La vinculaci¨®n afectiva familiar puede asfixiar el desarrollo de la persona
La separaci¨®n entre generaciones se realiza en tres modalidades diferentes: por vinculaci¨®n afectiva intrafamiliar asfixiante para el desarrollo de la persona, por conflictos familiares y por rechazo total. Este es uno de los conceptos expresados por Juan Rof Carballo en el curso de su conferencia Etnomedicina y cambio generacional con la cual se clausur¨® el simposio sobre Cambio generacional y sociedad, organizado por el Instituto de Ciencias del Hombre.
Dijo tambi¨¦n el doctor Rof Carballo que etnomedicina es un t¨¦rmino nuevo que el conferenciante estrenaba en esta ocasi¨®n. Despu¨¦s de plantear el problema que tiene todo juicio desde dentro de una perspectiva cultural, pas¨® al estudio de la formaci¨®n de los gangs de adolescentes por la ausencia de ritos de iniciaci¨®n en nuestra cultura. Asegur¨® que entre el alejamiento y el retorno est¨¢ el enigma del juego. Pero el retomo no se hace s¨®lo al respaldo familiar, sino que retrocede hasta sus antepasados.?El cambio generacional se cumple en tres planos?, dijo, a?adiendo, a continuaci¨®n, que estos planos son ?el m¨¢s profundo de los dinamismos inconscientes transmitidos de las discordias paternas, en la crisis del medio del camino de la vida y el m¨¢s hondo a¨²n, m¨ªtico, en el que juegan la pugna con el padre y el asesinato de la maternal. Edipo y Orestes son la personificaci¨®n de estas capas escondidas de la psique humana. En ambas juega una corriente ambivalente, que espera: un padre a¨²n m¨¢s r¨ªgido y que exalta femineidad?.
?El joven actual -a?adi¨®- vive en un mundo de inseguridad. Se protege con los grupos -no delincuentes normales que algunos investigadores denominan hebe-sintaxis. La brecha generacional ?es una trampa o un trampol¨ªn?. Las dos cosas. La rebeli¨®n juvenil queda ahogada muchas veces por el impulso a la autodestrucci¨®n.?
Intervenci¨®n de La¨ªn Entralgo
??A qu¨¦ generaci¨®n pertenezco yo? Julil¨¢n Mar¨ªas me considera del veintisiete. Pero mi generaci¨®n ha sido objeto de una partici¨®n por el eje. Dos bloques partidos; a un lado, Ridruejo, Tovar, Rosales, Torrente Ballester, Cela, Delibes... Al otro, Miguel Hernandez, Juli¨¢n Mar¨ªas, Gabriel Celaya, Chueca, Grande Covi¨¢n, Caro Baroja... ? Estas son algunas de las ideas expresadas por Pedro La¨ªn Entralgo, en el curso de su conferencia La guerra civil y las generaciones espa?olas.Anteriormente hab¨ªa asegurado que ?todos intentaron ofrecer a Espa?a lo que hab¨ªan intentado hacer antes... Un gran apoliticismo hab¨ªa desplazado al politicismo de las generaciones anteriores. Por qu¨¦? Por el espejismo de creer que no hab¨ªa amenazas en el futuro?. Continuando en su referencia a la generaci¨®n del veintisiete, dijo que los hombres que integraron esa generaci¨®n ?empezaban a estar en su plenitud? cuando se produjo la contienda. Dijo que empezaban a manejar el tim¨®n de sus respectivos campos de trabajo y, en su lugar, se vieron rechazados, marginados.
Concluy¨® el se?or La¨ªn Entralgo diciendo que para que ?desaparezca ese h¨¢bito social de la guerra civil entre espa?oles, deben fortalecerse tres deberes: primero, resolver de una vez por todas el problema de la convivencia entre ideolog¨ªas diferentes; segundo, conseguir una justicia social, acentuando lo que significa el t¨¦rminojusticia, y, tercero, lograr la integraci¨®n de las comunidades exigentes de una autonom¨ªa a la que tienen derecho hist¨®rico y cultural, en una unidad nueva?.
En el clausurado simposio intervino tambi¨¦n el se?or Arana, director del Instituto de Ciencias del Hombre, patrocinador del mismo.
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