El se?or Aranguren y los te¨®logos de UCD

El profesor Aranguren ha tomado sobre s¨ª la ingrata y espa?ol¨ªsima tarea de decirnos a los dem¨¢s lo que somos y d¨®nde estamos. Y como este oficio de etiquetador es tan importante, se ha cre¨ªdo en la obligaci¨®n de aprovechar su libre entrada en las p¨¢ginas de EL PA?S para repetirnos lo que hab¨ªa dicho antes en una conferencia y nos hab¨ªa contado la prensa. Esperemos que nos lo diga todav¨ªa alguna otra vez. porque dos son pocas.Uno quisiera poseer la abundante informaci¨®n que el eminente profesor estar¨¢ manejando para llegar a colocarnos a cada uno en nuestro propio lugar. Le agradecer¨ªamos, simplemente, que nos dijera cu¨¢les son nuestras relaciones personales, profesionales o pol¨ªticas con los hombres de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico. Porque seguro que ¨¦l sabe m¨¢s que nosotros sobre este asunto. Y si nos aclara cu¨¢les son las afinidades estructurales de nuestras opiniones teol¨®gicas con el ideario de UCD, todav¨ªa mejor.

Si nos permite decirle algo de nosotros mismos. porque acaso lo sepa ¨¦l ya todo, le diremos al profesor Aranguren que, bien o mal, hemos pretendido buscar una comprensi¨®n de la Iglesia y una interpretaci¨®n de la conciencia cristiana que deje campo libre para el ejercicio de la libertad y la autonom¨ªa de los cristianos en el terreno de las realidades de este mundo. Por eso, ante la cobertura teol¨®gica del movimiento ?Cristianos por el Socialismo? hemos tenido, desde el Principio, un reparo fundamental de orden teol¨®gico: el riesgo de hacer teolog¨ªa excesivamente condicionada por una previa opci¨®n pol¨ªtica. Y esto nos vale lo mismo para cualquier otro partido, tambi¨¦n para UCD.

Si el se?or Aranguren considera, como parece, que cada opci¨®n pol¨ªtica debe contar con una retaguardia teol¨®gica propia, lo encontrar¨ªamos parad¨®jicamente anacr¨®nico: y si piensa que la Iglesia espa?ola, o, mejor dicho, lo que ¨¦l llama taranconismo trata de legitimar sutilmente el partido del se?or Su¨¢rez es que nos considera poco honestos y poco inteligentes, lo cual, a su vez, puede no ser ni inteligente ni honesto, sobre todo dici¨¦ndolo en un pa¨ªs en donde, como ¨¦l muy bien sabe, sigue vigente el aserto de "calumnia que algo queda". Y quedar¨¢, pues est¨¢ bien claro que el se?or Aranguren tiene en su mano unos sutiles elementos de poder para publicar sus opiniones que otros no poseemos, precisamente por no trabajar a sueldo de UCD ni contar con la benevolencia de poderosos amigos.

de la Universidad Pontificia de Salamanca