Mantener el tipo

Cuando una organizaci¨®n campesina de base, como dice serio la Coordinadora de Agricultores y Ganaderos, decide en riguroso pleno no presentarse a las elecciones a C¨¢maras Agrarias, y as¨ª lo ratifica formalmente en un comunicado a la prensa, cabe pensar, en buen criterio, que esta decisi¨®n es irrevocable y vinculante para todas las uniones en ella integradas. Sin embargo, cuando paralelamente a esta postura se detectan, a nivel de base y de cuadros, una serie de movimientos favorables a la participaci¨®n en zonas de notable influencia, hay que pensar que algo muy importante falla en el contexto de identidad de este sindicato. Y hay que pensarlo, sencillamente porque no parece aceptable para los agricultores, ni para la Administraci¨®n ni para nadie, que una organizaci¨®n a nivel estatal adopte una postura vinculante para todas sus uniones y admita, al tiempo, un doble juego de estrategias individualizadas sin objetivos concretos y sin criterios de conjunto. La contradicci¨®n es clara, y en el trasfondo se adivina un montaje de cara a la galer¨ªa para mantener el tipo a costa de lo que sea y de lo que pueda venir. Porque cuando el tipo es s¨®lo imagen, y esta imagen se sustenta de la contestaci¨®n y el desaf¨ªo y la intransigencia, apenas si cabe otra postura que mantener se en la ¨®rbita de las apariencias para,caer en picado el m¨¢s m¨ªnimo desplazamiento realista.

El ejemplo de la Coordinadora en este tema es poco edificante para el campo, y su estrategia no parece ir m¨¢s all¨¢ de un juego a la desesperada para mantenerse en la torre de marfil sin perder el tipo ni mojarse en unas reglas de juego que, posiblemente, no son las mejores, y seguramente no son las m¨¢s deseables, pero s¨ª son las ¨²nicas posibles en este momento.

Esto es lo que, a la vista de los ¨²ltimos acontecimientos, parece haberle ocurrido a la Coordinadora de Agricultores y Ganaderos.