materias primas para mantener una producci¨®n m¨ªnima.
Tambi¨¦n se quejan los trabajadores del silencio que rodea las gestiones llevadas a cabo para sacar adelante la empresa. Entienden que las promesas recibidas en instancias oficiales hace casi un mes se han incumplido. Todo ello hace temer por los puestos de trabajo.
Babcock Wilcox ha conseguido, por otra parte, reducir su plantilla de 5.000 trabajadores en cerca de seiscientos, de los cuales 150 han decidido acogerse a la jubilaci¨®n anticipada. Pero la repercusi¨®n real de esta crisis rebasa con creces el ¨¢mbito de la propia Babcock Wilcox, ya que otras empresas se han visto afectadas por la suspensi¨®n de pagos, lo que puede colocar a muchas de ellas en situaci¨®n cr¨ªtica y poner en peligro hasta 50.000 puestos de trabajo.
La suspensi¨®n de pagos de la Babcock es la m¨¢s importante de la historia econ¨®mica espa?ola de los ¨²ltimos a?os. La crisis de la empresa se ha constituido en banco de pruebas y bot¨®n de muestra de la crisis de algunos sectores b¨¢sicos. En el caso Babcock, dificultades acumuladas a lo largo de varios a?os han llevado a la empresa a la situaci¨®n actual que parece de dif¨ªcil retorno. El estado de las ¨²ltimas negociaciones parece favorable a que si se llega a un acuerdo de sacrificios de todas las partes supondr¨ªa. nuevas aportaciones del capital, consolidaci¨®n de cr¨¦ditos, aplazamiento de pagos, renuncia de los trabajadores a algunos de sus derechos y reconversi¨®n industrial de la empresa, puede superarse a medio plazo la situaci¨®n de la empresa.
Los distintos grupos afectados por la crisis han negociado las posibles soluciones con la Administraci¨®n, que en ning¨²n caso se ha comprometido a salvar la empresa en una operaci¨®n de nacionalizaci¨®n de p¨¦rdidas o de entrega de fondos p¨²blicos. Se trabaja con una posible comisi¨®n de expertos independientes que propongan soluciones a las empresas una vez que sus nombres sean aceptados por todas las partes.
Mientras estos acuerdos no se materializan la situaci¨®n de la empresa se deteriora hasta niveles cada vez m¨¢s irrecuperables que amenazan seriamente las posibilidades de su reflotamiento futuro.
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