"No podemos regatear felicitaciones a redactores y personal"
Los puntos m¨¢s destacados de la intervenci¨®n del consejero delegado, Jes¨²s de Polanco, son los siguientes:- Un peri¨®dico se vende siempre por lo que dice, y es, desde este punto de vista, una empresa de ideas. La dificultad estriba en que si quiere sobrevivir y ser independiente necesita, cuando menos, autofinanciarse aunque no sea el lucro su objetivo, y saber que puede hacer frente a las presiones econ¨®micas y pol¨ªticas que sin duda le han de venir.
- No creo que existan peri¨®dicos en el mundo de la importancia y significado que hemos querido dar al nuestro, con una diseminaci¨®n tan grande en cuanto al n¨²mero de accionistas, participaci¨®n de cada uno y pluralidad ideol¨®gica tan dispar como la que es posible encontrar en EL PAIS. Esto a?adi¨® a la aventura emprendida hace a?os m¨¢s riesgos y mayor atractivo.
- Recordar las d¨ªficultades para llegar a cubrir la ampliaci¨®n de capital a trescientos millones de pesetas cerrada en diciembre de 1976 no merecer¨ªa la pena si no fuera por comprobar a?o y medio despu¨¦s, que un amplio n¨²mero de personas solicita ingresar en el club de accionistas de este peri¨®dico.
- La crisis de venta de prensa producida despu¨¦s de las elecciones generales y agudizada por la subida de precios nos ha confirmado que EL PAIS no fue un fen¨®meno coyuntural. Hoy vendemos 130.000 ejemplares diarios y 185.000 los domingos. Estas cifras las consideramos el suelo de nuestra difusi¨®n y es dif¨ªcil, salvo imprevistos, que puedan rebajarse. Nos sit¨²an al lado de los otros dos grandes de Madrid y por debajo de La Vanguardia. Hay que destacar, que somos un peri¨®dico nacional con un 40 % de venta fuera de Madrid, que est¨¢ a las ocho de la ma?ana a la venta en cuarenta provincias.
- Si cuando como accionistas nos decidimos a invertir en EL PAIS nos hubieran dicho que ¨¦ste, en menos de dos a?os de existencia, habr¨ªa garantizado una difusi¨®n estable de m¨¢s de 100.000 ejemplares, apenas lo hubieramos cre¨ªdo.
- Conocemos nuestros defectos, redaccionales, informativos, de impresi¨®n, y distribuci¨®n, y agradecemos que nos los se?alen y nos sugieran sus posibles soluciones. Sabemos que un ¨¦xito temprano puede larvar el esp¨ªritu de competitividad y provocar un narcisismo est¨²pido en vez del est¨ªmulo que precisamos.
- Adem¨¢s, este peri¨®dico gana dinero. El beneficio neto del ejercicio 1977 es de 41,6 millones despu¨¦5 de treinta de amortizaciones. Esto nos permite cubrir la mitad de las p¨¦rdidas acumuladas en nuestros cinco pasados ejercicios. Si se cumplen las previsiones, en 1978 habremos eliminado todas las p¨¦rdidas y entrado en rentabilidad.
- En el deseo de mantener absoluta claridad econ¨®mica hemos pedido una auditor¨ªa a la firma Arthur Andersen, que trabaja en ella.
- Estamos contentos de lo realizado en EL PAIS que es fruto del apoyo inteligente y desinteresado de los accionistas, pero tambi¨¦n y sobre todo del esfuerzo y la imaginaci¨®n de un equipo de trescientas personas que fabrican el peri¨®dico d¨ªa a d¨ªa, y los cientos de miles de lectores que nos apoyan. EL PAIS se ha vendido, tiene influencia y prosperidad econ¨®mica por lo que dice. Por eso no hay que regatear a los redactores y a todo el personal el reconocimiento y felicitaci¨®n que merecen.
- EL PAIS no solo ha sido fiel a sus motivos fundacionales, sino que se encuentra en ¨®ptimas condiciones para continuar la tarea emprendida. Toda colaboraci¨®n y di¨¢logo en esta casa tan variopinta y plural ser¨¢ bien recibido. Es preciso, ante todo, defender la obra hecha con tanto esfuerzo y tan brillante resultado. Estamos en condiciones de demostrar que no era una quimera la existencia de un diario verdaderamente independiente.
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