Freno a la destrucci¨®n del patrimonio hist¨®rico-art¨ªstico valenciano
La incoaci¨®n de expediente para declarar diversas zonas de Valencia conjunto hist¨®rico-art¨ªstico completa diversas iniciativas parciales ejercidas hasta el momento por la Direcci¨®n General del Patrimonio Art¨ªstico. Estas medidas, sin embargo, de no verse apoyadas con unas normas generales, dif¨ªcilmente hubieran puesto freno a la destrucci¨®n del patrimonio hist¨®rico valenciano, uno de los m¨¢s da?ados en el conjunto de las ciudades espa?olas por la libre actuaci¨®n especulativa y los desacertados planes urban¨ªsticos.
Una primera iniciativa en este sentido parti¨® del Archivo Hist¨®rico Art¨ªstico del Colegio de Arquitectos con el listado de un centenar de edificios de menos de cien a?os, cuya existencia peligraba bajo la indiscriminada actuaci¨®n de la piqueta. Por su parte, el Ayuntamiento tambi¨¦n realiz¨® un inventario sobre la plaza del Caudillo y la calle de la Paz, mientras uno de sus planes, sin embargo, est¨¢ poniendo en peligro el hist¨®rico barrio del Carmen, si se lleva a cabo la prolongaci¨®n de la avenida del Oeste, tal y como proyectaron los urbanistas del franquismo.La sorpresa lleg¨® con la primera decisi¨®n de la Administraci¨®n central al proyectar el primer ensanche de esta zona. Listado, inventarios de muestreo o lo que fuera no pod¨ªan cortar la carrera especulativa que ha transformado el centro de Valencia en una city de chicha y nabo a costa de romper la imagen ciudadana de las calles de Col¨®n, Lauria, Don Juan de Austria y otras. Hasta 90.000 pesetas por metro cuadrado se ha pagado recientemente en Col¨®n. Una actuaci¨®n por encima del municipio se hac¨ªa necesaria. Y as¨ª fue, no sin duras reacciones de los ediles que ve¨ªan a la Direcci¨®n General enlazar directamente con los urbanistas del Colegio y poner as¨ª en peligro los frecuentes compromisos con los constructores para la concesi¨®n de licencias de nuevos edificios. En febrero, el Patrimonio Art¨ªstico incoaba expediente a favor del Primer ensanche burgu¨¦s, trazado por Joaqu¨ªn Mar¨ªa Arnau en 1880, seg¨²n el modelo urban¨ªstico de Cerd¨¢ aplicado en Barcelona. El conjunto corresponde a una zona modernista con muestras ¨²nicas de la arquitectura valenciana desde el a?o del trazado a 1930, representativas de tendencias que van del eclecticismo al racionalismo.
Salvar edificios aislados no serv¨ªa para conservar la imagen de la ciudad, aunque, como asegura el arquitecto Manuel Portaceli, en cincuenta a?os han desaparecido m¨¢s de la mitad de los palacios antiguos, y s¨®lo han sido salvadas ocho iglesias, lo que permite afirmar que ni esa pol¨ªtica urban¨ªstica se ha aplicado.
La incoaci¨®n no s¨®lo afecta al centro cerrado por la circunvalaci¨®n, que siglos atr¨¢s estuvo amurallado tal y como el padre Tosca traz¨® en un plano de 1900, sino tambi¨¦n a zonas del siglo XIX y barrios perif¨¦ricos o pueblos de cercan¨ªas. Como primera ¨¢rea, marca la del centro hist¨®rico, donde se encuentran los m¨¢s destacados exponentes de g¨®tico en arquitectura religiosa y edificios civiles, sin olvidar el barrio del Carmen, en su conjunto, o la plaza de la Virgen, reivindicados hoy por los ciudadanos como espacios de convivencia y encuentro, al estilo de las cl¨¢sicas ¨¢goras. Cruzando la calle de Col¨®n, una de las que integran la v¨ªa de circunvalaci¨®n, se encuentran los dos ensanches entre ¨¦sta y las grandes v¨ªas de Marqu¨¦s del Turia y Jos¨¦ Antonio. El expediente abarca tambi¨¦n Peris y Valero y P¨¦rez Gald¨®s, siguiendo m¨¢s o menos el cintur¨®n de ronda marcado por el antiguo y nuevo cauce del Turia. ?Existe el peligro de grandes pantallas de cemento a ambos m¨¢rgenes del viejo cauce -se?ala Trini Sim¨®, profesora de Historia del Arte-, con lo que su utilizaci¨®n como futura zona verde se ver¨ªa muy afectada. No s¨®lo reivindicamos el cauce f¨ªsico, sino tambi¨¦n su entorno.?
Las restantes zonas incoadas corresponden al barrio del Cementerio, poblados agr¨ªcolas como Campanar y Benimaclet, y los Poblados Mar¨ªtimos, en donde la antigua casa de Blasco Ib¨¢?ez, La Malvarrosa, como las de otras de moradores no tan conocidos, se encuentran en degradaci¨®n paulatina. En esta ¨²ltima zona permanecen muestras de arquitectura popular modernista con fachadas de azulejos multicolores para defenderlas de la humedad salina del mar.
Una burgues¨ªa sin sentido hist¨®rico
Entre la incoaci¨®n de la Direcci¨®n General y la declaraci¨®n definitiva se ha abierto un per¨ªodo de negociaci¨®n para rebajar exigencias, tal como expresa Juli¨¢n Esteban, ante un Ayuntamiento que no accede a cerrar el grifo de las licencias. Aunque la responsabilidad de la destrucci¨®n del habitat ciudadano apunta desde la corporaci¨®n directamente a la burgues¨ªa valenciana, carente de una sensibilidad est¨¦tica y urbana, que ha despreciado lo que ten¨ªa las casas del siglo XIX o de tiempo m¨¢s pr¨®ximo, para ocupar el bloque moderno.
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