Aprobadas las cuentas del Estado para 1974 y 1975
La primera parte de la sesi¨®n concluy¨® con la toma en consideraci¨®n de una proposici¨®n de ley de la Minor¨ªa Catalana en favor de los derechos de la mujer en el matrimonio, en lo que se refiere a la vecindad civil. La citada proposici¨®n de ley, que defendi¨® Miguel Roca y sobre cuyas imperfecciones advirti¨® el ministro de Justicia, Landelino Lavilla, pasa a la Comisi¨®n de Justicia para su debate pqrmenorizado.El marco del Pleno fue un hemiciclo con escasa presencia de diputados, excepto en los momentos en que, a trav¨¦s de los micr¨®fonos interiores, los secretarios de la C¨¢mara avisaban de la proximidad de las votaciones. En varias ocasiones los diputados, sin excluir a los miembros del Gobierno, llegaban materialmente corriendo, con el tiempo justo para emitir su voto por el procedimiento electr¨®nico ,durante los treinta segundos de plazo previstos para ello.
Los primeros proyectos de ley sometidos a votaci¨®n fueron los que aprueban la cuenta general del Estado correspondiente a los ejercicios de 1974 y 1975. Ambos fueron aprobados con 111 votos socialistas en contra y veintid¨®s abstenciones, la mayor¨ªa de ellas comunistas. El primero de los proyectos de ley citados obtuvo 156 votos favorables (UCD, Alianza Popular y restantes minor¨ªas) y el segundo con un voto favorable menos.
Por el Grupo Comunista, Ram¨®n Tamames record¨® que los dos elementos b¨¢sicos para la aprobaci¨®n de las citadas cuentas generales del Estado son la memoria y la certificaci¨®n, ninguno de los cuales estaba a disposici¨®n de los diputados en el momento oportuno, por lo que su grupo present¨® una enmienda. Seg¨²n explic¨® el diputado comunista, el motivo de la omisi¨®n, m¨¢s tarde subsanada era el hecho de que en las Cortes org¨¢nicas se traspapelaron en al guna ocasi¨®n estos documentos, y la Administraci¨®n hab¨ªa decidido no mandarlos si no eran solicitados expresamente por la C¨¢mara.
El se?or Tamames denunci¨® la corruptela que ello significaba y, entrando en el fondo de la cuenta general de 1974, aludi¨® al ingente aumento del gasto p¨²blico producido.
Calific¨® al Tribunal de Cuentas, encargado de verificar la cuenta general del Estado, como un vestigio del pasado por la forma de su nombramiento, ya que la mayor¨ªa de sus miembros proceden de la misma Administraci¨®n a la que tienen que controlar: el Ministerio de Hacienda. Declar¨® a tal tribunal como pante¨®n de las cuentas del Estado espa?ol, aprobadas sin los debidos controles ni censuras y con mecanismos arcaicos.
Finalmente, el se?or Tamames dijo que el Gobierno deber¨ªa haber presentado ya un proyecto de reorganizaci¨®n del Tribunal de Cuentas, y se?al¨® que ¨¦ste, como la mayor¨ªa de los pactos de la Moncloa que no tienen fecha, ha sido dejado por el Gobierno para las calendas griegas.
El socialista F¨¦lix Pons hizo suyos los argumentos del se?or Tamames -que hab¨ªa anunciado la abstenci¨®n de su grupo- y se refiri¨® al voto contrario de los social¨ªstas por la desviaci¨®n de poder permanente en la utilizaci¨®n de los fondos p¨²blicos que las cuentas generales citadas pon¨ªan de manifiesto, a magen y semejanza del antiguo r¨¦gimen.
Por UCD, Juan Jos¨¦ Rovira Tarazona se refiri¨® al voto favorable de su grupo y a la incoherencia de los que, habiendo aceptado el dictamen de la Comisi¨®n, ahora expresaban un criterio distinto.
El se?or Rovira se congratul¨® de que por primera vez hubiera un debate sobre las cuentas generales del Estado, previsto legalmente desde 1911, pero que en la realidad no se hab¨ªa producido ni durante la Monarqu¨ªa, ni en tiempo de la dictadura ni de la Rep¨²blica. Por ¨²ltimo expres¨® su m¨¢ximo respeto para los miembros del Tribunal de Cuentas.
Manuel Fraga, por Alianza Popular, se mostr¨® m¨¢s contundente, al calificar los ataques al Tribunal de Cuentas como inoportunos. A?adi¨® que decir que se trata de un vestigio del pasado no es, en su opini¨®n, una acusaci¨®n.
Al margen de estas consideraciones, el se?or Fraga pidi¨® que en el a?o actual la Administraci¨®n debe llevar a las Cortes las cuentas generales del Estado de 1976 y 1977, a Fin de que en el pr¨®ximo a?o la C¨¢rnara pueda ejercer sobre la cuenta de 1978 una funci¨®n paralela a la que le corresponde respecto a los presupuestos.
Insisti¨® en la continuidad necesarla del Estado, por encima de cambios pol¨ªticos, a trav¨¦s de las instituciones militares, educativas y financieras, ?aunque algunos grupos lo olviden ?.
Dinero para los ayuntamientos
El proyecto de ley de elevaci¨®n del importe m¨¢ximo de las opera ciones de cr¨¦dito a concertar por las corporaciones locales para finan ciaci¨®n de presupuestos extraordinarios de liquidaci¨®n de deudas al 31 de diciembre de 1976 fue aprobado por 178 votos a favor, tres en contra y 102 abstenciones, estas ¨²ltimas correspondientes a los socialistas, as¨ª como los votos en contra.
En defensa del proyecto de ley intervino, por UCD, Baudilio Tom¨¦, quien manifest¨® la necesidad de dotar de medios a las haciendas locales, al margen de consideraciones partidistas.
En la explicaci¨®n de voto, el socialista Luis Fajardo justific¨® la actitud abstencionista de su grupo en el objetivo del proyecto de ley de continuar proporcionando medios financieros a unas corporaciones no democr¨¢ticas, a causa del retraso en las elecciones, imputable a la derecha y concretamente -seg¨²n dijo- a Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico y Alianza Popular. Insisti¨® en la inconveniencia de hipotecar a las corporaciones democr¨¢ticas que han de venir, mediante la dotaci¨®n econ¨®mica a unos concejales no representativos que en su mayor¨ªa son franquistas confesados, supernumerarios o excedencia, o nuevos cuadros de UCD colocados en la Administraci¨®n local para una situaci¨®n transitoria que se va haciendo muy larga.
Dirigi¨¦ndose al ministro del interior, que se encontraba en su esca?o y sonri¨® ante la alusi¨®n, el se?or Fajardo record¨® la frase pronunciada recientemente en el extranjero por el se?or Mart¨ªn Villa de que har¨¢ todo lo posible por que el PSOE no acceda al poder.
El se?or Tamames explic¨® en esta ocasi¨®n el voto comunista favorable al proyecto de ley, al margen de la situaci¨®n pol¨ªtica predemocr¨¢tica en la que se encuentran los ayuntamIentos. El se?or Tamames calific¨® al Banco de Cr¨¦dito Local como ?agencia de cr¨¦dito prestiglosa? y se?al¨® que no parecen existir situaciones an¨®malas en el proyecto de ley citado.
En igual sentido se expres¨® el diputado de la Minor¨ªa Catalana Mac¨ªa Alavedra, quien justific¨® el voto afirmativo de su grupo en el hecho de tratarse de gastos ya producidos.
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