Brejnev llega hoy a Bonn sin pasar por Berl¨ªn
A diferencia de su primera visita a la Rep¨²blica Federal de Alernania, en mayo de 1973, esta vez Le¨®nidas Brejnev llega a Bonn sin pasar por Berl¨ªn Oriental. A cambio, enviar¨¢ a la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, a mediados de este mes, a su ministro de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko.Independientemente de que antes el jefe del Estado y del partido sovi¨¦ticos haya informado sobre espectativas del viaje a su colega germano-oriental, Honnecker. La falta de este gesto -una escala previa en Berl¨ªn- lleva a conjeturar que el tema berlin¨¦s y el problema interalem¨¢n no van a ocupar un lugar eminente en las conversaciones que mantenga Brejnev a partir de esta ma?ana con el canciller Schmidt y con el Ministro de Asuntos Exteriores, Genscher.
El tema de los derechos humanos en la URSS, resaltado por una nueva denuncia de Amnist¨ªa Internacional y suscitado tambi¨¦n, aunque con sordina, por la Democracia Cristiana, tampoco parece llamado a entorpecer las conversaciones.
Brejnev se ha ocupado previamente de denunciar la actuaci¨®n de ?algunos sectores irredentistas alemanes? que insisten en ?entrometerse en las cuestiones propias de otros pa¨ªses? (alusi¨®n a los derechos humanos) o tratan de util¨ªzar a Berl¨ªn como "factor disonante" en las relaciones germano-sovi¨¦ticas.
El Gobierno federal otorga, por su parte, un lugar preeminente al tema del desarme en Europa. La Democracia Cristiana prefiere dar la vuelta a la moneda e insiste en el rearme sovi¨¦tico corno tema clave. El canciller Schmidt quiere llegar, al menos, a un criterio conjunto para el control de armamento, v¨¢lido para alemanes y sovi¨¦ticos, con lo que piensa se facilitar¨ªa un acuerdo en esta materia dentro de una segunda fase de las conferencias SALT, y tambi¨¦n en la reducci¨®n de tropas en Viena y en la pr¨®xima asamblea general extraordinaria de la ONU sobre el mismo problema.
El Gobierno parece convencido de que recurrir a los problemas existentes entre los dos pa¨ªses en todos los ¨®rdenes s¨®lo contribuir¨ªa a neutralizar de antemano cualquier efecto positivo de esta visita. Seg¨²n el liberal Sueddeutsche Zeitung, ?s¨®lo una potenciaci¨®n de los intercambios comerciales puede dar cierto brillo a esta segunda visita de Brejnev a la RFA?. Este criterio, es general. Al menos parece segura la firma de un acuerdo de cooperaci¨®n econ¨®mica con vistas a los pr¨®ximos veinticinco a?os, condicionado, seg¨²n lamentan los empresarios, a las contingencias de los sucesivos planes quinquenales.
Los sindicatos tambi¨¦n lamentan anticipadamente una consecuencia del modo de realizarse los negocios germano-sovi¨¦ticos: el r¨¦gimen de compensaciones (oferta de productos sovi¨¦ticos a cambio de maquinaria para su elaboraci¨®n) puede llevar a la RFA a una ?reca¨ªda en la edad de piedra de las transacciones?, seg¨²n el presidente del Sindicato de Industrias Qu¨ªmicas, sector ¨¦ste que figura en segundo lugar en el cat¨¢logo de los intereses sovi¨¦ticos en relaci¨®n con el comercio alem¨¢n. Seg¨²n el sindicalista, la racionalizaci¨®n se aplica intensivamente en las empresas que han logrado ya un mayor ¨ªndice de negocios con Mosc¨², como es el caso de Krupp, Kloeckner, Hoechst y Salzgitter
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