Una "c¨®moda" Real dejo ganar al Rayo

El Rayo Vallecano venci¨® el domingo. La Real Sociedad, equipo al que pr¨¢cticamente nada le iba en el envite, fue el rival que permiti¨® a los madrile?os conseguir ya de manera matem¨¢tica la permanencia despu¨¦s de realizar una segunda vuelta en la que con la del domingo, s¨®lo ha conseguido tres victorias.El 5 de febrero, el Rayo venci¨® apuradamente al H¨¦rcules, en Vallecas. Desde entonces se sucedieron los partidos de Liga hasta un n¨²mero de diez en los que el Rayo no logr¨® ganar ninguno, encaj¨® veintisiete goles y marc¨® ocho. La Real Sociedad permiti¨®, el domingo, que el Rayo rompiera su racha negativa y totalmente opuesta a la realizada en la primera vuelta.

El Rayo venci¨® a la Real, pero para ello no exhibi¨® un juego mucho mejor que el realizado en otras ocasiones y que le costara alg¨²n negativo. La Real plante¨® un encuentro sin grandes dificultades; con una t¨¢ctica defensiva, pero sin emplearse a fondo sus jugadores. El Rayo aprovech¨® esta facilidad de los rivales y cuando jug¨® con af¨¢n y cierta velocidad, super¨® sin complicaciones al equipo donostiarra. El equipo de H¨¦ctor N¨²?ez se encontr¨®, al fin, con un rival asequible que le permiti¨® romper una mala racha que parec¨ªa interminable. Al menos lo ha hecho a¨²n a tiempo.

La Real se present¨® en Vallecas como si tuviera que solventar un compromiso de tr¨¢mite. La elemental t¨¢ctica del 4-3-3 reparti¨® a sus jugadores por todo el campo, que estuvieron m¨¢s atentos a cerrar huecos en defensa que a crearlos en ataque. S¨®lo la creatividad de Zamora y las carreras del impulsivo Alonso estiraron algo su equipo hacia la meta rayista, que s¨®lo pas¨® por un momento de verdadero peligro, cuando Zamora se plant¨® ante Hierro y tir¨® excesivamente cruzado. La r¨¦plica del, Rayo en esta primera parte fueron disparos lejanos y, por tanto, casi siempre imprecisos. Solamente Luna y Anero, dos defensas, efectuaron remates de cierta peligrosidad, precisa mente por tener menor vigilancia al arrancar desde atr¨¢s.

Los jugadores rayistas quedaron en el primer tiempo absorbidos netamente por la defensiva realista, pero en la segunda parte actuaron con mayor movilidad y la Real, que jugaba con toda tranquilidad, encaj¨® un gol. Intent¨® abrir l¨ªneas t¨ªmidamente y dej¨® al Rayo mayor libertad de movimientos, que no aprovech¨® porque desde luego el equipo est¨¢ muy lejos de su mejor momento de forma.

Con esta victoria, el Rayo se asegur¨® la permanencia en Primera Divisi¨®n. Tuvo que llegar un equipo sin la obligaci¨®n de jugar ?asfixiado? para vencer. Que la Real hubiese empatado o ganado en Vallecas, no hubiera dejado de ser un puro accidente, cuya culpa hubiera tenido que recaer exclusivamente en el Rayo. Unos minutos de intentar jugar como en la primera vuelta, bastaron para confirmarlas rentas obtenidas de cuando el Rayo era ?matagigantes?.