Su¨¢rez, constructor

Neg¨¢ndose a emplear la cl¨¢sica met¨¢fora de capit¨¢n, barco y tim¨®n, o la archiconocida del pastor y sus ovejas, durante su ¨²ltimo discurso else?or Su¨¢rez ha batido un nuevo r¨¦cord.Tras referirse a la construcci¨®n de un edificio, continu¨® con el polvo que se levanta a causa de las obras (y los camiones), unas ca?er¨ªas, unas ventanas que resistan el fr¨ªo y otros fen¨®menos meteorol¨®gicos y una misteriosa habitaci¨®n c¨®moda y confortable. Con lo a gusto que se encontraba el se?or presidente viendo lo fluido que le estaba saliendo el dominio del tema y comprobando que todos los diputados de UCD entend¨ªan el mensaje en clave; a ning¨²n telespectador le hubiese extra?ado que el discurso hubiera seguido as¨ª:

?Si pasamos al cuarto de ba?o, veremos el siguiente panorama: en el centro, la gran ba?era; frente a ella y a su izquierda, el lavabo. El bidet y el inodoro quedan a los extremos. Una calefacci¨®n central, instalada en todo el edificio, que sea para todos y caliente a todos por igual.?

No hablo. sin embargo, del tiempo que se tardar¨ªa en construir el edificio, la calidad de los materiales, las entradas iniciales, mensualidades y precio a pagar, que son los primeros datos que dan en todas las oficinas.