Un problema social y cl¨ªnico
Se teme que para 1980 la mortalidad por c¨¢ncer de pulm¨®n en Estados Unidos sobrepasar¨¢ la cifra anual de 100.000 personas. En 1974 murieron en Espa?a por esta causa 6.343 personas (5.298 hombres y 1.045 mujeres), lo que representa para el var¨®n el 30% de los fallecimientos debidos a las distintas localizaciones org¨¢nicas de un carcinoma.La cl¨ªnica m¨¦dica actual no deja de investigar sobre los factores causales, la detecci¨®n temprana, la profilaxis y las distintas modalidades terap¨¦uticas de una neoplasia que, siendo infrecuente a principios de siglo, ha pasado a dominar claramente el amplio espectro de los tumores carcinomatosos, al menos en el hombre.
La amenaza del tabaco
Se ha dicho que el 80% de los casos de carcinoma pulmonar son causados por el tabaco; un porcentaje que puede parecer desproporcionado, pero lo que s¨ª es cierto es que, al menos determinadas variantes histol¨®gicas del carcinoma de pulm¨®n parecen directamente relacionadas y son m¨¢s frecuentes estad¨ªsticamente en individuos que consumen una gran cantidad de cigarrillos. Pero junto a este ?contaminante personal? existen otros ?factores de riesgo?, conocidos pero a¨²n no bien definidos, como son los de orden familiar, ocupacional (industria qu¨ªmica, del amianto) y ambiental (contaminaci¨®n del aire, climas poco soleados).
La evoluci¨®n, desarrollo y diseminaci¨®n del carcinoma pulmonar que, entre otros, est¨¢ relacionado con factores como el tipo histol¨®gico, la situaci¨®n inmunitaria del paciente y su localizaci¨®n perif¨¦rica o central en el tejido pulmonar, es multiforme. Estas neoplasias pueden crecer durante largo tiempo sin manifestar s¨ªntoma alguno o revelarse por otros tan aparentemente sin sentido como pueden ser dolo res articulares o ronquera; o evidenciarse antes por sus met¨¢stasis hep¨¢ticas, mediast¨ªnicas, ¨®seas o subcut¨¢neas que por la lesi¨®n primitiva.
Se sabe que, en general, los resultados del tratamiento del carcinoma pulmonar son tanto mejores cuanto m¨¢s precozmente se diagnostiquen; un concepto que si bien es aplicable a to,do tipo de tumores y, ciertamente a cualquier tipo de enfermedad, lo es quiz¨¢s en mayor medida a estos tumores que, como ya se ha se?alado, pueden cursar asintom¨¢ticos; durante largos per¨ªodos.
Se admite como norma de trabajo que un carcinoma pulmonar que da s¨ªntomas cl¨ªnicos es un tumor en fase avanzada; las esperanzas de mejorar la supervivencia se basan en la posibilidad de detectar la enfermedad en su estadio presintom¨¢tico. En este sentido, distintos intentos de llevar a cabo estudios radiol¨®gicos peri¨®dicos en grupos de poblaci¨®n de alto riesgo -varones de m¨¢s de 45 a?os, fumadores, expuestos laboralmente a los efectos de polvos y substancias nocivas- han resultado no s¨®lo muy costosos econ¨®micamente, sino, lo que es a¨²n peor, poco rentables desde el punto de vista cl¨ªnico No obstante, algunos grupos de trabajo se han planteado, particularmente en Norteam¨¦rica, un nuevo enfoque en relaci¨®n con la detecci¨®n temprana de esta neoplasia. Es el caso concreto del grupo de trabajo de la Cl¨ªnica Mayo, donde se ha elaborado un ?proyecto pulmonar? en el que se incluyen individuos de ?alto riesgo? que, por un lado, deben contestar un detallado cuestionario de ?salud pulmonar? y, por otro, son sometidos a una citolog¨ªa de esputo en tres d¨ªas consecutivos (a la b¨²squeda de c¨¦lulas tumorales) y a una placa de torax; este estudio se repite cada cuatro meses y con ¨¦l se trata de determinar si el porcentaje de detecciones precoces obtenido es cl¨ªnicamente rentable. En el primer c¨®mputo de resultados (llevado a cabo entre 9.313 pacientes de las consultas externas de la Cl¨ªnica Mayo entre 1971 y 1976) se descubri¨® un carcinoma de pulm¨®n en 86 individuos (aproximadamente 1 / 1.000); uno de cada tres de los casos as¨ª descubiertos se estima que tiene un pron¨®stico favorable, al permitir una resecci¨®n pulmonar ?curativa?; una cifra en cierto modo alentadora si se tiene en cuenta que, en la cl¨ªnica habitual, s¨®lo uno de cada doce tiene posibilidades de una supervivencia prolongada o de curaci¨®n, sea cual fuere el tratamiento prescrito.
La profilaxis
Entendemos, empero, que los esfuerzos de la sociedad y de la ciencia m¨¦dica deben orientarse a la profilaxis, a poner los medios necesarios para impedir que la incidencia del, c¨¢ncer de pulm¨®n contin¨²e su r¨¢pido y alarmante incremento. Tres son las v¨ªas profil¨¢cticas apuntadas por Peterson, de Mosc¨²: la primera es la v¨ªa industria y consiste en la instauraci¨®n y obligado cumplimiento de normas anticontaminantes, evitando al m¨¢ximo la poluci¨®n del aire y el contacto del hombre con elementos nocivos para su ¨¢rbol broncopulmonar; la segunda v¨ªa es la higi¨¦nica y se basa en la observancia de determinadas reglas de higiene respiratoria, la lucha contra el tabaco y la evitaci¨®n de ambientes de alta concentraci¨®n en substancias nocivas; y la tercera es la v¨ªa cl¨ªnica, que se fundamenta en el estudio, diagn¨®stico y tratamiento de diversas enfermedades cr¨®nicas pulmonares (bronquitis, fibrosis, tuberculosis) que pueden ser la base de asiento de un carcinoma pulmonar.
En los momentos actuales, la cirug¨ªa representa la modalidad terap¨¦utica que mayor beneficio puede rendir a los pacientes afectos, de este tipo de neoplasia; beneficios que no s¨®lo apuntan a las posibilidades de curaci¨®n sino, como se?ala Abbey-Smith, a la prolongaci¨®n de la vida durante largos per¨ªodos, a una calidad m¨¢s aceptable de la supervivencia y a la supresi¨®n de determinados s¨ªntomas causados por la enfermedad. El perfeccionamiento de la t¨¦cnica quir¨²rgica, los avances en la anestesia, un mejor entendimiento de la fisiopatolog¨ªa pleuropulmonar y de los cuidados postoperatorios permiten, junto a una adecuada selecci¨®n de los enfermos con un beneficio potencial, que la cirug¨ªa pueda hoy realizarse con enormes garant¨ªas de ¨¦xito. Ultimamente se han descrito series de enfermos que, al no cumplir los requistos cl¨ªnicos exigidos para una intervenci¨®n quir¨²rgica, fueron sometidos a tratamiento con radioterapia (Paulson), obteni¨¦ndose buenos resultados. La quimioterapia, mono o polivalente, tiene aplicaci¨®n en deter¨ªninadas situaciones cl¨ªnicas, y la investigaci¨®n y ensayos en este campo espermanente.
Una pol¨ªtica sanitaria encaminada a prevenir y tratar este tipo de neoplasia es, sin duda, costosa y exige la predisposici¨®n de grupos de trabajo realmente interesados en el problema y con una dedicaci¨®n preferente al mismo. Existen ya en Espa?a diveros Grupos Cooperativos de Estudio del C¨¢ncer de Pulm¨®n; el Estado y el departamento ministerial correspondiente tienen en ellos el objetivo de una inversi¨®n que puede ser, social y cl¨ªnicamenie, rentable, siempre y cuando la cuesti¨®n se plantee de forma-rigurosa y cient¨ªfica.
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