EL PAIS, un diario independiente y una empresa pr¨®spera
La junta, despu¨¦s de cumplir las formalidades de verificaci¨®n de accionistas y votos, comenz¨® a las once de la ma?ana, para terminar a las cuatro de la tarde. Estaban representados 630 accionistas y m¨¢s de dos tercios del capital. La votaci¨®n para nombrar, definitivamente, a los nuevos consejeros interrumpi¨® el transcurso de los debates durante algo m¨¢s de una hora. 'La petici¨®n, por parte de un grupo de accionistas, de un respeto escrupuloso de los formalismos legales alarg¨® la duraci¨®n de la reuni¨®n. El presidente, Jos¨¦ Ortega, solicit¨® de la junta autorizaci¨®n para que representantes de medios informativos nacionales e internacionales pudieran asistir a los debates sin que hubiera oposici¨®n a la propuesta.Una vez abierta la sesi¨®n, los accionistas se?ores Chueca, Zulueta y Pini¨¦s plantearon cuestiones previas de procedimiento y pidieron informaci¨®n sobre las dimisiones de los consejeros se?ores Mar¨ªas y Ortega (Miguel), anunciadas por la prensa ayer. El presidente indic¨® su deseo de respetar el orden del d¨ªa y se?al¨® que en el punto cuatro del mismo informar¨ªa sobre esas dimisiones, de las que s¨®lo tuvo conocimiento a ¨²ltima hora de la tarde del jueves.
Ley¨® a continuaci¨®n un informe sobre la realidad del peri¨®dico editado por PRISA y sus objetivos fundacionales. El consejero delegado, Jes¨²s de Polanco, inform¨® sobre la evoluci¨®n de la sociedad en el ejercicio pasado. Resumimos en estas p¨¢ginas ambos informes, as¨ª como la cuenta de resultados.
Despu¨¦s de las intervenciones de los representantes del consejo, la junta aprob¨® el balance, memoria, gesti¨®n social y cuenta de resultados, con la salvedad de voto de Vicente Pini¨¦s. Previamente el accionista Eugenio Pal¨¢u pregunt¨® al consejero delegado sobre las caracter¨ªsticas de la partida del balance exigible acorto plazo. El mismo accionista, una vez satisfecha su pregunta, felicit¨® al consejo por la brillantez del ejercicio.
Las facultades de la junta de fundadores, previstas en los estatutos de la sociedad, especialmente en lo que se refiere a la propuestade nombramiento de nuevos consejeros, ocup¨® los debates de la segunda parte de lajunta. El presidente se?al¨® su criterio favorable a una revisi¨®n de los estatutos, con posible supresi¨®n de la junta de fundadores o de buena parte de sus facultades, por considerarla obsoleta e innecesaria. Record¨®, no obstante, que cuando se cre¨® la sociedad la junta de fundadores pareci¨® a todos una garant¨ªa de independencia.Alfonso de Cosslo intervino en representaci¨®n del consejo para fijar el criterio del mismo sobre el tema de la revisi¨®n de estatutos. Propuso la convocatoria de una pr¨®xim a junta general ex,traordinaria para proceder a esa revisi¨®n de estatutos, con supresi¨®n de la junta -de fundadores, sobre la que dijo: ?Ha dado pruebas de absoluta independencia, como lo demuestra el hecho de que ?asociedad cuenta con m¨¢s de mil accionistas, de los cuales algunos no est¨¢n de acuerdo con algunas cosas, lo que pone de relieve que EL PAIS es un peri¨®dico liberal e in~ dependiente. No se puede decir que ning¨²n grupo vaya a apode~ rarse del peri¨®dico, porque nos opondremos todos a ello. Leo todos los d¨ªas art¨ªculos que me gustan y otros que no. Esto es s¨ªntoma de independencia. Cuando un peri¨®dico est¨¢ en manos de un grupo concreto, se permite ser coherente en todas sus manifestaciones. Pero cuando proclama el pluralismo tiene la obligaci¨®n de proporcionar a todos la manera de manifestarse en p¨²blico. En un momento, EL PAIS era el ¨²nico peri¨®dico que permit¨ªa que los discrepantes escribieran en los peri¨®dicos en vez de escribir en las paredes. ? Recibi¨® una salva de aplausos.
El se?or Zulueta, que intervino en diversas ocasiones para destacar que la junta de fundadores fue aceptada en tiempos de la dictadura y que en estos momentos carec¨ªa de sentido. Se?al¨® que desde hace tiempo ha. pedido su disoluci¨®n, ley¨® una carta que remiti¨® al presidente y pidi¨® la devoluci¨®n de facultades a lajunta general.
El se?or Pini¨¦s intervino a cont¨ªnuaci¨®n para pedir interpretaci¨®n de algunos p¨¢rrafos de dos art¨ªculos de los estatutos. El se?orP¨¦rez Escolar propuso, en un par de intervenciones, que se respetara plenamente el contenido de los estatutos para proceder a la elecci¨®n de los dos consejeros cuyos cargos est¨¢n vacantes; que se convoque con la m¨¢xima premura una junta extraordinaria para reformar los estatutos y que una vez que se produzca el cambio de los mismos el consejo del pleno dimita y se nombre otro nuevo. El se?or Jim¨¦nez Coronado se?al¨® que hab¨ªa suscrito acciones de EL PAIS por pensar que era una continuaci¨®n de la revista de Occidente y que se hab¨ªa visto defraudado. Aludi¨® m¨¢s tarde, al car¨¢cter antidemocr¨¢tico -a su juicio- de la junta de fundadores.El se?or Gonz¨¢lez P¨¢ramo, se ,uni¨® a las manifestaciones de Rafael P¨¦rez Escolar y sugiri¨® que en el Consejo estuvieran representados todos los partidos pol¨ªticos o que no estuviera ninguno. El se?or Garc¨ªa Vinuesa intervino para pedir un aplazamiento de los nombramientos de consejeros, mientras no se hubieran modificado los estatutos de la sociedad. A petici¨®n de un grupo de accionistas, se procedi¨® a la votaci¨®n de los dos nuevos consejeros en base a una lista de seis nombres propuesta por la junta de fundadores.
Previamente, el presidente dio lectura a las cartas de dimisi¨®n de los consejeros Juli¨¢n Mar¨ªas y Miguel Ortega, el segundo pendiente de ratificaci¨®n de la junta, ya que fue cooptado al cargo en sustituci¨®n del se?or Mendo hace varios meses. Resumimos las cartas de dimisi¨®n:
Juli¨¢n Mar¨ªas se?ala que particip¨®, dentro de sus modestas posibilidades, con la suscripci¨®n de capital del peri¨®dico. Indica que ha colaborado en ¨¦l desde su aparici¨®n con m¨¢s de ochenta art¨ªculos, y que ha enviado cartas y sugerencias a la direcci¨®n y presidencia sobre la calidad del peri¨®dico. A?ade que en octubre pasado pidi¨® la convocatoria de un consejo cualitativo para tratar el contenido del peri¨®dico en el cual el 80 % de los consejeros expresaro-n cr¨ªticas muy severas. ?los intentos de mejorar los rendimientos -a?ade- se han visto aplazados y desvirtuados.? Critica m¨¢s adelante, larespuesta del presidente a la'carta de un grupo de catorce accionistas que reclamaban la supresi¨®n de la junta de fundadores y criticaban la marcha de la empresa. Finaliza en los siguientes t¨¦rminos: ?Nunca me he sentido muy c¨®modo en un consejo no elegido democr¨¢ticamente. En la fecha en que estamos, dif¨ªcilmente se puede justificar. Hace alg¨²n tiempo que el Rey, a pesar de seguir vigente el concordato, renunci¨® al derecho de presentaci¨®n de los obispos. Este gesto pod¨ªa haberse seguido por la junta de fundadores. Las fluctuaciones de actitud del consejo muestra a las claras que se resiente de su origen no estrictamente democr¨¢tico, lo cual aumenta su escasa eficacia y acent¨²a mi incomodidad. Me resul ta dif¨ªcil pertenecer a un organismo que al respaldar sin reservas tu carta (se refiere a la remitida por el presidente a los accionistas) renuncia a sus propias cr¨ªticas y avala las imputaciones que en ellas haces a tres de nuestros compa?eros. Por todo lo cual renuncio a estar en el consejo y prefiero ser un modesto accionista y un colaborador del peri¨®dico siempre que a su direcci¨®n le interesen mis articulos.?Miguel Ortega critica tambi¨¦n la carta remitida por el presidente a los accionistas, as¨ª como el hecho de que en otra posterior no se indicara que el voto de confianza dado por el consejo a la presidencia no .fue un¨¢nime, sino de una mayor¨ªa ?Por todo esto -dice en su carta de dimisi¨®n- y muchas cosas m¨¢s que no menciono te pido con car¨¢cter irrevocable que reti'res mi nombre de la lista de candidatos para cubrir los puestos vacantes del consejo.?Ruegos y preguntas
El siguiente punto del orden del d¨ªa, referido a la designaci¨®n de un vocal para la junta de fundadores qued¨® en suspenso, ya que lajunta y el consejo consideraron que no era oportuno proceder a ning¨²n nombramiento para un ¨®rgano que est¨¢ en cuesti¨®n.
En el turno de ruegos y pregun tas se produjeron diversas intervenciones referidas, fundamentalmente, a la calidad del pe
ri¨®dico.En primer t¨¦rmino, Angel S¨¢r
r accionista y rPini¨¦s tom¨® de nuevo palabra para rendir homenaje a redacci¨®n y destacar que en fa ca de los catorce se alud¨ªa al ni profesional de la misma.
El doctor Vega D¨ªaz pidi¨® qu oposici¨®n fuera fraternal y se
taran espect¨¢culos doloros Destac¨® su satisfacci¨®n, u tambi¨¦n de otros muchos, sobr calidad del peri¨®dico. Concl pidiendo un abrazo fraterna todos los consocios al final d junta a pesar de todas las dis pancias. (En ese momento
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se?ores Mar¨ªas y Pini¨¦s abandonaron la junta.)
Marcela de Juan intervino para destacar la calidad del peri¨®dico que concret¨® en el comentario un¨¢nime que ha recibido en diversos organismos internacionales.
Jos¨¦ Mar¨ªa Gonz¨¢lez destac¨® tambi¨¦n la calidad de EL PAIS, aunque critic¨® el hecho de que no se hab¨ªan publicado diversas cartas al director que ¨¦l hab¨ªa remitido en contra de la pena de muerte.
Javier Lasarte pidi¨® que se enterraran las espadas. A la vista del criterio generalizado sobre la calidad del peri¨®dico reclam¨® un voto de gracias y de ¨¢nimo para el equipo redaccional y para todas las personas que diariamente hacen EL PAIS.
Jos¨¦ Vida? Beneyto comenz¨® su intervenci¨®n con una propuesta al consejo para que iniciara los estudios sobre la forma de constituir una sociedad de redactores y trabajadores. Se?al¨® luego su creencia en la perfectibilidad del peri¨®dico, sus discrepancias sobre muchos de sus contenidos y su opini¨®n de que EL PAIS est¨¢ cumpliendo una misi¨®n insustituible en el establecimiento de la democracia en Espa?a. Indic¨® que el peri¨®dico se sit¨²a en un espacio de centro derecha-centro izquierda, en posici¨®n m¨¢s conservadora que la que ocupa Le Monde en Francia. Finaliz¨® diciendo que donde hay conflicto ideol¨®gico hay pluralismo y ello implica un planteamiento liberal y democr¨¢tico.
Manuel Broseta indic¨® que desde la periferia, desde Valencia, se siente orgulloso de EL PAIS. ?Comparto cr¨ªticas -dijo-, pero a nadie puede ocurr¨ªrsele que el peri¨®dico puede ser perfecto desde el primer d¨ªa.? Critic¨® a los que hacen bander¨ªa dentro de la empresa, ya que eso no es leal con la idea fundacional. Critic¨® algunas de las intervenciones del sector formalista que a lo largo de la junta reclam¨® un cumplimiento riguroso de los estatutos y amenaz¨® con impugnar los resultados. Dijo que algunos de los comentarios que se hab¨ªan hecho eran ?puras falsedades? impropias de personas de derecho.
Miguel Fisac (uno de los firmantes de la carta de los catorce) destac¨® la buena fe de los autores de la carta en cuesti¨®n y se?al¨® que en los ¨²ltimos tiempos hab¨ªa notadd cierta parcialidad en el peri¨®dico.
La ¨²ltima intervenci¨®n, que fue la m¨¢s aplaudida con parte de los asistentes en pie, corri¨® a cargo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aranaz, que habl¨® como accionista y empleado de la empresa a t¨ªtulo individual, aunque esperando representar el sentir de buena parte de sus companeros. Dijo que los trabajadores de EL PAIS est¨¢n aqu¨ª por algo m¨¢s que por un sueldo: ?Creemos en lo que estamos haciendo aunque no escribamos el peri¨®dico. Como abogado -a?adi¨®- no comprendo que algunos accionistas acusen al consejo de antidemocr¨¢tico por cumplir rigurosamente unos estatutos que fueron aprobados o aceptados por los socios. Adem¨¢s -dijo-, los socios son los que han elegido el consejo.?
Se?al¨® m¨¢s adelante la sorpresa que hab¨ªa causado entre los trabajadores el hecho de que una de las personas que criticaba el talante antidemocr¨¢tico del consejo hubiera ejercitado el derecho de tanteo contra un empleado a la hora de adquirir una acci¨®n del peri¨®dico.
Finaliz¨® con los siguientes t¨¦rminos: ?Si a la mayor¨ªa de ustedes les gusta el peri¨®dico, d¨¦jennos trabajar en paz, dedicarnos de lleno a nuestro trabajo sin inquietudes ni trastornos por trasiegos postales entre accionistas. ?
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