La DC italiana puede adoptar una direcci¨®n colegiada
El tema dominante en los c¨ªrculos le los partidos italianos contin¨²a siendo el futuro pol¨ªtico de Moro en el caso de que sea liberado sano y salvo. Pese a que el secretario democristiano Benigno Zaccagnini ha salido al paso de la pol¨¦mica, reiterando la validez de la funci¨®n pol¨ªtica de Moro, se tiene la impresi¨®n de que, de hecho, se est¨¢ imponiendo en el partido una direcci¨®n colegial en la que la l¨ªnea de Zaccagnini; el primer ministro, Giulio Andreotti; el l¨ªder de los diputados, Flaminio Piccoli, y Fuerzas Nuevas contar¨ªan casi con el 70 % del partido.
A los treinta d¨ªas del secuestro de Moro, la polic¨ªa sigue sin encontrar el rastro de los secuestradores y su reh¨¦n. Ayer unos sesenta carabineros registraron casa por casa el c¨¦ntrico barrio de plaza Vittorio, en Roma, donde se encuentra uno de los mercados m¨¢s populares de la capital. La pista para llegar a la prisi¨®n de Aldo Moro result¨® falsa, como otras tantas seguidas por las autoridades. Mil¨¢n, Tur¨ªn, G¨¦nova y Roma son las ciudades donde en particular se centran las pesquisas.
Aunque tanto la polic¨ªa como los magistrados y pol¨ªticos mantienen absoluta reserva, vuelve a cobrar consistencia la hip¨®tesis avanzada al d¨ªa siguiente del secuestro de Moro de una participaci¨®n del alem¨¢n Christian Klar, quien, seg¨²n el diario de Dusseldorf Rheinische Post habr¨ªa sido el cerebro del secuestro de Moro.
Analizando las causas del terrorismo, la revista de los jesuitas Civilta Cattolica habla de la debilidad cr¨®nica de los servicios secretos, del apoyo dado a los brigadistas por la izquierda extraparlamentaria y de la actitud neutral de muchos intelectuales, como los novelistas Alberto Moravia y Leonardo Sciascia, que sostienen la tesis de ?ni con las Brigadas Rojas ni con el Estado?.
La Administraci¨®n sigue su marcha
El Gobierno italiano mantiene, mientras tanto, en marcha su maquinaria, ocup¨¢ndose ayer por la ma?ana de varias medidas para el desarrollo del sur del pa¨ªs y para mejorar la reglamentaci¨®n de c¨¢rceles y manicomios.Por su parte, el Parlamento hace lo mismo. Para contrarrestar el ?obstruccionismo ? adoptado por los cuatro diputados radicales que han presentado doscientas enmiendas, la C¨¢mara decidi¨® discutir a ultranza en sesi¨®n permanente los veintid¨®s art¨ªculos de la ley sobre el aborto. El Senado, por su parte, abrog¨® la vigente ley Reale sobre el orden p¨²blico, evitando as¨ª la celebraci¨®n del refer¨¦ndum solicitado tambi¨¦n por los radicales con la recogida de 700.000 firmas.
La decisi¨®n tendr¨¢ que ser sancionada todav¨ªa por el Congreso.
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