Tambi¨¦n esta semana
Las dos manifestaciones art¨ªsticas m¨¢s relevantes y atrayentes de la semana han acaecido a la luz del d¨ªa, con ocasi¨®n de las fiestas isidriles: el multitudinario marat¨®n por las calles de Madrid, y el vuelo polcromo y majestuoso de una bandada de globos aerost¨¢ticos por los cielos de Aranjuez. Un doble espect¨¢culo gratuito, desarrollado al alcance participativo del ciudadano com¨²n, entre la pericia de los locos tripulantes y el alborozo de grandes y chicos. Un doble y gentil alarde, nacido de la espontaneidad, a los ojos del pueblo indiscriminado, con todo el derroche y variedad de colores, ritmos, n¨²meros, franjas, c¨²pulas flotantes, flechas, m¨¢stiles, ¨®rbitas..., y sin otro galard¨®n que la exhibici¨®n de los unos y la expectaci¨®n de los otros.Lo que suele ser privilegio del experimento a la ¨²ltima se convirti¨®, el pasado domingo, en admirable festejo popular. En verdad que el marat¨®n madrile?o ha dejado un tanto en entredicho ese supuestamente provocativo caminar de una terna de ficticios atletas, portadores de la antorcha de la vanguardia, que hemos tenido oportunidad de contemplar en tales cuales manifestaciones art¨ªsticas de car¨¢cter internacional y minoritario. No, aqu¨ª no se trataba de tres o cuatro innovadores, disfrazados de deportistas, que pretend¨ªan alterar la costumbre urbana. Eran miles y miles de alegres maratonianos (grandes, medianos y m¨¢s chicos) quienes inundaban de color y optimismo la faz diariamente triste o anodina de nuestra ciudad, en tanto surcaban los cielos aut¨¦nticas naves aerost¨¢ticas, para minirnidad o burla de esos globitos de juguete con que los m¨¢s impenitentes vanguardistas suelen adornar ir¨®nicamente el ritual art¨ªstico del caso.
Ysi ello puede servir de lecci¨®n a la academia vanguardista, tambi¨¦n pudiera valer como ingenua y leg¨ªtima respuesta a ciertos pujos libertarios que, por reiterados y vueltos a reiterar, corren el riesgo de tornarse igualmente acad¨¦micos. ?El arte es juego -proclaman-, pero juego carente de reglas cual cumple a una libre, actividad art¨ªstica. ? ?Y qu¨¦ si no juego fue el inolvidable marat¨®n madrile?o, sin otra nonna que el placer de correr por correr, perdurar o desistir cuando a uno le viniera en gana? ?El arte es fiesta.? De acuerdo, y ojal¨¢ que todos los domingos del a?o amanecieran engalanados, por pura festividad art¨ªstica, con el vuelo gozoso de un millar de naves aerost¨¢ticas. ?El arte es expresi¨®n a merced los meclios que conforman la vida cotidina.? No creo, en fin, que haya algo m¨¢s cotidiano que la calle para correr y el cielo para volar o ver volar en compa?¨ªa de los an¨®nimos convecinos. Lo doblemente acaecido el domingo pasado fue arte integral, y m¨¢s por cuanto que no hab¨ªa sido programado a tenor de premisas art¨ªsticas.
Otros dos acontecimientos han tenido o est¨¢n teniendo lugar en un ¨¢mbito m¨¢s consagrado: el Museo Espa?ol de Arte Contempor¨¢neo. En sus salas, y junto a la anteriormente inaugurada de Joan Mir¨®, se inauguraron oficialmente, el martes pasado, la exposici¨®n de arquitectos de Jose Lluis Sert y la de dise?o gr¨¢fico de Josep Renau. Tres manifestaciones pl¨¢sticas por excelencia (arquitectura, pintura y dise?o) que vienen a dar fe de los plausibles prop¨®sitos recuperadores del Ministerio de Cultura y hacen confluir el quehacer de tres grandes exiliados o erradicados por mala obra y desgracia de la guerra civil.
Entre las exposiciones de car¨¢cter individual cabe distinguir, para bien o para mal, la de Torner en Rayuela (Claudio Coello, 19), algo as¨ª como el entret¨¦n de un fin de semana dedicado al bricollage; la de Juan Romero en Kreisler Dos (Hermosilla, 8), basada en la recreaci¨®n del arabesco, tan a fin su origen andaluz; la de Nagel en Felipe Santullano (Columela, 15), desmadrada y original¨ªsima interpretaci¨®n de la imagineria; la de Carlos Schwartz en Photocentro (plaza de la. Rep¨²blica Argentina, 2), ejercicio y buen ejemplo de expresi¨®n fotogr¨¢fica; la titulada Artesan¨ªa Penitenciaria Femenina en Aele (Claudio Coello, 28), que recoge el paciente quehacer de las reclusas integradas en la Escuela de Artesan¨ªa del Complejo Penitenciario de Yeser¨ªas.
Babelia
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