Odisea del hombre que volvi¨®

Charles Puka, 89 a?os, de origen ucraniano, emigrado a Estados Unidos en 1909 y naturalizado norteamericano, quiso ver su aldea natal antes de morir. El a?o pasado, munido del correspondiente pasaporte del ?t¨ªo Sam?, se traslad¨® a la URSS. Pero cuando lleg¨® al pa¨ªs, Mosc¨² decidi¨® que se trataba de uno de los suyos y que no ten¨ªa, por tanto, derecho a regresar a Estados Unidos. Para convencerlo, las autoridades le acusaron de ?falsificaci¨®n de documento p¨²blico?, puesto que, al parecer, Puka tenia tambi¨¦n un pasaporte sovi¨¦tico. Durante nueve meses, el anciano y la embajada de Washington tuvieron que luchar contra la burocracia rusa, hasta que, por fin, Puka pudo disponer de otro pasaporte norte americano. Una vez conseguida la autorizaci¨®n de salida, Puka se traslad¨® al aeropuerto de Mosc¨², dieciocho horas antes de la partida de su vuelo, para tener la seguridad de no perder el avi¨®n. En la fotograf¨ªa le vemos en Francfort, con sus papeles de adopci¨®n, camino de su casa de Glassport (Pennsylvania), tras haber conseguido salir de la tierra que le vio nacer y que ahora quer¨ªa verle morir.