Haz el amor, no el f¨²tbol
Leo que a nuestros kubala-boys les est¨¢ prohibido hacer el amor durante su permanencia en Argentina. ?Cree usted, se?or director, que as¨ª podemos llegar a alg¨²n sitio?Seguimos en los errores de siempre: la actividad sexual debilita al hombre (guerrero, estudiante, deportista) y por culpa y en nombre de ese error, mantenido contra toda investigaci¨®n seria, condenamos a nuestros futbol¨ªstas a ser como unos robots asexuados, defensores de nuestro honor deportivo.
Privar de sus mujeres a unos hombres j¨®venes, fuertes y en perfecto estado f¨ªsico, es negarles un derecho elemental; supone, adem¨¢s,de una crueldad, un acto antinatural, in¨²til y contradictorio toda vez que se les obliga a que su triunfo deportivo sea causa de su ?destierro sexual? y se establece una ¨ªntima y profunda contradicci¨®n entre dos est¨ªmulos (¨¦xito profesional y realizaci¨®n er¨®tica) que deber¨ªan ir fuerte y positivamente correlacionados.
No olvidemos que todos ellos -varones adultos- tienen sus condicionamientos sexuales que de alguna forma tienen y deben satisfacer, ?Qu¨¦ remedios haprevisto la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol? ?El cilicio, la ducha fr¨ªa, el bromuro?
Resulta triste ver c¨®mo a unos profesionales se les intenta hacer incompatible su ?ser humano? (vivido a trav¨¦s de su sexualidad) con su actividad (el f¨²tbol).
?Cu¨¢ndo se va a comprender que la realizaci¨®n sexual de, un individuo es una forma de desarrollo de su personalidad, algo que, en vez de quitarle fuerza, proporciona un estado de homeostasis, de equilibrio ps¨ªquico-fisico que redunda en favor del estado y la salud de las personas?
Para terminar, una sugerencia a la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol: prometan a nuestros seleccionados que s¨ª se clasifican para la fase final van a poder convivir, mientras duren los mundiales, con sus mujeres. O eso, o la eliminaci¨®n futbol¨ªstica y la masturbaci¨®n y la satisfacci¨®n sexual subrepticia como alternativa er¨®tica.
?Por qu¨¦ no lo consultan con los futbolistas y sus respectivas?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.