?D¨®nde van los impuestos?
DESPUES DE la entrada en vigor de la primera fase de la reforma fiscal -compuesta por las medidas urgentes, el levantamiento del secreto bancario el impuesto sobre el patrimonio. los recargos de otros Impuestos y la moratoria fiscal- la modificaci¨®n de los tipos impositivos del impuesto general sobre la renta, que ayer aparecieron en el Bolel¨ªn Oficial del Estado. tienden un puente hacia la segunda fase de esta reforma. Los nuevos impuestos sobre la renta. sucesiones Y transmisiones formar¨¢n esta segunda etapa. mientras que la tercera comprender¨¢. fundamentalmente. el Impuesto sobre sociedades y los que se refijeren al consumo. como consecuencia de la Implantaclon en nuestro pa¨ªs de la TVA, ya vigente en toda Europa. qUe aqu¨ª se denominar¨¢ impuesto sobre el valor a?adido (IVA).Seg¨²n la mayor¨ªa de los expertos la reforma es. desde un punto de vista t¨¦cnico y con las salvedades de rigor. racional coherente. v est¨¢ bastante bien hecha: se trata de un paso importante en la historia fiscal espa?ola. Otra cosa son los efectos pol¨ªticos de la propia reforma y los efectos econ¨®micos de los aumentos Impositivos. que. sin duda. han desanimado a la inversi¨®n. de la que tan necesitada est¨¢ el pa¨ªs si se quiere generar empleo y hacer frente al principal problema econ¨®mico y social del momento: la existencia de m¨¢s de un mill¨®n de parados.
En lo que se refiere al Impuesto sobre la renta. la morator¨ªa. con su llamada a la conciencia ciudadana. ha logrado 175.000 regularizaciones de declaraciones. La rehaja de los tipos impositivos del impuesto sobre la renta va en vigor. suponen una adaptaci¨®n a la realidad y una concienciaci¨®n del contribuyente. El sistema anterior basado en el reconocimiento del fraude. aumentaba de manera ignominiosa los tipos impositivos. El nuevo sistema que de alguna manera ha comenzado ya con la rebaia de tipos parece mucho m¨¢s moderno y razonable y ayudar¨¢ a que las empresas hagan declaraciones de los sueldos reales que pagan. desapareciendo as¨ª las dobles contabilidades y que las transmisiones patrimoniales sean declaradas a sus verdaderos precios.
En cualquier caso. los espa?oles vamos a pagar m¨¢s al fisco.y sin duda. es necesario que as¨ª sea: pero con justicia y de manera progresiva. A este respecto hay que se?alar que los nuevos tipos del impuesto sobre la renta van a gravar sobre todo a los ciudadanos de la clase media mejor dicho. de la clase media asalariada. Hay que tener en cuenta que una unidad familiar -esto es, la suma de los inszresos de los miembros de una familia que trabajen- con ingresos totales de 80.000 pesetas mensuales va a tributar unas 140.000 pesetas por el IRTP y 20.000 m¨¢s por el impuesto sobre la renta. Ciento sesenta mil pesetas al a?o para unos ingresos de 80.000 al mes es una cantidad respetable. que dif¨ªcilmente podr¨¢ ser evadida merced al levantamiento del secreto bancario y a la sinceridad de las declaraciones de las empresas. Las clases m¨¢s ba'as quedan exentas de este impuesto y es normal. Lo que ya no es tan normal es que el tipo impositivo se detenga en un 40 % de la base imponible en las rentas m¨¢s elevadas. La justicia progresiva del impuesto desaparece ctiando se grava a los asalariados de la clase media. m¨¢s que a las profesiones liberales. negociantes e industriales. sobre cuya renta personal es infinitamente m¨¢s dif¨ªcil ciercer controles. En una palabra, los ricos podr¨¢n seguir evadiendo por este concepto. Y m¨¢s cuanto m¨¢s ricos sean.
Pero hav una objeci¨®n mayor y a¨²n m¨¢s grave que oponer a la reforma Ord¨®?ez. El gobierno ha sido muy r¨¢pido -lo est¨¢ siendo- en su aplicacion. pero hace muy poco o nada en que respecta a la reforma de la Administraci¨®n de las empresas p¨²blicas. El pueblo tiene derecho a ver c¨®rno el Estado pone sus cuentas en orden y en claro en primer lugar. Y ya es parad¨®jico que el mismo ministro de Hacienda que persigue con un palo a los contriyentes. no les ense?e a cambio ni siquiera la peque?a zanahoria de ver c¨®mo se acaba con el derroche. cuando no la corrupci¨®n. que caracteriza el gasto p¨²blico de nuestro Estado.
?D¨®nde va el dinero de nuestros impuestos? La conciencia dernocr¨¢tica reci¨¦n estrenada va a llevar. sin duda a los espa?oles a pagarlos incluso con sacrificios reales en ni muchos casos. Pero esa misma conciencia dernocr¨¢tica les liace reclamar un control m¨¢s riguroso y una contraprestaci¨®n de serviclos sociales efectiva. En otros pa¨ªses europeos, hay impuestos elevados. pero las redes de carreteras. los hospitales. las viviendas y el ¨ª'uncionamiento escolar -por eiemplo- son infinitamente superiores. En los pa¨ªsesde la Comunidad Europea todo ni?o tiene plaza gratuita en un colegio estatal hasta los catorce, quince o diecis¨¦is a?os. Y s¨®lo va a una escuela privada cuando su familia puede y quiere pagarlo. ?C¨®mo comparar los inistos m¨¦dicos. de viviencia y de escuela que se producen en Espa?a Ion los europeos? La diferencia es tan brutal que hasta se puede defender la desgravaci¨®n de la base imponible del impuesto de estos gastos de vivienda, colegios y cuidados m¨¦dicos que la colectividad. a quien el contribuyente ha pagado su impuesto, no le ha sufragado. Para no hablar del hecho histri¨®nico de las subvenciones, con dinero de todos los contribuyentes. a colegios que no todos los contribuyentes pueden utilizar, o de la corrupci¨®n de la Seguridad Social la falta de productividad de la funci¨®n p¨²blica. la mala aesti¨®n de tantas empresas del Estado y las nacionalizaciones apresuradas de empresas privadas que se ven en dificultades, pero que en su d¨ªa ya disfrutaron del cr¨¦dito y la protecci¨®n del Estado.
Los partidos pol¨ªticos con representaci¨®n parlamentar¨ªa van a tener que recoger este clamor. Y el se?or Fern¨¢ndez Ord¨®?ez decir qu¨¦ piensa dar a cambio de la presi¨®n fiscal que nos est¨¢ echando encima. Porque un ministro de Hacienda no es s¨®lo un recaudador de impuestos. Y no hace falta volver a hablar de Matesa para explicar lo que queremos decir.
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