Pr¨®ximo consejo de guerra contra un actor vasco

En la primera quincena de junio se celebrar¨¢ un consejo de guerra contra el actor de teatro Ram¨®n Sagaseta, acusado de ultrajar la bandera espa?ola en la representaci¨®n de la obra Vamos a contar verdades, que gozaba de todos los permisos gubernativos necesarios para su puesta en escena en un teatro de Alava.

Ram¨®n Sagaseta, navarro de dieciocho a?os y miembro del grupo de teatro vasco Lagunak, tendr¨¢ que comparecer en Burgos ante un consejo de guerra en el que el fiscal pedir¨¢ dos a?os de prisi¨®n por ?secarse el sudor de su frente con la bandera de Espa?a en la representaci¨®n de la parodia que se llev¨® a cabo en un local de la capital alavesa?.?El Gobierno es el aut¨¦ntico responsable del grav¨ªsimo atentado cometido contra la libertad de expresi¨®n al permitir que la jurisdicci¨®n militar juzgue a un actor de teatro por representar el gui¨®n previamente admitido por las autoridades competentes.? Esta es la opini¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Sarasibar Iraizoz, que junto a su defendido, Ram¨®n Sagaseta particip¨® ayer en una rueda de prensa celebrada en la capital donostiarra. En la parodia Vamos a contar verdades, el actor acusa do hac¨ªa el papel de un locutor d televisi¨®n, cuya pantalla estaba cubierta, por la bandera de Espa?a y en un momento de la representaci¨®n teatral, al increparle cuatro o cinco actores, se sec¨® varias veces el sudor de la frente con la bandera nacional. Finalizada la representaci¨®n, dos inspectores de polic¨ªa procedieron a la detenci¨®n del actor, que fue trasladado a la prisi¨®n de Segovia, donde permaneci¨® veinte d¨ªas encarcelado, hasta que el juez orden¨® su libertad provisional.

En la rueda de prensa, el abogado de Ram¨®n Sagaseta manifest¨® la urgente necesidad de relegar a la jurisdicci¨®n militar aquellos delitos cometidos por militares y no por civiles. A pesar de esta opini¨®n del letrado, manifest¨® que no hay que culpar a los militares por la situaci¨®n creada y otra que se ha producido recientemente, como el proceso contra Els Joglars, sino que la verdadera responsabilidad recae en el Gobierno por su arbitrariedad, ya que a pesar de ser el promotor del pacto de la Moncloa, hace caso omiso del art¨ªculo s¨¦ptimo en el que se se?ala que la jurisdicci¨®n militar s¨®lo tendr¨¢ vigencia en los asuntos que directamente le competen.