La Generalidad no espera decisiones espectaculares

Anoche continuaban reunidos el Gobierno catal¨¢n y la comisi¨®n mixta para la transferencia de servicios del Estado a la Generalidad. Esta ¨²ltima estaba presidida por el ministro de Justicia.El inter¨¦s informativo se centraba en la comisi¨®n, mixta. No obstante, un miembro de la misma, en representaci¨®n de la Generalidad, comunic¨® a EL PA?S que ?no se espera ninguna decisi¨®n espectacular?. Agreg¨® que ?los repre sentantes del Gobierno tienen posturas contradictorias entre s¨ª, mientras contin¨²an movi¨¦ndose dentro de los ya conocidos criterios de extrema prudencia?.

Los puntos a discutir abarcaban a pr¨¢cticamente todos los departamentos. En la primera parte de la reuni¨®n destacaron las actitudes cerradas del representante del Ministerio de Agricultura -Jos¨¦ Javier Rodr¨ªguez Alcalde- y del representante del Ministerio del Interior, Juan Alfonso Santamar¨ªa.

La postura del Ministerio del Interior se concretaba en el hecho de que la intervenci¨®n y fiscalizaci¨®n de los municipios contin¨²a en manos del Gobierno central. Ello reduce a nada las afirmaciones hechas durante el viaje de Tarradellas a Madrid, seg¨²n las cuales, los municipios depender¨ªan de la Generalidad.

Otro gran tema de debate era la dependencia de los funcionarios de la Generalidad pertenecientes a cuerpos del Estado. La f¨®rmula hallada se referir¨ªa a una dependencia ?org¨¢nica? del Estado y a una dependencia ?funcional? de la Generalidad.

Los representantes del Estado manifestaron especial inter¨¦s en que se hiciera constar que en los concursos-ingreso de personal de la Generalidad no apareciese ning¨²n requisito suplementario, sino ¨²nicamente los propios de los concursos estatales. Ello era motivado por el posible deseo de la Generalidad de valorar positivamente, o incluso considerar imprescindible, el conocimiento de la lengua catalana.

La postura cerrada del Estado en este tema hizo que los representantes catalanes pasaran a pedir que ¨²nicamente el conocimiento del catal¨¢n fuese valorado como un m¨¦rito adicional. Finalmente, es de destacar la mala acogida que, como era de esperar, ha tenido en Catalu?a el apartado de la declaraci¨®n Su¨¢rez-Tarradellas que hace refe rencia a la ense?anza del catal¨¢n a ?todos aquellos alumnos que as¨ª lo deseen?.

En efecto, ello puede llevar a la divisi¨®n de la comunidad catalana en dos, una catalanoparlante y otra castellanoparlante, cuando precisamente lo que desean todas las fuerzas catalanistas y la gran mayor¨ªa de inmigrantes -v¨¦ase al respecto el conocido libro del rector Bad¨ªa Margarit- es la integraci¨®n en una sola comunidad, que conozca y hable ambas lenguas. Esta nueva incomprensi¨®n de un tema que Jos¨¦ Mar¨ªa Pem¨¢n consider¨® ?claro como un vaso de agua clara? fue calificada ayer mismo por un vespertino barcelon¨¦s, en su comentario editorial, como ?bofetada discriminatoria que el Gobierno de Madrid propina a la lengua catalana?.